“Gentes del Club… ¿Qué Club?, podrán preguntarse los potenciales lectores
que, al encontrar este ejemplar entre los puestos de saldos o en los
mercadillos de tercera mano, incurran en la excentricidad de ojearlo. Pues
bien, se trata del Club Knut nada más - que no nada menos-."
En Gentes del club se reúnen una serie de relatos que compilan diversas experiencias protagonizadas por los más selectos y también pintorescos miembros del Club Knut.
Como cualquier club, el Knut tiene una serie de características que son comunes en todos sus miembros. Y en este caso es que todos sus socios distraídos de cualquier modernidad han quedado anclados en el siglo XX y además comparten una pasión extrema por la cultura británica, dos manifestaciones que definen tanto sus pensamientos como su estilo de vida.
Cada uno de los singulares adeptos del club tiene un
perfil muy definido pero algo común en todos ellos es que comparten el carácter
excéntrico provocado por el anacronismo en el que viven. Su concepción del
mundo es muy distinta a la realidad actual y esta confrontación provoca
situaciones que dejarán perplejo al lector por su carácter extravagante,
hilarante y desopilante.
Reseña:Desde un principio supe que este libro no sería nada convencional. El concepto, a priori, me parece muy sugerente porque a mí personalmente tanto la literatura inglesa como su estilo de vida me atrae mucho. Además el libro ha resultado justo lo que esperaba.
Gentes del club comienza con un prólogo en el que el Secretario de la Junta Directiva, Carlos María de Alberti Cheesewill, nos introduce el concepto y las características de dicho club. Esta asociación está formada por un grupo de personas que como el mismo secretario dice están ancladas en el siglo XX, se han olvido de la modernidad y quizás estén a punto de extinguirse. Además todos ellos tienen una marcada anglofilia por la cual manifiestan una especial simpatía por las costumbres británicas.
El Knut es un club, al que solo
pueden pertenecer hombres pero cuya entrada no está prohibida a las mujeres. Se
trata de un lugar de encuentro donde disfrutar de comidas refinadas y líquidos
espiritosos. Un espacio que comparten ciertas personas ancladas bajo unas
normas, modales y unas tendencias sociales ya en desuso. En sus estancias se reúnen
personas que tienen un nivel socio-económico alto, ya sean funcionarios,
burgueses o aristócratas y como tales sus rimbombantes apellidos nos indican su
estirpe.
El libro nos narra ciertas experiencias
protagonizadas por algunos de sus socios. Un grupo de personajes extravagantes,
exagerados y muy peculiares que contrastan con el estilo de vida actual. Su concepción
del mundo es un tanto arcaica y por ello estos personajes no pueden parecernos
sino peculiares. Su comportamiento, desde luego, no puede ser menos que
ejemplar y sus modales exquisitos.
Mas que un libro de relatos,
considero que Gentes del club es la recopilación de una serie de anécdotas o
incluso parodias de ciertas costumbres o conceptos que este peculiar estilo de
vida provoca. Son once en total los relatos con los que podremos disfrutar y a
través de los cuales iremos obteniendo más información sobre las piezas esenciales
que forman parte del selecto y refinado Knut. Normalmente se basan es escenas
que narran experiencias muy concretas.
La tónica general del libro es,
al más estilo british, hacer uso del
sentido del humor más fino y sutil, el cual impregna cada relato. Siempre
narrados por uno de sus miembros conoceremos los inconvenientes que puede
acarrear el viajar en vehículos que uno mismo no puede controlar a través de la
propia experiencia que sufrió Juan Pablo Meunier Valdemar (perteneciente a una
de las familias fundadoras del Knut), la gran sorpresa que sufrió Pablo
Eyzaguirre en uno de sus habituales viajes a Turquía o la extraña historia
protagonizada por Pablo Eyzaguirre en Bosnia.
Porque estas personas tienen muy
claro lo que quieren como Juan Guillermo De Silva Johnburn que casi acaba con su
vida social cuando manifestó abiertamente su defensa del críquet como deporte o
como Jacobo Ignacio Martínez de la Pedriza decide arreglar a través de una
carta unos asuntillos con el banco.
Otros de sus personajes son muy
audaces y no pierden la ocasión. Así Pepe de Ávila-Smith consiguió levantar un
imperio de librerías debido al intento fallido de conquistar una mujer o como Francisco
García Valdemoral consigue un ventajoso matrimonio con una rica heredera a través
de sus amistades.
Yo sin duda me quedo con el
relato que más me ha gustado. Cosas que suceden todos los días, que nos
pone al día de como Jorge
García-Simancas consiguió a la chica de sus sueños y que quizás por su carácter
más romántico es el que más me ha llamado la atención.
Considero este un libro muy entretenido. Como veis los relatos cuentan con una temática muy variopinta y por ello es inevitable conectar de forma distinta con cada uno de ellos según los gustos particulares. Pero lo que es cierto es que es una lectura diferente, agradable y ligera y que por la extensión es imposible que aburran.
Al ser un libro que recoge
distintas anécdotas o escenas de distintos personajes y que cambian en cada capítulo
estos no llegan a estar dibujados en profundidad aunque tampoco es necesario. Su
carácter queda debidamente definido a través tanto de la breve información que
nos aporta el narrador como de su forma de actuar.
El libro está narrado con un
prosa que, aunque en un principio puede chocar, consigue perfectamente su
objetivo y enmarca definitivamente el estilo del club. Su cualidad principal es
que esta algo desfasada, con un lenguaje que nos traslada algunos años atrás y
donde se hace un uso de palabras obsoletas. A pesar de ello, el libro resulta
fácil de leer y la amplia presencia de diálogos agiliza mucho su lectura. El
narrador en todo momento mantiene un aire refinado y solemne, hace constantes
referencias al publico que lo escucha o en este caso al lector y le proporciona
una breve información antes de entrar en materia para así introducir a los
protagonistas de la historia.
A pesar de que cada relato tiene
una temática, el autor ha sido capaz de imprimir al libro una continuidad que consigue
principalmente a través de dos formas. Una es mediante el estilo narrativo (siempre
elegante y de la época que representa) y otra enlazando, en algunas ocasiones,
los relatos a través de ciertos personajes a los que en ellos se hace referencia.
Quizás lo que he echado de menos
es un capítulo que emule una despedida o un cierre más redondo. Ya que el
narrador se presentó en el prólogo y a lo largo de toda la novela existen
constantes referencias al lector, como si se tratara de un relato de tú a tú,
hubiera venido bien cerrar con unas últimas palabras dirigidas al lector que
dejarán una sensación de mayor plenitud.
Conclusión
Gentes del club es un libro que nos presenta una idea fresca y
atractiva. Un conjunto de relatos que hacen gala del más inteligente, fino y
sutil humor. Muy recomendado para aquellos lectores que busquen una lectura
diferente, ágil, y que consigue transportarte a otro siglo. Y esto quizás sea
lo mejor del libro que eres capaz de
imaginar con asombrosa claridad tanto las dependencias como los socios del club
sin que el autor apenas te de pistas.