Título: La Cruz
de Hattin
Autor: José
Antonio Carbonell Pla
Publicación: Ediciones Alicia Rosell, marzo de 2015
Publicación: Ediciones Alicia Rosell, marzo de 2015
Páginas: 221
Finales del siglo XII en
Tierra Santa. El ejército de Saladino destroza a los cruzados en la célebre
batalla de Hattin, donde, según la versión oficial, se apodera del madero que
éstos custodian como la verdadera Cruz en la que murió Cristo. Pero otras
versiones aseguran que, en última instancia, el "lignum crucis" fue
rescatado por un valeroso caballero templario, que lo enterró en la arena del
desierto para tratar de recuperarlo más adelante. Partiendo de esta hipótesis,
la novela narra cómo pudieron suceder los hechos y qué pudo ocurrir a partir de
ese instante.
Con una documentación
histórica exhaustiva y un tratamiento realista de los hechos, esta obra
representa una incursión en el verdadero mundo de los templarios y su
misteriosa leyenda, hoy más apasionante que nunca.
Mis impresiones
No suelo prodigarme mucho en lecturas de esta temática pero cuando José
Antonio Carbonell Pla me ofreció la oportunidad de leer esta novela no me lo
pensé demasiado. La razón es que hace un par de años había leído otra de sus
novelas y me había gustado mucho. Si con El parque
de los inocentes nos
presentaba un thriller con tintes de terror en esta ocasión cambia de registro completamente
para centrarse en el género histórico.
La novela comienza en julio de 1187 en Tierra Santa durante la batalla
de Hattin. Las tropas del sultán Saladino han atacado ferozmente a los cruzados
y el resultado ha sido la derrota de Gui deLusignan, el soberano de Jerusalén,
aparte de un cuantioso número de cristianos muertos y heridos que dejan
constancia de la masacre. En estas circunstancias Armand de Sonnac, un
caballero templario, es herido durante la contienda pero aun así evita que la
reliquia de la Santa Cruz custodiada por los templarios en Jerusalén caiga en
manos de Saladino. Milagrosamente escapa y la entierra en el desierto sin que
nadie haya podido percatarse del destino de la reliquia. Muchos incluso piensan
que finalmente Saladino ha logrado hacerse con ella.
Una vez que Armand de Sonnac ha logrado su cometido emprende un viaje
hacia la comunidad de Tartus (en Siria) el lugar donde va a recibir el descanso
que necesita para curar sus heridas. Allí, entre la desconfianza de los
hermanos que por haber salvado su vida le consideran un desertor, se debate
entre guardar silencio y exponerse a que el Santo Madero nunca sea encontrado o
hablar y compartir el escondite con los demás templarios de la Orden.
Finalmente decide compartir su secreto….
A partir de ese momento el lector conoce todo lo que sucede en torno al
intento de recuperar la Vera Cruz, aquel trozo de madero sagrado en el que fue
ejecutado Jesucristo, que representa un icono cristiano y por el que muchos
serían capaces de hacer cualquier cosa. Como he dicho antes es una novela de
corte histórico que resulta muy entretenida y dinámica gracias a la forma de
narrar de su autor.
Así mismo José Antonio Carbonell aprovecha la historia y sus personajes
para realizar ciertas reflexiones sobre la naturaleza del ser humano explorando
los límites que se pueden sobrepasar para hacer prevalecer las ideas sobre las
de los demás. Quizás no es tan solo una lucha por los ideales, por defender
aquello en lo que uno cree sino también por cuestiones de ambición y ostentar
el poder. Nos plantea si las luchas y guerras están justificadas, si hay
suficientes motivos para derramar sangre y si aunque los hombres crean en
diferentes dioses y profesen sus creencias de modo distinto no existe un punto
de equilibrio en el que se pueda convivir. Porque al final todas las religiones
giran sobre la idea del respeto al prójimo.
Son tres los personajes que funcionan como pilares fundamentales en la
novela. Sus caracteres no están trabajados con mucha complejidad pero sí que
representan figuras con caracteres muy definidos y diferentes en la historia. Armand
de Sonnac es un caballero de la orden del temple. Un personaje atormentado por
todo lo que sucede a su alrededor. Aunque al principio le vemos con
determinación pronto se convierte en un personaje pasivo, lo cual ya nos habla
de su caracter. Rodrigo es el prior de los templarios de Tartus y el máximo
responsable de la defensa de la villa. Un hombre que destaca por su carácter
reflexivo, su melancolía y por cuestionarse todo y a todos los que le rodean
intentando razonar y comprender. Es un hombre justo y equilibrado sobre el que
recae gran responsabilidad. El hermano
Zenón es el que muestra mayor arrojo y decisión en la historia de forma que
impulsa a los demás.
También nos encontramos algunos personajes históricos que salpican la
historia como Guy deLusignan, el rey de Jerusalén, Gerard de Ridefort, Gran
Maestre de la Orden del Temple o el propio Salah-ed-Din, a quien los cristianos
llamaban Saladino, sultán de Egipto y Siria.
La cruz de Hattin se
desarrolla durante el siglo XII en Tierra Santa. Moros y cristianos luchan por
conquistar territorios e imponer su religión. La novela, en mi opinión, está
muy bien ambientada sin que el autor necesite grandes descripciones ni
incorporar muchos datos históricos al contexto porque estos apuntes se
encuentran implícitos en la historia. Se nota que la novela ha sido trabajada y
en ella nos encontramos por un lado el asedio y la presión que ejercía Saladino
contra los cristianos en Tartus y por otro lado nos habla de la secta
minoritaria de los nizaríes o ismaelíes. Unos terroristas salvajes comandados
por el Viejo de la Montaña que luchan tanto contra cristianos como musulmanes.
También ellos aspiran a hacerse con la cruz.
La novela está narrada de forma muy ágil y sencilla a pesar de que el
autor ha utilizado un lenguaje que evoca la época en que se desarrolla. Esto
conlleva que el estilo sea algo más
formal sin llegar a ser un lastre en la historia. La cruz de Hattin cuenta con dos formas narrativas. Una de ellas es
a través del diario de Armand en el que en primera persona irá narrando sus
vivencias y todo lo que ocurre a su alrededor. En segundo término es una
tercera persona omnisciente la que va completando la historia.
Conclusión
La cruz de Hattin es una
novela muy entretenida que se lee de forma gustosa y en la que se nos narra la
búsqueda de un icono religioso dando pie al autor a realizar algunas
reflexiones sobre el fanatismo religioso y la barbarie humana. Una novela cuyo
final además nos deja un buen regusto.