Título: Querida Amanda
Autora: Marlena De Blasi
Publicación: Ediciones Martínez
Roca, 2013
Páginas: 409
«Cher Maman:
Tú no me conoces. Quiero decir que no nos conocemos. Bueno, en realidad sí que nos conocemos, pero yo era muy pequeña y creo que tú también. Se me ha ocurrido que tal vez me eches de menos y quieras tener noticias mías. No quiero que te preocupes y por eso he pensado en escribirte para decirte que estoy bien. Me siento bien. Me llamo Amanda y soy tu hija.»
Cracovia, 1931. La joven princesa Andzelica, de tan solo dieciséis años, se obsesiona con un joven apuesto y elegante con el que mantiene una breve aventura de la que quedará embarazada. Su madre, la condesa Valeska, temerosa de que el honor de su ilustre familia quede mancillado para siempre, decide, en secreto y sin decirle nada a Andzelica, deshacerse de la criatura. Para ello deja a la pequeña Amanda, que nacerá con una grave malformación en el corazón, al cuidado de unas monjas en el convento de San Hilario, en Francia. La vida de Amanda será dura y difícil: una madre perdida, una rectora particularmente severa con ella y el recelo constante de sus compañeras del colegio. La única esperanza de Amanda será encontrar a su madre y averiguar por qué la abandonó...
¿Hay algo más fuerte e indestructible que el amor entre una madre y su hija?
Tú no me conoces. Quiero decir que no nos conocemos. Bueno, en realidad sí que nos conocemos, pero yo era muy pequeña y creo que tú también. Se me ha ocurrido que tal vez me eches de menos y quieras tener noticias mías. No quiero que te preocupes y por eso he pensado en escribirte para decirte que estoy bien. Me siento bien. Me llamo Amanda y soy tu hija.»
Cracovia, 1931. La joven princesa Andzelica, de tan solo dieciséis años, se obsesiona con un joven apuesto y elegante con el que mantiene una breve aventura de la que quedará embarazada. Su madre, la condesa Valeska, temerosa de que el honor de su ilustre familia quede mancillado para siempre, decide, en secreto y sin decirle nada a Andzelica, deshacerse de la criatura. Para ello deja a la pequeña Amanda, que nacerá con una grave malformación en el corazón, al cuidado de unas monjas en el convento de San Hilario, en Francia. La vida de Amanda será dura y difícil: una madre perdida, una rectora particularmente severa con ella y el recelo constante de sus compañeras del colegio. La única esperanza de Amanda será encontrar a su madre y averiguar por qué la abandonó...
¿Hay algo más fuerte e indestructible que el amor entre una madre y su hija?
Mi experiencia con la novela
Es muy difícil que una portada con
las características que esta presenta pase desapercibida ante mis ojos. Me
pareció preciosa y sugerente desde el primer momento en que la vi. Ya conocéis
mi afición a las novelas familiares y a la temática de la segunda guerra mundial
y que una novela reúna estos dos temas supone una lectura segura.
Esta es la historia de un abandono,
una culpa y una ignorancia.
Andzelica es una joven aristócrata
polaca que con dieciséis años se enamora de quien no debe y arrastrada por la
pasión y sin miedo a vivir ese amor se queda embarazada. Pero Andzelica nunca
llegará a conocer a su hija porque su madre, la condesa Valeska, para evitar la
vergüenza , el escándalo y salvaguardar el honor decide abandonar a la niña y
poner su cuidado en otras manos. La familia ya se había visto involucrada en
otro escándalo de adulterio y muerte y la condesa se asegura de que todo rastro
del nacimiento de la niña sea borrado de forma que nunca puedan llegar a
relacionarla con su hija.
Pero esta, sobre todo, es la
historia de Amanda una niña nacida con una malformación en el corazón que abandonada
en el convento de San Hilario situado en la campiña francesa crece en un
entorno complicado. Nunca llegará a conectar con las niñas internas que
estudian allí y aunque recibe todo el calor de las monjas también se encuentra
con del desdén de la madre superiora Paul, una mujer fría que considera a
Amanda el mayor de los incordios porque en el fondo le recuerda la niña que un
día fue y su dolorosa y trágica infancia. Obligada a permanecer en el convento
y vestir unos hábitos sin devoción debido a las circunstancias nada consigue
conmover su corazón de piedra. Por esto, no tiene ningún reparo en ser dura con
ella y en darle un trato distante.
Aunque Amanda cuenta con el consuelo
de Solange, una ex novicia que la cuida
y mima, sueña con reencontrarse con su verdadera madre y siente el dolor de no
conocer los motivos por los que fue abandonada.
