Título: Pasaje a Tahití
Autora: Eva García Sáenz
Publicación: Espasa, junio de 2014
Páginas: 480
1890. Bastian y
Hugo Fortuny parten a Tahití en busca de una oportunidad después de perder su
trabajo como sopladores de vidrio en su Mallorca natal. Durante la travesía
conocen a Laia Kane, la hija de un cónsul inglés corrupto en Menorca al que han
desterrado a la isla de la Polinesia. Este encuentro marcará la vida de los
hermanos Fortuny y de Laia para siempre.
1930. Denis Fortuny, el heredero del imperio de las perlas de lujo en Manacor, decide viajar a Tahití para averiguar el misterio que se oculta tras sus primeros años de vida.
Una historia épica de amor, superación, lazos familiares y secretos con el telón de fondo del Tahití colonial y el fascinante origen de las perlas cultivadas
1930. Denis Fortuny, el heredero del imperio de las perlas de lujo en Manacor, decide viajar a Tahití para averiguar el misterio que se oculta tras sus primeros años de vida.
Una historia épica de amor, superación, lazos familiares y secretos con el telón de fondo del Tahití colonial y el fascinante origen de las perlas cultivadas
Mis impresiones
Hasta hace algunos meses el nombre de Eva García Sáenz estaba
relacionado únicamente con La saga de los
longevos (novela auto publicada en 2012), la cual a pesar de haber contado
con cierto éxito en la red yo no he leído (espero hacerlo en los próximos meses).
Tras la publicación de Pasaje a Tahití
el pasado mes de junio parece que su carrera como escritora se asienta al
convencer de nuevo a muchos de los lectores que disfrutaron con su primer trabajo.
Personalmente Pasaje
a Tahití me ha parecido una novela muy completa que resulta muy entretenida
por su trama basada en intrigas familiares como un escenario sumamente evocador
como es la isla de Tahití y la propuesta de un tema que me ha resultado
interesante en cierto modo y es el negocio de las perlas.
La trama se desarrolla a través de dos líneas
argumentales que aunque interrelacionadas entre sí avanzan de forma paralela al
comienzo de la novela para ir entrecruzándose a media que la misma va
evolucionando.
La primera de ellas comienza en el municipio mallorquín de
Manacor en el año 1929 cuando Denis Fortuny, heredero de una de las más
importantes fábricas de perlas de imitación de la isla, es requerido por sus
tres hermanos menores para que se reúna con ellos. En dicha reunión los
hermanos dejan patente su deseo de hacerse con el control de la fábrica
aludiendo a el dudoso origen de Denis, que podría no ser hijo legítimo del
fallecido Hugo Fortuny, el fundador de la empresa. Para hacerles frente y tras
la repentina desaparición de su madre, la única persona que podría arrojar luz,
en extrañas circunstancias Denis tendrá que indagar en su pasado…
La segunda trama nos traslada al año 1889 cuando los
hermanos Hugo y Bastian Fortuny se ven obligados a abandonar la isla de
Mallorca ante la crisis que vive el sector del vidrio al que siempre se ha
dedicado la familia. Los hermanos viajan a Tahití sin ser conscientes de que
han sido estafados y la promesa de un permiso para explotar una plantación en
la isla se esfuma de forma inmediata al poner los pies en aquellas tierras que
no resultarán el paraíso imaginado. Los hermanos tendrán que encontrar otra
forma de buscarse la vida pero una mujer se interpone entre ambos, Laia Kane la
hija de un cónsul desterrado a las isla por corrupción.
Con esta trama Eva García Sáenz consigue atrapar la
atención del lector y mantenerla intacta durante toda la novela. Gracias
también a que va dosificando la acción e intriga para luego ir desvelando
ciertos acontecimientos en algunos momentos claves y a medida que la historia requiere. El juego
que se establece entre pasado y presente nos habla de historias de amor, de celos,
de rencores y rivalidades fraternales, ambición, la lucha por la supervivencia y
el alto precio que se ha de pagar a veces por elegir erróneamente.
Un gran acierto me ha parecido la construcción de
personajes, muy diferentes unos de otros entre sí pero complementarios al fin y
al cabo, y sobre todo el triángulo de sentimientos y emociones que establece
entre Hugo, Bastian y Laia. Junto al resto de los personajes los vemos luchar,
caer muchas veces en sus propios errores y asumirlos, otras veces son víctimas
de las circunstancias y de quienes les rodean y otras veces son ellos mismos
quienes hacen daño a los demás. Sus comportamientos me han resultado muy reales
siendo además personaje muy humanos con los que no cuesta demasiado empatizar y
comprender.
A pesar de que Bastian y Hugo son hermanos, sus
caracteres (al igual que su apariencia) son antagónicos. Uno representa la
libertad, la ausencia de ataduras, la búsqueda de lo esencial mientras que el
otro representa la necesidad de cierto orden, de dinero y un bienestar social.
Y entre ambos una mujer a la que cada uno de ellos podrá ofrecer algo distinto.
Pero ¿Cuáles serán sus necesidades? ¿Aventuras o seguridad?. En el presente la
figura destacable es Denis, con la que la autora refleja la capacidad de
influir en nuestros hijos y la capacidad de modelaje de sus caracteres que
tenemos los padres en nuestras manos.
La novela se desarrolla en escenarios tan pintorescos y
diferentes entre sí como son la isla de Mallorca, París o Japón aunque estos
resultan claramente ensombrecidos por la isla de Tahití, que parece convertirse
en un personaje más de la novela. A finales del siglo XIX, momento en que se
desarrolla la novela, la isla estaba controlada por Francia. La autora nos
ofrece unas imágenes inigualables tanto de los escenarios que los personajes
van recorriendo en la isla como del estilo de vida de los colonos europeos
establecidos allí o los maoríes, la tribu nativa que fue europeizándose de la
mano del hombre blanco.
Como complemento encontramos el tema de las perlas
abordado de una forma que resulta interesante. Eva García Sáenz nos da la
información en su justa medida de forma que nos ilustra en algunos conceptos
pero sin llegar a introducir datos con los que aburrirnos. Por un lado nos
habla de como de como se obtienen y crecen de forma natural en el mar y por
otro nos ofrece algunas nociones tanto de su cultivo como de la elaboración de
perlas de imitación. La verdad es que no sabía demasiado sobre este tema y
algunas cosas me han resultado muy curiosas.
La novela está narrada con un estilo ágil, sencillo,
directo y accesible al lector. No es una novela muy enérgica sino que más bien
se desarrolla de forma tranquila pero sin perder la fluidez en ningún momento. Su
autora consigue una novela muy plástica y a la vez muy emocional existiendo un
buen equilibrio entre ambos aspectos.
Su estructura se construye a través de cuatro partes (que
van marcando distintas etapas en el relato) constituidas por sesenta y cuatro
capítulos de corta extensión más un
epílogo que facilitan su lectura. En estos capítulos se van alternando pasado y
presente, enlazando diferentes saltos en el tiempo y las voces de tres
personajes que van hilando la historia a través de sus relatos. Son Laila y
Bastian en el pasado y en primera persona y una voz en tercera persona se ocupa
de la parte centrada en Denis.
Quizás en el final algo me ha parecido un poco extraño.
Para justificar ciertas cosas la autora crea unas condiciones algo forzadas que
a mí no han acabado de convencerme pero aún así no le resta mérito alguno a la
novela.
Conclusión
Si buscáis una lectura que entretenga y que a la vez
resulte interesante Pasaje a Tahití
puede ser una buena opción. Una novela de intrigas y secretos familiares que
cuenta con una ambientación muy especial y una narración muy cercana y
evocadora.