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miércoles, 26 de junio de 2013

Prométeme que serás delfín - Amelia Noguera



Título: Prométeme que serás delfín
Autora: Amelia Noguera
Publicación: Amazón, mayo de 2013 (formato digital)
Páginas: 162

Una profesora de Primaria aparece asesinada en su aula. Algunas de sus alumnas, amigas desde siempre, intentan evitar la CATÁSTROFE y deciden investigar quién ha sido el culpable. ¿Quién querría ver muerta a Adela? La lista es muy larga pero otro hecho terrible la reduce drásticamente.

A través de su mirada de niñas pero con la aguda intuición de la curiosidad infantil, el lector se adentrará en el mundo de Sofía, su amiga hiperactiva que más odiaba a la profesora. También conocerá por sí misma a su madre, una doctora que vive solo para su hija.

Sin embargo, lo que las amigas descubrirán en su empeño, desearán no haberlo aprendido nunca.
Mi experiencia con la novela
A nuestro compañero Pedro de El búho entre libros llevo tiempo leyéndole maravillas sobre los títulos publicados por la escritora madrileña Amelia Noguera. Hace poco nos sorprendió con la propuesta de una lectura conjunta de la que es hasta el momento su última publicación y pesar de tener esperando sus anteriores títulos en el lector me apunté sin pensarlo.
Prométeme que serás delfín es una novela que además de contarnos una historia supone una crítica contra algunos aspectos de la sociedad actual pero sobre todo es una reivindicación para que abramos los ojos a una enfermedad difícil de diagnosticar y tratar.
Adela, una profesora de Primaria, es asesinada durante la celebración de San Isidro en un colegio. Dos de sus alumnas la descubren en el interior de un armario amordazada con celo emulando un castigo que ella misma aplicó sobre una alumna muy especial del centro.
Esta niña es Sofía, que padece el Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), una enfermedad que muy pocos a su alrededor parecen comprender y que es motivo constante de problemas entre la profesora y la madre de Sofía.
Un grupo de niñas, amigas de Sofía, deciden por su cuenta averiguar quién ha sido el culpable del crimen, para evitar la CATÁSTROFE que supondría que las llevarán a otro colegio y en definitiva fueran separadas.
 
A pesar de que la autora en su blog nos dice que esta es una novela negra muy diferente a las historias que ha construido hasta ahora yo no la calificaría como tal porque no es el aspecto que más destaca en la misma. Es cierto que hay un asesinato pero no tenemos una investigación policial ni unas pistas que seguir sino que este asunto está reservado a un grupo de niñas cuyas pesquisas no dejan de ser más que un juego infantil.
Más allá de la intriga que puede generar el descubrimiento del asesino, Prométeme que serás delfín  nos acerca a una enfermedad que no resulta muy conocida o que la hemos oído nombrar de pasada pero que hasta que no nos toca de cerca no podemos comprender su magnitud real. Las enfermedades que no presentan síntomas físicos evidentes a menudo son infravaloradas e incluso hay quien ni siquiera llega a creérselas. Resulta muy complicado desde fuera comprender el calvario que sufren tanto los que la padecen como las personas que los rodean. A través del personaje de Sofía vemos en profundidad como es la vida de los niños que sufren el  TDAH y la de sus padres. Los problemas para mantener la atención que desembocan en dificultad para realizar muchas tareas, la impulsividad, los cambios de humor y como afecta este comportamiento a sus padres que agotados llegan a la desesperación incapaces de controlar a estos niños y sentir que tienen una vida normal. Pero quizá la mayor dificultad sea la incomprensión y el rechazo de la sociedad. Ser diferente siempre es un lastre.
Amelia Noguera nos narra esta historia a través de dos voces en primera persona. Una es la madre de Sofía que impotente sufre sus propios problemas a la vez que soporta la carga que pesa sobre su hija. No es una lucha contra la enfermedad pues ella ha sabido aceptarla sino un combate contra el mundo para que comprendan que Sofía no es una niña impertinente o maleducada sino que padece un trastorno del sistema nervioso y que ella no lo puede evitar. La lucha comienza desde su propia casa puesto que su marido y padre de la niña se niega a aceptar que su hija padezca el TDAH, un trastorno que incluso está acabando con su relación de pareja.
María a pesar de ser médico nos lo narra desde su cualidad de madre, donde se confunden los aspectos más objetivos con los sentimientos hacia su hija, donde usa su percepción personal y no se pierde en tecnicismos médicos. Es su corazón quien nos habla directamente, a veces con tristeza, otras con visceralidad y otras con dureza.
“¿Mi corazón está roto? No. No. No. Mi corazón tiene que seguir latiendo por ella. Por ella me levanto y sigo luchando. Al alba, si he podido dormir algo, ya estoy despierta. He entrado en modo alerta desde que nació.
Cuídate, me dice mi psicólogo. Cuídate, las madres de niños con TDAH suelen requerir medicación. Otra terapia. Reconstruir un corazón quebrado de angustia es más difícil que abrir el pecho para insertarle un marcapasos. Mucho más difícil.”

La otra narradora es una de las niñas del grupo de Sofía, de quien no llegaremos a conocer el nombre, que desde su particular visión nos va contando como ningún niño ha sentido la muerte de la profesora a pesar de que los adultos los instan a que lloren y que expresen su dolor. Su única preocupación es que las saquen del colegio y no puedan volver a reunirse. Además nos cuenta su propia visión sobre el trastorno que sufre Sofía, a quien el resto de los niños no llegan a aceptar pero que ella ha encontrado la manera de vivir con naturalidad.
Como os decía la novela también realiza una mordaz crítica social a dos aspectos a los que la crisis económica que vivimos afecta de forma sustancial y que resultan básicos para el ser humano. Y la autora lo hace de forma implacable. Uno de ellos es la educación y otro la sanidad. Amelia Noguera crítica los recortes que afectan a los colegios públicos que cada vez en menor medida pueden hacer frente a las necesidades de ciertos alumnos pero también a las pocas implicaciones de algunos profesores que obtienen una plaza para siempre sin tener que realizar ningún esfuerzo para mantenerla. No importa que no sean capaces de empatizar y atender a los niños, no importa su método lectivo, su examen les da derecho a todo.
En materia de sanidad nos habla de cómo los recursos deben evitar ser “desperdiciados” en el eslabón más débil de la sociedad. Inmigrantes o parados de larga duración que poco pueden aportan a las arcas del estado. La Consejería de Sanidad calcula número sin poner caras a las cifras.
La novela está narrada con una sensibilidad excepcional pero sin caer el dramatismo ni en la tragedia absoluta, con cercanía pero también con valentía de forma que a la vez que es capaz de emocionarnos también lo es de verter sus críticas al sistema. El que utilice dos narradores involucrados en la historia  nos garantiza que seamos capaces de ponernos en su piel, de sentir igual que María y ver a través de los ojos de la niña. Dos puntos de vista distintos pero que convergen en una misma posción. Es una novela que atrapa de forma inmediata y que es muy difícil de dejar a un lado tras finalizar su lectura.
Conclusión
Prométeme que serás delfín es una historia que no defrauda. Conmovedora aunque también áspera en algunos momentos, realista y humana narrada con sencillez pero con también con profundidad.

«Tenéis que ser delfines: inquietos, creativos, inconformistas, valientes. Ahí está la solución para esta sociedad egoísta.»