Me ha resultado interesante la
construcción y vuelta de tuerca que se
da en algunos personajes. La autora nos presenta una imagen inicial de ellos asignándoles
unos caracteres muy concretos pero a medida que la historia avanza los va
modelando, explicando sus conflictos internos de forma que modifica nuestra percepción
inicial de ellos. No son personajes absolutamente buenos ni absolutamente malos
sino que se comportan según las circunstancias y según las experiencias que han
vivido. Son capaces de cambiar de registro según el entorno en que se
encuentren. Por poner algún ejemplo, Solange es caritativa y generosa con
Amanda, la acoge como si fuera su propia hija pero también es capaz de ser implacable
con su propia madre a quién no perdona o la hermana Paul en quien descubriremos
una vida difícil y una incapacidad para empatizar con los demás pero nunca se
separa de Jossette.
Quizás Amanda es un personaje
demasiado precoz, sus reacciones, pensamientos y forma de razonar corresponden
a una edad algo superior. A pesar de la sensatez y madurez que presenta es solo
un niña que desea reencontrarse con su familia, que no entiende el desdén de
sus compañeras o de la madre Paul, a quien incluso llega a considerar su madre
verdadera, una niña que conoce las limitaciones que le impone su propio corazón
y que le hacen diferente al resto de las niñas.
La prosa es evocadora, espesa e
incluso me atrevería a decir que de algún modo emula a
la novela clásica. Quizás peca de ser extraordinaria en detalles que por un
lado crea una ambientación excepcional pero por otro lado ralentiza la poca acción
que hay en la novela. No es este vuestro
libro si buscáis un argumento apasionante y un ritmo trepidante pero si os
gustan los detalles, la recreación perfecta de imágenes, paladear
tranquilamente las escenas es un libro que no os defraudará. La novela ensalza
sobre todo los sentimientos de los protagonistas a través de un narrador en
tercera persona pero intercala algunos pensamientos de los protagonistas en
primera persona de forma que nos acerca a ellos.
La novela se estructura en ocho
partes centrada cada una de ellas en un periodo de tiempo y en unos personajes
concretos. En esta historia no nos habla solamente de Amanda, sino que
llegaremos a conocer algunas circunstancias que sufre la condesa Valeska y
Andzelica, abuela y madre respectivamente de la protagonista a través de los
capítulos que la autora les dedica.
La historia nos traslada a los
escenarios de Montpellier en Francia y Cracovia en Polonia desde 1931 hasta
1945, un periodo de tiempo en que ambos países se vieron afectados por las
consecuencias de la Segunda Guerra Mundial. La contienda supone un punto de
inflexión en la novela, de forma que antes de declararse la vida transcurre en
un convento casi aislado del mundo, con su particular forma de vida, con su
mundo interior propio y sus exclusivas normas de convivencia. Un mundo ordenado
y tranquilo.
En 1940 el ejército alemán invade ambos
países, Polonia no resiste más de cinco días y poco después se produce la
capitulación francesa. La ocupación nazi deja a su paso disparos, arrestos,
muertes y persecuciones. Las calles pierden toda su tranquilidad, no hay lugar
seguro. La población comienza a conocer el hambre, la escasez de alimentos y el
miedo. En estas circunstancias Solange y Amanda deben cruzar un país que
depende del enemigo, donde no pueden moverse con libertad e incluso donde no es
fácil conseguir comida. Un viaje que en vez de durar un par de días se
convierte en una oscura travesía que tardaran años en cruzar.
En este punto de inflexión la novela
se torna más sombría y dura pero también la trama aumenta en interés y donde
Amanda deberá tomas decisiones cruciales para su vida.
En la novela se nos habla del poco
pudor de la clase aristocrática en ciertas cuestiones. En las que todo vale con
tal de de salvaguardar su propia figura. Mucho más importante que una vida
resulta la dignidad de la familia. Una vez declarada la guerra nos vuelve a
demostrar el egoísmo de esta clase, mientras todo el país acucia las penurias
ellos siguen recibiendo alimentos exquisitos y disfrutando plenamente de sus
privilegios.
Su desenlace es uno de esos en los
que es básico que el lector ponga de su parte. La autora no da nada hecho y quizás
ha dejado la historia abierta a una continuación (esto no es más que una
suposición mía).
Conclusión
Querida Amanda es una novela
recomendada para lectores que disfruten con las historias bien contadas, con
los pequeños detalles y con una buena ambientación. Una historia conmovedora sobre el amor de una madre y su hija.