Título: Penurias exquisitas
Autor: César Blasco
Publicación: Círculo Rojo, 2011
Páginas: 376
Mariano de la Barriga, el protagonista de esta historia, es muy especial. Es un tipo pedante y derrochador con gustos muy refinados y un carácter un tanto anticuado. Es soltero, funcionario de Hacienda y vive con su madre en el barrio barcelonés de Saint Martí.
El bueno de Mariano sabe disfrutar de todos esos pequeños placeres que la vida le propone. Sabe sacarle el máximo partido a su soltería y le encanta permitirse ciertos lujos de vez en cuando como adquirir relojes caros y ropa de marca. Su madre se ocupa de todas las tareas domésticas por lo que Mariano tiene mucho tiempo libre para dedicarse a una de sus mayores aficiones, y es que es un apasionado de los karaokes.
Pero cuando su madre muere repentinamente la vida de Mariano se torna una pesadilla. Él no sabe hacer nada, el mundo culinario es un misterio absoluto y ni siquiera sabe poner una lavadora. Así que Mariano sigue derrochando dinero a espuertas en los mejores restaurantes y viajes en taxis hasta que llega el momento en que su economía no puede sostener su ritmo de vida.
Mi experiencia con la novela
De forma previa al comienzo de la novela nos encontramos los agradecimientos como prólogo a la historia. Y estos van dirigidos a las editoriales que cerrándole las puertas le embarcaron en la aventura de auto publicar y auto promocionar su novela. Una experiencia sin duda muy fructífera y que el autor no desperdició en absoluto. Estas primeras páginas ya ofrecen al lector una idea aproximada de lo que va a encontrar en el libro y resulta inevitable sonreír con ellas ante el sarcasmo de César Blanco.
Penurias exquisitas es una novela cargada de humor, de situaciones hilarantes y las peripecias más descabelladas. Una novela capaz de generar un buen estado de ánimo en el lector a través del complicado mundo de la risa. Siempre se ha dicho que es más fácil hacer llorar que reír y este libro nos asegura más de una carcajada. Se trata de una historia “de locos.”
La novela comienza presentándonos al protagonista de la historia, Mariano de la Barriga. Un personaje tremendamente singular pero que conforma el alma de la novela. Un personaje extravagante que odia la ordinariez y le apasiona el decoro. Mariano vive con su madre de la que depende en cuanto a cuidados se refiere. Su madre cocina, limpia, plancha, le prepara la ropa y en cierto modo es el sostén económico a pesar de que Mariano cuenta con un modesto sueldo como funcionario de Hacienda. Y es que no puede resistirse a despilfarrar el dinero de forma desmesurada. Mariano gasta y gasta haciendo gala de un gusto exquisito, trajes a medida, relojes rolex, zapatos Martinelli así como en la tecnología más puntera aunque lo tenga que pagar a plazos. Además sería poco chic usar el transporte público por lo que no tiene dudas en usar el taxi como medio de transporte habitual.
Mariano es vago, machista y egoísta aunque en el fondo es una buena persona que se empeña con ahínco en su trabajo y hace gala de la más refinada educación. No siempre consigue agradar pero sus intenciones son buenas. Se esfuerza en hablar correctamente y con clase y le otorga mucha importancia a las buenas maneras y la elegancia.
En un principio nos puede parecer un personaje insufrible incluso puede llegar a crisparnos los nervios con ese toque un tanto rancio y el vocabulario pretencioso pero lo cierto es que poco a poco vamos tomando cariño a este hombre tan singular porque nos vamos dando cuenta que no se merece todo lo que le ocurre. En el fondo es tan inocente que no percibe la realidad de ciertas situaciones y los engaños de los demás. A veces viene muy bien un personaje de este tipo. Un protagonista que a lo mejor no nos cae bien, que no es un héroe dentro de la historia y con el que no es fácil sentirse identificado. Es uno de esos personajes que no se olvidan fácilmente.
Cuando la madre muere de forma inesperada el mundo de Mariano se viene abajo. No tanto por el dolor de la pérdida sino por el desamparo que supone no poder cuidarse de sí mismo. Y es que el pobre no sabe hacer nada. Sus conocimientos sobre cocina, higiene y otros menesteres personales son nulos. Y si en un principio sigue viviendo por encima de sus posibilidades supliendo con dinero las cadencias pronto se da cuenta de que la idea no es factible y comienza a darle forma en su cabeza a la idea de buscar una mujer que le cuide, cocine, planche y limpie para él.
A partir de este momento las situaciones mas hilarantes se van sucediendo sin darle ninguna tregua al lector. Mariano pasará por un sinfín de penurias y malentendidos cada uno más absurdo y grotesco que el anterior y donde la situación más cotidiana puede acabar de la forma más extravagante posible.
A parte de Mariano hay otros personajes significativos en la historia. Soledad, la mujer que puede hacer feliz a Mariano y que terminará colocándole en una situación delicada. O Teresa la suegra que un principio lo hace todo muy fácil para comenzar con los reproches a su debido tiempo y que aporta mucho juego en la novela.
El libro está narrado de una forma tan amena que casi sin darte cuenta habrás terminado su lectura. La prosa es muy sencilla y cercana a la par que correcta adaptando su registro según las necesidades del argumento o ciñéndose a la personalidad del personaje. Muy buen conseguidas las muletillas y forma de expresarse del protagonista que encaja perfectamente con su carácter. Una forma de hablar pesada y redundante que al principio puede que nos extrañe pero a la que le cogeremos pronto el hilo. El libro cuenta con un uso muy amplio de diálogos y el la voz de la tercera persona la que se ocupa de la parte narrativa.
El libro cuenta con un ritmo muy bueno. No dejan de sucederse las situaciones divertidas pero a la vez encuentran su lugar exacto. No son simples escenas cómicas hiladas con un argumento sino que tiene cierta coherencia dentro del contexto.
Detrás de todo este humor, en mi opinión, se esconde una mordaz crítica social. Al funcionariado, a la sociedad consumista, al machismo redomado y otras cuestiones que aparecen en el desarrollo.
Conclusión
Penurias exquisitas es un libro ameno y original narrado con un gran sentido del humor y mucha ironía. Una lectura agradable y recomendable para entretenernos y pasar buenos momentos cargados de risas junto a su peculiar protagonista.
En cierto modo, la novela me ha recordado a O´Toole en La conjura de los necios o algunos personajes del escritor Tom Sharpe.