Título: Cuentos de los mares del sur
Autor: Jack London
Publicación: Navona, julio de 2015
Páginas: 232
Estos relatos de
los mares del sur conservan la fuerza narrativa del primer London, con
el fondo del nuevo paisaje feraz y marino, pero tan inhóspito y ominoso como el
desolado norte. Como si quisiera encarnar involuntariamente el tópico de que uno
puede huir de cualquier sitio, pero no de sí mismo, el autor desplaza sus obsesiones
unos miles de millas al sur, entre islas y atolones, traficantes de esclavos y
comerciantes de perlas, caníbales y cazadores de cabezas. Este tortuoso viaje interior
se plasma en unas narraciones en las que la naturaleza sigue siendo cruel e indiferente
al sufrimiento humano, y en las que el autor se desplaza hacia la amargura. Tal vez no
sea el London de la fiebre del oro, pero pocos autores han retratado con más pasión y
convencimiento esos mares en los que, tarde o temprano, todos acabamos siendo
náufragos.
el fondo del nuevo paisaje feraz y marino, pero tan inhóspito y ominoso como el
desolado norte. Como si quisiera encarnar involuntariamente el tópico de que uno
puede huir de cualquier sitio, pero no de sí mismo, el autor desplaza sus obsesiones
unos miles de millas al sur, entre islas y atolones, traficantes de esclavos y
comerciantes de perlas, caníbales y cazadores de cabezas. Este tortuoso viaje interior
se plasma en unas narraciones en las que la naturaleza sigue siendo cruel e indiferente
al sufrimiento humano, y en las que el autor se desplaza hacia la amargura. Tal vez no
sea el London de la fiebre del oro, pero pocos autores han retratado con más pasión y
convencimiento esos mares en los que, tarde o temprano, todos acabamos siendo
náufragos.
Mis impresiones
Puede que las obras más conocidas de Jack London sean Comillo blanco y La llamada de lo salvaje, dos obras que han sido llevadas al cine y
adaptadas también a la televisión, pero como legado este prolífico autor nos
dejó otras muchas obras que cumplen con una característica común: en todas
ellas las aventuras representan el espíritu incansable y apasionado de su
autor. De sus innumerables viajes por todo el mundo obtuvo la inspiración para
la literatura. Y una buena muestra es Cuentos
de los mares del sur, que ha sido reeditada por la editorial Navona con
prólogo de Vicente Campos y traducción de Inés Bértolo.
Este título es una recopilación de ocho relatos
ambientados en las islas del sur del Pacífico (de ahí viene su título) que nos
llevan a paisajes exóticos, a espesas selvas o mares revueltos que nos
transmiten la inquietud de lo desconocido y la fuerza de la naturaleza en su
aspecto más indómito. Cualquier cosa puede suceder en los lugares a los que nos
transporta Jack London. Nos narra situaciones que nos inquietaran y que
reflejan un gusto por lo peligroso, por lo cruel y lo maligno que lleva al
hombre a encontrarse en situaciones complicadas en las que sufrirán distintos infortunios.
Son cuentos que se leen en un suspiro y resultan muy
atractivos porque a través de ellos el lector vivirá diferentes aventuras. Solo
os voy a dar unos breves apuntes de cada relato con el fin de no estropear sus
historias a futuros lectores. En La
semilla de McCoy el capitán de un barco incendiado busca la manera de
llegar a la playa para fondear y al menos poder salvar el casco del navío.
Contará en Pitcairn con una ayuda excepcional. En La casa de Mapuchi su protagonista, Mapuchi, encuentra la más
valiosa de las perlas con la que espera poder conseguir al final una casa, su
único deseo. En El diente de la ballena
unos misioneros tendrán que lidiar con una tribu que está deseando comérselos.
El canibalismo es su forma de vida.
En Las terribles Salomón
viajamos a unas islas inhóspitas en las que habitan crueles enfermedades y
nativos depredadores donde las cabezas de blancos son muy apreciadas como
trofeo y estos, a su vez, quieren conquistar esas tierras como sea. Claro que
tendrán que emplear la fuerza bruta. El
pagano comienza con una goleta en medio de un huracán y termina narrándonos
la historia de una gran amistad, fiel hasta el último aliento. Mauki nos habla de la terrible mano del
hombre blanco. En ¡Yah! ¡Yah! ¡Yah! conoceremos
a un hombre capaz de sembrar el terror en cualquier lugar que pisa, un hombre
de aspecto insignificante pero una mano férrea para gobernar. Y por último, El increíble hombre blanco nos habla de
la estupidez del hombre blanco, de su ambición y su afán conquistador.
Los relatos están narrados con frescura y aunque cuentan
con mucha expresividad también con ligereza de forma que nos atrapa inmediatamente
en el interior de sus páginas. Las descripciones son muy medidas y exactas, los
diálogos vivos y una negra ironía acompaña a los mismos. Nos llevan a conocer
rudos capitanes, traficantes de esclavos, marineros de piel curtida,
misioneros, caníbales o nativos de la Polinesia que anhelan poseer como trofeo
la cabeza humana de un hombre blanco entre otros personajes que nos irán
mostrando diferentes aptitudes y formas de vida. Lo que tienen en común es
que nos muestran las caras más
perturbadoras del ser humano, en sus formas más civilizadas y en las más
primitivas. El instinto, la ambición, el afecto, la amistad, la rabia mueven a
los hombres en diversas direcciones.
Aunque el componente humano tiene un gran peso en los
mismos no se puede eludir otros factores incontrolables por el hombre. Aquellos
que vienen dados por la propia naturaleza. En ocasiones inexplorada, otras
conocida. En cualquier caso siempre salvaje e impredecible y los huracanes,
atolones, vientos o mares embravecidos en donde los tiburones esperan una presa
serán piezas fundamentales en el recorrido de sus personajes.
Conclusión
Cuentos de los
mares del sur son un conjunto de relatos frescos y entretenidos que nos
llevan a vivir las mismas aventuras que sus personajes. Se leen con gusto a
pesar de que todos ellos nos van dejando una sensación turbadora pero la prosa
de London es como una balsa que fluye con la corriente y que nos deja sentir la
brisa.