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miércoles, 8 de octubre de 2014

Cuentos: Jacob y Wilhelm Grimm



Título: Cuentos
Autores: Jacob y Wilhelm Grimm
Publicación: Alianza Bolsillo, septiembre de 2014
Páginas: 336

La celebridad de los hermanos Grimm, Jacob Ludwig (1785-1863) y Wilhelm Karl (1786-1859), se cimenta en la permanente lectura de que han sido objeto, a través de las generaciones, sus "Cuentos infantiles y del hogar", recopilación de relatos populares de transmisión oral nacida del interés por el pasado medieval propio del romanticismo. La presente antología, que reproduce las ilustraciones de Otto Ubbelohde, reúne cincuenta "Cuentos" entre los que figuran piezas tan universalmente conocidas como "Caperucita Roja", "Blancanieves", "Pulgarcito" o "La Cenicienta".

Mis impresiones

Me pasó algo muy curioso cuando comencé a contarle a mi hija cuentos para entretenerla. Y es a pesar de haber creído y escuchado cuando era niña mil veces los mismos cuentos me costaba recordar la mayoría de ellos, confundía y entremezclaba sus historias y al final mis versiones poco tenían que ver con las tradicionales.

Si buscamos en la memoria uno de los nombres que acudirá con seguridad a ella al hablar de cuentos infantiles es el de los hermanos alemanes Jacob y Wilhelm Grimm (junto a otros nombres como Perrault o Andersen). Cuentos que todos conocemos, con los que hemos crecido y que con el paso del tiempo se han convertido en clásicos con los que todos los niños disfrutan. Los vemos en libros con distintas ediciones e incluso muchos de ellos cuentan con su propia versión en formato película.

La presente edición de Alianza (que sido traducida por Pedro Gálvez Ruiz e ilustrada por Otto Ubbelohde) acaba de salir y a mí no solo me ha venido como anillo al dedo sino que me ha hecho disfrutar con los cuentos de toda la vida y rememorar aquellas historias que sembraban mi infancia de sueños. Se trata de un libro de bolsillo que recoge una selección de cincuenta relatos cortos que los hermanos Grimm se ocuparon en el siglo XIX de recuperar, conocer y recopilar  de la cultura popular oral transformándolos y adaptándolos al público infantil. Porque en contra de lo que muchos creen ellos no fueron sus autores legítimos.

Cuando los hermanos Grimm se pusieron con la tarea, su principal objetivo no era entretener a los más pequeños de la casa sino que estaban destinados al público adulto.  De esta forma al publicar su primer libro, Cuentos para la infancia y el hogar a principios del siglo XIX originalmente en dos volúmenes, este fue censurado por la extrema dureza que mostraban así como el alto contenido en violencia  (hambre, padres que abandonan a sus hijos, castigos desproporcionados, etc… ) y sexo. Al final la presión burguesa obligó a los hermanos a suavizar y perfilar los contenidos hasta convertirlos en cuentos para los más pequeños de la casa. Aunque está versión dulcificada es la más extendida la original parece no haberse perdido en la cultura oral.

De los cincuenta cuentos que vamos a encontrar en este libro los más conocidos y esos que todos tenemos más o menos claros en la cabeza son Hänsel y Gretel, esos niños a quienes sus padres abandonaron en el bosque y fueron a parar a casa de una bruja, la ingenua y dulce Caperucita Roja, que casi acaba en las fauces del lobo, la pobre Cenicienta, que tuvo su oportunidad en la una fiesta pero acabó descalza después de media noche o la cándida Blancanieves cuya tentación por una manzana la dejó en sueño profundo mientras sus queridos enanitos la miraban impotentes. También encontraremos el de Las tres hilanderas, Los músicos de Bremen, El sastrecillo valiente o Pulgarcito.

Estos son los que en mi memoria, aunque con ciertas lagunas, estaban más frescos. Pero además de ellos he tenido la ocasión de conocer algunos nuevos que nunca había escuchado y así aumentar mi repertorio de cuentos nocturnos. Un buen ejemplo de ello son El doctor Sabelotodo, en el que un pobre campesino desea la buena vida de un doctor, La ondina del lago, en el que un molinero cambia a su hijo por riqueza o  La reina de las abejas en el que un muchacho que salva una colmena obtiene su recompensa.

Esta antología es recorrida por muy diversos personajes tales como príncipes y princesas, reyes (Los tres vagos), campesinos, labriegos, doncellas (Las tres hilanderas), brujas etc, sin olvidarnos de los animales prodigiosos que cobran vida y tienen la capacidad de hablar (La liebre y el erizo) o incluso seres mágicos que cuentan con asombrosos poderes y se presentan en distintas formas corporales (El genio de la botella). La codicia, la holgazanería, los vicios, las tentaciones, la venganza son temas de frecuente aparición en los mismos. Y como es evidente, al estar enfocados para los más pequeños de la casa nos encontraremos con muchos finales felices. Avaros que han aprendido la lección, príncipes y princesas que se casan, malvados que son castigados y algunas otras moralejas que habitualmente se basan en que los buenos comportamientos tienen su premio y las malas acciones su castigo.

Hay muchas ediciones con diferentes versiones o enfoques que nos narran estos cuentos. En este caso la traducción, de manos de Pedro Gálvez, cuenta con un estilo sencillo, directo y fluido en el que los diálogos tienen cierta presencia. La extensión de cada cuento es variable, podemos encontrar algunos cuyo desarrollo abarca una página hasta otros que se extienden cuatro o cinco a lo sumo. Además me gusta el detalle de encontrar cada dos o tres páginas las ilustraciones. Son sencillos dibujos en blanco y negro que esbozan las escenas que se nos van narrando en cada historia.

Conclusión

Cuentos recoge algunos de los relatos más conocidos de la literatura universal y en este caso de los hermanos Grimm. Son historias que nunca pasarán de moda, que enseñan ciertos valores a la vez que entretienen a los más pequeños y que a los adultos nos gusta recordar.