Título: La emperatriz de Jade
Autor: Gregorio León
Publicación: Algaida, junio de 2013
Páginas: 532
En el fastuoso Berlín del Tercer Reich,
Sophie Larisson, una espléndida actriz que trabaja para los estudios de la UFA,
desaparece misteriosamente de las carteleras. Casi un siglo después, la
detective Daniela Ackerman se tropieza con ella cuando intenta resolver su
nuevo caso: encontrar un libro encuadernado en piel humana que le regalaron a
Hitler en su cumpleaños. Moscú, Berlín, Roma o Brighton esconden algunas piezas
de tan extraña misión, pero solo una película pornográfica puede explicarlo
todo: La emperatriz de jade.
A caballo entre el género histórico y la
novela negra, La emperatriz de jade nos sumerge en los secretos más recónditos
del alma humana, cuando el amor se confunde con la obsesión.
Mi experiencia con la novela
A pesar de
que el autor murciano Gregorio León ha publicado anteriormente otras cuatro
novelas no tenía ningún conocimiento del mismo hasta que La emperatriz de Jade llegó a mis manos. Este título es la secuela de
El último secreto de Frida K. novela
con la que comienza lo que podría ser una saga protagonizada por la detective
Daniela Ackerman en la que irá resolviendo casos independientes en cada entrega.
No he leído la anterior e incluso tuve conocimiento de ella al iniciar esta lectura.
Aunque no es necesario leer la anterior para disfrutar plenamente de ella, de
este caso en concreto, si que he encontrado algunas alusiones a la anterior.
Sobre todo en el aspecto de la vida privada de su protagonista la cual parece
haberse llevado un desengaño amoroso y está un poco tocada sentimentalmente en
esta.
En líneas
generales La emperatriz de Jade me ha
parecido una novela negra muy entretenida con un toque histórico muy
interesante. Una mezcla de realidad y ficción con mucha intriga, acción y un
argumento atractivo relacionado con el Tercer Reich un tema que a mí
personalmente siempre me interesa.
La historia
comienza cuando la investigadora privada Daniela Ackerman viaja a Moscú por orden
de su jefe para entrevistarse con Viktor Bronski, uno de los hombres más ricos
del mundo, una gran figura mediática y
un extravagante coleccionista de rarezas literarias y ejemplares exclusivos. En
el encuentro a Daniela le será revelado la existencia de una edición muy
peculiar de Mein
Kampf (Mi lucha, la novela
escrita por Hitler) encuadernado en piel humana que el canciller alemán recibió
en su quincuagésimo tercer cumpleaños de manos de Eva Broun y que ella debe
encontrar a cambio de la espectacular cifra de un millón de euros.
Los primeros
pasos en la investigación le llevarán a conocer la existencia de Sophie
Larisson, una actriz que trabajaba para los estudios de la UFA en Berlín
durante el Tercer Reich pero que desapareció repentina y misteriosamente. Tras
seguir esta pista Daniela se encontrará inmersa en una compleja trama que sólo
podrá reconstruir con la ayuda de diversos y muy distintos personajes, algunos
de ellas muy peligrosas y que no siempre le pondrán en el camino adecuado.
Aunque así
contada la trama puede resultar sencilla su desarrollo no lo resulta en
absoluto. Es una novela compleja que se desarrolla a través de varios hilos
temporales y distintas subtramas que nos llevan desde la actualidad hasta la
época dorada del tercer Reich, la II Guerra Mundial y lo que ocurrió tras la
caída del nazismo. Crímenes de guerra, la lista negra de los aliados, extraños suicidios
con capsulas de cianuro, vídeos de Hitler y películas pornográficas son algunas
de las piezas que Daniela ha de colocar en un gigantesco puzle. Quizás en algún
momento tantas piezas pueden llegar a resultar excesivas pero
su autor es capaz de ir hilvanándolas de forma totalmente coherente.
Gracias al
estilo de Gregorio León toda la complejidad que la novela presenta respecto a
la trama queda diluida a través de una prosa sencilla y amena pero muy cuidada
que no cuesta nada seguir aunque de ritmo algo irregular. La novela presenta un buen equilibrio entre
narración y dialogo aunque es este punto quizás uno de los más flojos en mi
opinión ya que se presentan de forma bastante irregular. En ocasiones son
naturales y creíbles y en otras me han resultado algo forzados con respecto a
los personajes o las situaciones. La voz
narrativa es una tercera persona omnisciente que va intercalando las tramas así
como los hilos temporales.
