Páginas

viernes, 10 de febrero de 2017

Tonto de remate - Richard Russo



Título: Tonto de remate
Autor: Richard Russo
Publicación: Navona, octubre de 2016
Páginas: 494

Richard Russo, en la cima de su maestría, regresa a North Bath, en el norte del estado de Nueva York, y a los personajes que convirtieron Ni un pelo de tonto (1993) en «una novela
todavía más urgentes…, pero también está Carl Roebuck, que se ha pasado la vida haciendo las cosas mal para ascender, pero puede que esta vez el método no le funcione. Grandiosa, revoltosa, con resonancias interminables y una esperanza humana irrefenable», tal como lo dijo The Boston Globe.

El irresistible Sully, en cuyas manos ha caído una fortuna inesperada, se enfrenta a un diagnóstico del médico de la Asociación de veteranos, según el cual le queda entre uno y dos años de vida, y le cuesta mucho esconder la noticia a las personas más importantes de su vida: Ruth, la mujer casada con la que mantiene una relación desde hace años; Rub Squeers, el súper gafe, tan preocupado de asegurar que Sully siga siendo su mejor amigo; su hijo y su nieto, de cuyas vidas se ausentó antaño (y ahora lo lamenta). También disfrutamos de la compañía de Doug Raymer, el jefe de la policía local, obsesionado con averiguar la identidad del hombre con el que estaba a punto de huir su mujer si no llega a padecer, justo antes, un extrañísimo accidente mortal. Y de la del alcalde de Bath, Gus Moynihan, excatedrático, cuya esposa plantea problemas

Mis impresiones

No hace mucho que os hablé en el blog de Ni un pelo de tonto, la novela que en teoría (digo en teoría porque su lectura puede ser completamente independiente) es el volumen que antecede a la historia de Tonto de remate y que ha visto la luz este mismo año, trece después de que se publicara su primera parte. Navona ha publicado la segunda y casi al mismo tiempo reeditó la primera. Ya os dije entonces que tenía proyectado leer Tonto de remate y espero poder hablar de ella sin hacer demasiadas alusiones o revelaciones importantes a la anterior.

Tal y como sucedió en Ni un pelo de tonto, en esta ocasión también nos vamos a situar en el mismo y pequeño pueblo de Norteamérica llamado North Bath. Ha transcurrido algún tiempo desde entonces, algo así con una década. Sin embargo, mientras el pueblo se enfrenta a la misma decadencia que lleva arrastrando los últimos años, la vida de algunos de sus vecinos (que ya conocimos) ha cambiado sustancialmente. Algunos han tenido una racha de suerte, otros han desaprovechado oportunidades aunque algunos de estos se han aferrado a lo que ya tenían sin perder nada.

En esta ocasión nos volvemos a encontrar una novela que sigue la misma línea que la anterior con una historia que es una montaña rusa de emociones. Seguimos conociendo la vida de los habitantes de North Bath, con sus alegrías y sus miserias, con sus momentos más lamentables y los más esplendorosos. Todo ello marcado por su sentido del humor e ironía que hacen que muchas de estas situaciones nos diviertan mientras que en otras ocasiones nos resulten más emocionantes o incluso patéticas en alguna que otra ocasión.

Tonto de remate es también una novela prácticamente coral donde hay muchos personajes que nos presentan sus peripecias y las situaciones que van viviendo. Sin embargo, hay un cambio bastante evidente con la anterior. Si en Ni un pelo de tonto el personaje estrella y en quien Russo focalizaba la acción era Sully (un sesentón lisiado y con mala suerte que como ya os comenté me pareció un personaje magnifico al que el lector iba queriendo poco a poco) ahora es Douglas Raymer, el jefe de la policía local, quien ocupa su puesto y a quien le vimos en un papel muy limitado en la anterior. Otro personaje al que el autor pone en la cuerda floja en muchas ocasiones. Es cierto que en algunos momentos he echado de menos que Sully (no esperaba que Russo lo dejara tanto de lado) tuviera un peso mayor en la novela pero también tengo que reconocer que Raymer es un sustituto de altura. Otro personaje complejo, quizás incluso más, que tiene una construcción poliédrica y que da mucho al lector. Raymer es viudo desde hace un año y lo único que quiere es averiguar con quien le engañaba su mujer antes de fallecer. La clave está en un simple mando a distancia de un garaje que por supuesto no sabe que puerta acciona.

Pero Sully, que anda más o menos por los setenta años, no ha desaparecido por completo y la mala suerte aún le persigue. Ahora que ha logrado hacerse con un buen pellizco de dinero, que le evita arrastrar su maltrecha rodilla en trabajos apestosos y mal pagados, y que solucionó una parte de los problemas que tenía con su hijo, un diagnostico le ha revelado que no le queda mucho tiempo de vida. Rub, Carl y algunos otros siguen al pie del cañón mientras que de otros personajes no hemos tenido más remedio que despedirnos. Y los que están ahí siguen con sus problemas de dinero, sus relaciones familiares más o menos turbulentas, sus sueños, miserias o ambiciones. Y en sus vidas parece no ocurrir nada excepcional pero no obstante siempre están dadas al cambio.

Y como no, también como otro personaje más dentro de la novela y circunscrito en su historia está North Bath, un pequeño pueblo donde todo el mundo se conoce y es inevitable que unos interactúen, de forma accidental o no, con otros. Un pueblo sembrado por la desesperanza que le produce los intentos infructuosos de salir hacia adelante. Eso y el olor fétido que lo  inunda cuando sube la temperatura.

Tonto de remate no es una de esas novelas para leer con prisas. A pesar de que su autor narra con fluidez, con diálogos muy ingeniosos, a golpe de enredos y situaciones caóticas que hacen que sea muy amena en ocasiones es una novela que hay que digerir. A veces parece que Russo cuenta por contar pero luego te das cuenta de que todo lo que explica, alude o sucede a sus personajes nos muestra algo de la sociedad o de la naturaleza del ser humano. A veces imprime un marcado carente de comedia para poco después sorprendernos con algún momento más tierno, con incluso alguna maldad que deja caer sobre sus personajes.

Y por último y como en la reseña de Ni un pelo de tonto algunos hicisteis referencia a que la portada que os parecía demasiado sencilla os aclaro que la que aparece en la cabecera de la reseña es solo la sobrecubierta. Así que también os dejo la portada.

Conclusión

Tonto de remate es una novela de humor, irónica, sarcástica y divertida que no obstante te deja algunos momentos amargos aunque muy buen sabor de boca al terminarla.


Puedes comprar Tonto de remate aquí: