Título: El corazón del bambú
Autor: Pablo Tobías
Publicación: Planeta, enero de 2014
Páginas: 254
Sin embargo, lo que en principio iba a ser el más feliz de los viajes pronto se convertirá en una pesadilla cuando Laura aterrice en Tokio el 11 de marzo, el día del tsunami de Fukushima. Desesperada por saber si Isamu sigue vivo o no, Laura emprenderá otro viaje aún más complejo por el interior de Japón en el que, con la ayuda de Carlos, otro español en una situación parecida a la suya, descubrirá que también está viajando por el interior de sí misma.
Solo atreviéndose a llegar hasta el foco del terremoto descubrirá su destino; solo llegando a su propio corazón alcanzará a conocer la verdad.
Mi experiencia con la novela
Una de las novedades por las que ha apostado la editorial Planeta para comienzos de año es la primera novela de Pablo Tobías que después de dedicarse al mundo de los guiones televisivos ha decido indagar en el mundo literario. El hecho de que hasta ahora su trabajo se haya proyectado en el mundo del cine y la televisión es un aspecto se hace muy patente en esta novela que a ojos del lector resulta muy visual.
El corazón del bambú me ha parecido una lectura muy entretenida y dinámica que a la vez, y de forma muy equilibrada, que tiene un poco de acción también cuenta con una parte mucho más emotiva y reflexiva. Sin llegar a ser una lectura del tipo que trascienden en el tiempo su lectura es muy agradable y tiene puntos muy interesantes que más adelante os comentaré.
“Ki Ken Tai. Energía, golpe, movimiento. El alma, la espada y el
cuerpo se hacen uno y el golpe se produce. El árbitro levanta la mano y me da
el punto, pero yo antes ya me he dado la vuelta en zanshin y mantengo las
distancias con una mujer que, si no fuera por la armadura y porque las armas
son de bambú, estaría muerta.”
La historia comienza justo en el momento en que Laura se proclama ganadora del campeonato nacional de Kendo (una disciplina de lucha japonesa) en 2011. La inmensa alegría inicial y la sensación de euforia pronto se convierten en amargura cuando al llegar a casa sus padres reciben la noticia con cierta indiferencia pero además queda claro que no van a cumplir la promesa que habían acordado. Y es que se niegan a pagarle el viaje a Japón que le permitirá reencontrarse con Isamu, el joven del que está profundamente enamorada.
Pero Laura, casi desesperada y tras una fuerte discusión en casa, decide salir con lo puesto y con la ayuda de un amigo huir a Japón. Sin embargo, lo que prometía ser un viaje colmado de felicidad pronto se convierte en una pesadilla. Cuando Laura aterriza en Tokio el día 11 de marzo y mientras espera otro vuelo de enlace se produce un terrible terremoto que asola el país y que pone en peligro la central nuclear de Fukushima. Con el país sumido en un caos total Laura intentará de cualquier forma posible encontrar a Isamu. Y para ello cuenta con la ayuda de Carlos, otro español que está pasando por algo similar.
Tal y como os comentado la novela tiene una parte muy activa en la que los personajes se embarcan en la búsqueda de dos personas que se encuentran en la zona que ha sido azotada de forma más severa, enfrentándose a los problemas que sufre un país que ha sido devastado por un tsunami, el cual ha arrasado con pueblos enteros y sobre el que se cierne una amenaza de fuga en una de sus centrales nucleares. En estos momentos tan delicados nada funciona, no hay medios de transporte regulares, comunicación posible, ciertos servicios e incluso se enfrentan con la dificultad de encontrar un alojamiento.
Mientras Carlos y Laura comienzan el desesperado viaje también hay lugar para el desarrollo de una parte mucho más emotiva que refleja sus pensamientos y emociones así como el choque cultural que existe entre el mundo oriental y el occidental. Su búsqueda, la sensación de urgencia y el peligro amenazante así como el miedo de perder a una persona querida les lleva a plantearse diversas cuestiones sobre el respeto a la familia, el perdón, la importancia de la toma de decisiones, los principios morales e incluso sobre el amor. En esta situación tan brutal sus personajes comenzarán a concretar qué es lo realmente importante en su vida desde una nueva perspectiva que les hará percibir la realidad de otra forma.
Son dos los personajes en los que básicamente se sustenta
la historia, dibujados sin complicaciones y anclados a la normalidad y los
problemas que ello conlleva. Laura es una joven decida e impetuosa a la que la
mala relación con sus padres le lleva a tomar una medida desesperada. Escapar
de ellos pero también concederse la oportunidad de ver si su vida funcionaría
con la persona a la que ama a pesar de las barreras que se interponen entre
ellos. Quizás la única pega que podría ponerle a esta historia es que me ha
faltado intensidad en la relación entre Laura e Isamu, para que realmente
funcione como detonante para embarcarse en tal aventura.
A Carlos, lo conoce en el aeropuerto, justo después de
producirse el tsunami. Ambos jóvenes sienten de forma inmediata que se necesitan
el uno al otro y que solo ellos pueden comprenderse en esos momentos ya que
Carlos se encuentra en una situación parecida y está desesperado por tener
noticias de su novia. Entre Carlos y Laura la relación está marcada por un tira
y afloja, por todo aquello son capaces de decir pero sobre todo por los
secretos que ambos callan. Apuntes dolorosos de dos vidas que aún están tratando
de encontrar sus caminos. Con las vivencias que van sufriendo su relación va
evolucionando al mismo tiempo que ellos se van convirtiendo en personas
distintas.
El corazón del bambú está narrado usando el tiempo verbal en presente y una voz en primera persona que se corresponde con Laura, la protagonista indiscutible de esta historia. Pablo Tobías hace gala de un estilo ligero, ameno y muy visual en el que va creando imágenes en el lector. La novela se estructura en capítulos de corta extensión donde hay una amplia presencia de diálogos y en la que su ritmo se mantiene constante de principio a fin de forma que mantiene el interés del lector en todo momento.
“Los vivos van en el coche fúnebre
mientras los muertos siguen el cortejo. ¿Por qué vas de camino en camino?” (Página 115)
En El corazón del bambú se nos ofrece frece una imagen muy concreta de la idiosincrasia japonesa, una cultura milenaria regida por muchas normas no escritas pero respetadas con rigor. Los japoneses tienen una cultura y unos valores muy diferentes a los nuestros. Son mucho más medidos, con frecuencia se callan sus opiniones para no molestar, respetan profundamente a los demás y le otorgan mucha importancia a sus raíces. En esta novela vemos la manera en que sus habitantes se enfrentan a esta situación de máxima emergencia que se vive en el país, cuando muchos lo han perdido todo. Y este es el aspecto que más interesante me ha parecido en la novela. Aunque quizás me hubiese gustado que profundizara un poco más en el tema he de reconocer que lo toca en el punto justo para crear interés y que la novela siga siendo ágil.
Conclusión
El corazón del bambú es una novela muy plástica, entretenida y dinámica que se lee prácticamente del tirón y que además de ello tiene un espacio reservado para hacernos reflexionar sobre ciertas cuestiones que pasan desapercibidas en nuestra vida diaria.