Los
personajes están tratados acorde con lo que el género suele ofrecer. No
presentan gran complejidad y su psicología no es determinante en la novela pero
al menos de los principales nos llevamos una imagen más o menos definida. La
protagonista de la historia es Daniela y al ser La emperatriz de Jade una continuación hay aspectos de su vida que
en la novela se tocan de pasada, como su desengaño amoroso, y que supongo que
se habrán detallado más en la primera parte. Es por ello que me he llevado la
sensación de estar ante un personaje incompleto. No afecta al desarrollo del
caso pero sí es un handicap no haber leído la anterior novela para conocer
completamente a la protagonista. Me ha gustado que Daniela no sea la típica
investigadora que se obsesiona por el trabajo. También encuentra sus momentos
para relajarse, comer con tranquilidad e incluso cuidar su aspecto.
Alrededor de
ella hay muchos personajes que se entremezclan y corresponden al pasado o al
presente todos con una participación justificada. Sería imposible detallarlos a
todos por igual pero resultan figuras fácilmente identificables en la historia.
Freddy Ramírez es un mexicano que ha huido de su país por miedo y que supone el principal colaborar de Daniela
en su trabajo. Su afición a internet le hace en muchas ocasiones ser quien tira del hilo y
encontrar valiosa información. Erika Stapleton es uno de los que más me han
llamado la atención. Una mujer que al final de su vida no ha podido olvidar un
amor que perdió al final de la guerra y que se codeó con grandes personajes del
régimen nazista. Entre personajes destacan el librero italiano Carlo Manfredi,
el amenazador Gutman, un editor llamado Otto Kramer, un director de cine, el
inquietante Viktor Bronski o Honercker un fotógrafo que trabajó para la UFA.
También me
gustaría resaltar dos aspectos fundamentales en la novela. En primer lugar la
excelente labor de documentación realizada por Gregorio León que se nota que ha
realizado un estudio del tema concienzudo y en segundo lugar por hacerla amena
y accesible al lector. Aunque algunos hechos suceden durante la II Guerra
Mundial es un tema que se toca de forma tangencial. Lo que sí es notorio es el
tema del nazismo no tanto desde el punto
de vista de sus simpatizantes como de aquellos que lucharon por castigar a las
grandes figuras del régimen que huyeron y se exiliaron en países como España o
Argentina tras su caída huyendo de las consecuencias. Por mi parte, desconocía por
ejemplo el Nakam, una organización extremista judía que a partir de 1945 tenía
como objetivo vengarse de los nazis al margen de la justicia. Sé que este es un
tema muy manido ya en literatura y que existen infinidad de libros que lo
tratan aunque La emperatriz de Jade
nos recrea algunas circunstancias menos conocidas.
También me
ha gustado el guiño que a través la UFA, el principal estudio cinematográfico durante
el Tercer Reich, hace al mundo de cine. A cómo trabajaban los actores y
directores en el régimen e incluso, aunque pudiese parecer impensable, las
películas pornográficas que se grabaron durante el mismo.
La emperatriz de Jade sucede en numerosos
escenarios tales como Berlín, Moscú, Madrid, Brighton, Roma, Londres, Murcia,
Vigo entre otros de forma que no se detiene mucho en cada uno de ellos pero
resulta muy dinámico al cambiar de localización constantemente.
He de
reconocer que esperaba un final mucho más frívolo de lo que en realidad me he
encontrado. Me sorprendió que varios capítulos antes de finalizar la novela se
cerrara una de sus tramas principales aprovechando el resto para atar el resto
de los cabos y proporcionar un emotivo final que sorprende y deja un buen
regusto en el lector.
Conclusión
La emperatriz de Jade más allá del
entretenimiento que puede proporcionar me parece una novela de argumento sólido
y coherente a pesar de su complejidad. Una
interesante mezcla de ficción y realidad con una dosis de intriga que hace de
su lectura una buena experiencia.