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martes, 1 de julio de 2014

Un millón de gotas - Víctor del Árbol



Título: Un millón de gotas
Autor: Víctor del Árbol
Publicación: Destino, mayo de 2014
Páginas. 672
Gonzalo Gil es un abogado metido en una vida que le resulta ajena, en una carrera malograda que trata de esquivar la constante manipulación de su omnipresente suegro, un personaje todopoderoso de sombra muy alargada. Pero algo va a sacudir esa monotonía.

Tras años sin saber de ella, Gonzalo recibe la noticia de que su hermana Laura se ha suicidado en dramáticas circunstancias. Su muerte obliga a Gonzalo a tensar hasta límites insospechados el frágil hilo que sostiene el equilibrio de su vida como padre y esposo. Al involucrarse decididamente en la investigación de los pasos que han llevado a su hermana al suicidio, descubrirá que Laura es la sospechosa de haber torturado y asesinado a un mafioso ruso que tiempo atrás secuestró y mató a su hijo pequeño.

Pero lo que parece una venganza es solo el principio de un tortuoso camino que va a arrastrar a Gonzalo a espacios inéditos de su propio pasado y del de su familia que tal vez hubiera preferido no afrontar.

Tendrá que adentrarse de lleno en la fascinante historia de su padre, Elías Gil, el gran héroe de la resistencia contra el fascismo, el joven ingeniero asturiano que viajó a la URSS comprometido con los ideales de la revolución, que fue delatado, detenido y confinado en la pavorosa isla de Nazino, y que se convirtió en personaje clave, admirado y temido, de los años más oscuros de nuestro país.

Una gran historia de ideales traicionados, de vidas zarandeadas por un destino implacable, una visceral y profunda historia de amor perdurable y de venganza postergada; un intenso thriller literario que recorre sin dar respiro la historia europea.

Mis impresiones

Si hay un autor que se ha ganado poco a poco el respeto del lector ese es Víctor del Árbol. Sin grandes campañas de publicidad ni enormes estantes donde promocionar sus libros se ha ido haciendo un hueco y, lo que es realmente importante, convenciéndonos a sus lectores gracias a la calidad de su trabajo. Primero leí Respirar por la herida, luego fue La tristeza del samurái y cuando vi que había publicado un nuevo trabajo ya sabía que no me iba a defraudar, como no lo hicieron las anteriores.

Y, efectivamente, en Un millón de gotas su autor vuelve a deslumbrarnos con una trama que a pesar de la enorme complejidad que la sustenta está perfectamente engarzada sin quedar ningún fleco suelto ni presentar incoherencia alguna. A esta le acompañan unos personajes notables que en muchas ocasiones son capaces de traspasar el papel y una enorme capacidad de conectar con el lector.

Barcelona, 2002. Gonzalo Gil es un abogado matrimonialista que intenta mantener a flote una paupérrima carrera a toda costa a pesar de contar con el desprecio de su suegro, el importante dueño de un prestigioso bufete de abogados que le presiona y amenaza con destruir. Cuando después de muchos años sin saber nada de ella Gonzalo recibe la inesperada noticia de la muerte de su hermana Laura, una subinspectora de policía que al parecer se ha suicidado tras asesinar al hombre al que culpa de acabar con la vida de su hijo, su vida cambia drásticamente. De pronto se ve envuelto en una turbia historia que desembocará en una peligrosa mafia.

Moscú, 1933. Elías Gil, es un joven estudiante asturiano de ideales comunistas que viaja a Moscú para disfrutar de una beca de ingeniería. Lo que empieza siendo un viaje cargado de proyectos, ilusiones y sueños se convierte en una pesadilla cuando Elías es encarcelado y acusado por el gobierno de traición al ser delatado por una serie de ideas que plantea a su padre en las cartas que le escribe. Su primer destino será un campo de trabajo en Siberia, pero este es solo el inicio de un largo periplo hasta desaparecer finalmente en los años sesenta.

