Título: Todas las constelaciones del amor
Autora: Lydia Netzer
Publicación: Maeva, enero de 2014
Páginas: 304
Mi experiencia con la novela
“Una lucecita brillaba en lo profundo de la oscuridad. Él flotaba en el interior de la lucecita, en una nave espacial. Sentía frío, allí flotando. Sentía el frío del espacio dentro de su cuerpo. Todavía podía mirar por la ventanilla redonda de la nave y ver la tierra. ”
Así comienza Todas las constelaciones del amor, la primera publicación de Lydia Netzer. Con un hombre viajando hacia la luna y una mujer sola en la tierra. Una novela diferente, con un punto de extravagancia y una atmosfera mágica que explora todas las ramificaciones del amor.
Sunny, Maxon y su hijo de cuatro años Bubber parecen una típica familia normal y corriente que vive en un barrio colonial de Norfolk en la costa de Virginia. Mientras Maxon, un ingeniero superdotado, se encuentra en una misión en el espacio su esposa, Sunny, debe hacer frente a una serie de problemas que comienzan a desbordarla. Su madre está muy enferma en el hospital conectada a un respirador y su hijo, Bubber, es autista y deben ajustarle de nuevo una medicación que muerde su conciencia. Para colmo ella, embarazada de nuevo, está a punto de dar a luz.
Pero cuando un coche se empotra contra el suyo y el impacto hace volar la peluca rubia que lleva Sunny su verdadera apariencia será revelada a los vecinos del barrio en que vive. Sunny siempre ha sido calva, nació sin un pelo en el cuerpo. Pero además este pequeño acontecimiento proporcionará a la protagonista las alas para comportarse como ella es realmente y dar un giro a su vida.
Los personajes que protagonizan Todas las constelaciones del amor son totalmente atípicos, extraños, complejos, especiales pero sobre todo muy humanos. Aparentemente normales, diferentes en su interior. Sunny es el personaje central de la historia, lleno de matices y contradicciones. Una mujer nacida en Birmania durante un eclipse sin un solo pelo en el cuerpo, una característica que le hace diferente a los demás. Desde niña quiso ocultar su calvicie para “ser normal” pero su madre (una mujer que huyó de un matrimonio con un misionero) le impidió hacerse con una peluca para proteger su identidad, para que siempre se sintiera ella misma y evitar que se cobijara en un disfraz. Pero cuando quiso ser madre sintió la necesidad de ser como otra mujer cualquiera, adormecerse en la normalidad y comodidad de una vida similar a la de cualquier familiar donde ella debía representar el papel arquetipo de esposa y madre.
Maxon es un hombre con una mente brillante, pocas habilidades sociales y una fuerte obsesión con los robots. Aquellos que ha diseñado pueden hacer muchas cosas que otros robots no pueden como reír o llorar salvo amar, arrepentirse y perdonar, tres sentimientos reservados exclusivamente a los seres humanos. Durante la novela se encuentra en una nave espacial rumbo a la luna pero continuamente apegado a la tierra y a su familia.
He de confesar que los primeros capítulos de esta novela me extrañaron y me descolocaron. Como os he dicho antes la novela tiene un punto de originalidad y una atmosfera algo excéntrica en la que se mueven sus personajes. Al ir avanzando en su lectura comenzaba a comprender tanto la historia que Lydia Netzer nos quiere contar como a sus personajes. En ella hay momentos muy emotivos, de increíble ternura y sensibilidad capaces de llegarnos al corazón. A través de sus páginas iremos conociendo en profundidad las vidas de sus personajes revelándonos distintas existencias marcadas por sus particularidades.
“Cuando se quedó embarazada por primera vez, se temió que tendría que convertirse en algo distinto. Cuando eres madre, ¿cómo puedes ser algo más al mismo tiempo? Cuando te quedas huérfano, ¿cómo puedes ser otra cosa? Ahora le preocupaba que todo en lo que se había convertido hubiera desplazado al amor, hasta tal punto que ahora solo podía medio amarlo, el amor era algo del pasado.” (Página 174)
La novela gira en torno a la maternidad, las relaciones familiares, los vínculos que crea el amor y sus diferentes formas así como también nos habla de las situaciones a las que podemos llegar para proteger a nuestros seres queridos aún a riesgo de equivocarnos. Pero también es un canto a la singularidad y las peculiaridades de cada ser humano. Debemos aprender a conservar nuestra identidad propia y asumir esas rarezas que todos tenemos. Al igual que hay que enfrentarse a nuestros miedos particulares y luchar en soledad en algunas ocasiones.
A veces un acontecimiento insignificante desencadena una tormenta en nuestro interior. El momento en que Sunny pierde su peluca es como si volviera a recuperar su identidad propia, como si hasta ese momento su forma de ser y actuar hubiese resultado conforme a lo que resulta lógico para la mayoría. Es cuando emprende una serie de cambios en su vida a través de los cuales da rienda suelta a sus emociones, ya incontrolables.
La relación entre Maxon y Sunny dentro de la complejidad que presenta me ha resultado tan realista como sustancial. Ambos se conocieron cuando solo tenían siete años y vivían en una zona rural de Pensilvania muy cerca el uno del otro. A pesar del amor que les une también hay momentos en que Sunny no puede evitar de culparle de muchas cosas de las que suceden a su alrededor, del autismo del hijo porque reconoce muchas características similares a su padre, de sus incapacidades sociales o de abandonarla y dejarla sola cuando más le necesita. Pero también el arrepentimiento de las cosas que se dicen cuando uno está enfadado o esos momentos en que deseamos deshacernos del otro.
Lydia Netzer nos narra esta historia de forma muy sutil , con detalles poéticos y una prosa que crea un ambiente mágico. No es magia referida a elementos de ciencia ficción, sino algo especial que se percibe en su atmosfera. Diversos puntos de vista son los que convergen para forman una historia llena de colores y aspectos que desbordan originalidad. La historia está narrada a través de una voz en tercera persona omnisciente que va siguiendo el curso lineal de la misma pero rompiéndola por las frecuentes evocaciones al pasado para contarnos las vidas de sus personajes. Su estructura en veintiocho capítulos que cambian la perspectiva entre los personajes y el eje de la narración permite una lectura ágil y amena que en ningún momento pierde el ritmo.
Conclusión
Original, diferente, refrescante, excéntrica, profunda son algunos calificativos que me vienen a la mente para definir Todas las constelaciones del amor. Una novela con pequeñas y grandes reflexiones que resulta amena, entretenida y especial.
