Páginas

lunes, 4 de octubre de 2021

Un país con tu nombre - Alejandro Palomas


No es ningún secreto que adoro a Alejandro Palomas. He tenido la suerte de conocerle en persona (además es de los pocos autores a los que voy a ver en la feria del libro cada vez que viene), de mirarle a los ojos y ver qué había en ellos. Le sigo en redes sociales y me encanta su humanidad, su amor por los animales y lo cercano que es para nosotros, los lectores. Hay muchos autores que son activos en redes, que también interactúan con los lectores pero no llegan a transmitirte tantas cosas o tantas emociones como lo hace Palomas. 

Con Un país con tu nombre deja atrás, y esperemos que solo sea de momento, a esa familia que todos amamos y que ha protagonizado otras de sus novelas. Tengo que confesar que quiero más novelas de Amalia (no me cansaré de pedir que nos hable de la niña, la adolescente y la mujer joven que fue) pero también que no por ello creo que Un país con tu nombre sea peor novela. Y es que más allá de personajes y circunstancias las novelas de este autor te tocan el corazón pues en muchas ocasiones pone las palabras justas a cosas que no sabes como expresar.

En está ocasión nos encontramos con Jon que trabaja en el zoo cuidando de los elefantes. En concreto tiene una ardua tarea con Susi, una elefanta rescatada de un zoo que tiene problemas de conducta y para relacionarse con los demás.

Y luego esta Edith, un mujer de uno setenta años que vive sola con once gatos intentando superar la pérdida de su pareja. Edith y Jon son los últimos habitantes de una aldea abandonada. Una vez fueron solo vecinos pero ahora son amigos. 

Como el resto de sus novelas su argumento es sencillo en acción pero rico en emociones y sentimientos porque lo importante es que los conozcamos, que sepamos qué han vivido y por qué son como son. Nos hablará de la relación de Edith con su mujer, y sobre todo con Violeta, su hija. Una relación de amor-odio, que me ha parecido que refleja muy bien la realidad de algunas familias. Se quieren, no pueden vivir sin la otra pero se produce el choque constante entre ellas. Tienen asuntos que resolver pero no acaban de saber como afrontarlos lo que a menudo les genera sinsabores.

Y luego está Jon que debo decir que es un personaje que al principio me sorprendió encontrar porque no es el arquetipo de personaje que trabaja este autor. Aún así creo que lo ha dominado a la perfección. Como siempre sus personajes son intensos, profundos y emocionales. Conocerlos poco a poco es un placer. 

Un país con tu nombre es una novela que nos habla de esos sueños y ambiciones que habitan en nuestro interior y como a veces es necesario que ocurra un acto catalizador que nos impulse a luchar por ellos. En el caso de Edith es la noticia de la rehabilitación de un hotel rural en el pueblo y en el de Jon la noticia de su próximo despido. Y más allá de eso nos habla del amor, la amistad, de la pérdida, la soledad o de empezar de nuevo. No olvidemos que ya desde el punto en que se localiza, una aldea deshabitada, nos da la sensación de aislamiento y en cierto modo abandono.

Una cosa que me gusta de Palomas, en especial y que comparto con él, es ese amor que siente por los animales y que no solo está presente en sus obras sino que forma parte de su vida. Creo que en la novela otro personaje clave es Susi, la elefanta a la que le han hecho sufrir tanto dolor que no avanza. Se queda ahí, quizás regocijándose en ese enfado que a menudo sienten de forma perenne las personas que no son capaces de dejar su pasado atrás o que no son capaces después de eso de encontrar un sitio en el mundo. Es una elefanta pero ese sentir es muy humano. 

Os he querido dejar pistas sobre la novela sin concretar demasiado, porque hablar más de ella no tiene mucho sentido. Es de esas novelas que solo leyéndolas uno muy puede darse cuenta del valor y la grandeza de cada una de las frases que contiene. Una novela que saca a relucir tus emociones, que te hace sentir lo mismo que sus personajes e involucrarte en sus conflictos.