Víctor del Árbol sabe captar nuestro interés desde la primera página, introduciendo una dosis paulatina de intriga que no se resolverá hasta alcanzar su final. Nos introducen en el mundo de la mafia, un ente peligrosísimo de cuyas redes es complicado escapar, la corrupción, el abuso de poder, los deseos de venganza, la ambición económica que alcanza sus peores cotas cuando se hace presente la maldad humana.

Aunque la novela se plantea a través de dos líneas argumentales principales que finalmente desembocan en una común entorno a ellas se van engarzando otro número bastante significativo de tramas que se van entrecruzando o discurriendo de forma paralela durante toda la extensión de la novela. Son numerosas las vidas de personajes que se encuentran interconectadas y que habrá que ir descubriendo poco a poco ya que la historia se va complicando de forma paulatina y a medida que todos ellos se van incorporando. La novela tiene mucho de thriller, algo de romanticismo, una gran dosis de historia. Todo ello velado por secretos que poco a poco verán la luz.

De nuevo, este autor ha diseñado y construido una perfecta galería de personajes muy carismáticos, ideados de forma sólida y con una psicología muy compleja y trabajada la cual aprovecha para mostrar sus diversas facetas, huyendo en todo momento del maniqueísmo y los grandes tópicos literarios.

Gonzalo, personaje central de la novela, nos puede parecer en principio un perdedor. Como abogado no tiene demasiado éxito por lo que le cuesta mantener a su familia en el nivel económico que ellos esperan. Siente debilidad por su hija pequeña pero con el mayor hay una distancia que les separa que cada vez se hace más notable. Con su hermana Laura, hacía muchos años que había dejado de hablarse. Pero será la noticia de la muerte de Laura el detonante que le hará ahondar en su pasado y reconstruir la vida de su padre, Elías Gil, un héroe para su madre y odiado por su hermana. Este resulta otro de los personajes centrales de la novela, un héroe antifranquista y comunista, que desapareció repentinamente dejando sola a su mujer y dos hijos pequeños. Alrededor de estos y de forma también muy concreta nos encontramos a Irina, Laura, el inspector Alcázar, Igor Stern o Esperanza. Todos difíciles de olvidar.

Os había comentado antes que Un millón de gotas tiene un aspecto histórico bastante definido. La historia abarca desde el año 1933 hasta el 2002. Un periodo de tiempo que su autor aprovecha para hablarnos de campos de concentración nazis como Auschwitz, campos de trabajo en Siberia (concretamente en la isla de Názimo) y las duras condiciones que el gobierno ruso impuso allí a miles de refugiados. La Segunda Guerra Mundial, la Guerra Civil Española son solo algunos acontecimientos que viven sus personajes en países como la Francia, España, la URSS o los campos de refugiados en Argelés (Francia).

Como siempre el estilo narrativo de Víctor del Árbol es tan potente como efectivo. Una prosa impecable, depurada pero que a la vez resulta fluida y amena para el lector. Sin ser una novela que avanza a u ritmo vertiginoso no decae en ningún momento ni hace que el lector pierda el interés en ella ya que en los momentos exactos se producen nuevas revelaciones, la introducción de otros personajes, giros inesperados que complican cada vez más la trama. A pesar de ello todo se va hilando a la perfección de forma que no hay riesgo de perderse.

La novela se estructura en un prólogo seguido de treinta capítulos que finalizan con un epílogo conclusivo. La novela se desarrolla a través de multitud de saltos en el tiempo en los que un narrador en tercera persona va focalizando la acción en distintos personajes y los distintos escenarios espacio-temporales. Su remate final trabajado a conciencia no deja un fleco suelto.

Conclusión

Al igual que las otras novelas de Víctor del Árbol, Un millón de gotas me ha dejado la sensación de que este autor no cuenta historias en balde. De que más allá de su trama nos quiere dejar un mensaje y en este caso se hace eco de la lucha por los ideales, de como la maldad puede arrebatarnos la vida, de héroes y villanos, de vencedores y vencidos. Se trata de una novela demoledora, tremendamente dura e intensa que no nos dejará indiferentes.