viernes, 27 de enero de 2017

Respira, Rebeca, Respira... - Bárbara Alves



Título: Respira, Rebeca, Respira...
Autora: Bárbara Alves
Publicación: Ediciones B, enero de 2017
Páginas: 309

¿Te has probado toda la ropa del invierno pasado y solo te sirve la bufanda?
¿Tienes un sueldo asombroso, capaz de dar risa y pena al mismo tiempo?
¿Tus hijos te vuelven loca (y no precisamente de amor)?
¿El grupo de WhatsApp con tus amigas está lleno de calificativos cariñosos como «zorra» o «hija de puta»?
¿Tu marido es un genio del escaqueo?
¿Hay veces que te gustaría desaparecer del mundo con un bote gigante de Nutella?
Si has contestado «sí» a tres o más de estas preguntas, entonces no hay duda: esta es tu novela. Necesitas urgentemente una buena dosis de risas y lectura.

Engánchate al fenómeno #RespiraRebecca.

Rebecca, la protagonista de esta novela, tiene tres hijos, un marido guapísimo con tendencia al escaqueo, una madre pesada y adorable, un trabajo de mierda y un grupo de amigas totalmente locas.
Rebecca piensa que los problemas son muy maleducados. Tienen la fea costumbre de aparecer todos juntos, sin avisar.
Rebecca es imperfecta, malhablada, ingeniosa y sincera.
Tal vez como tú…

Mis impresiones

Hace bastante tiempo que no leía una novela de estas características ya que mis últimos intentos terminaron bastante mal con dos o tres novelas en las que apenas llegué a la página cincuenta. Y no es porque el Chick-lit no me guste sino que no me gustan todas las novelas que se inscriben dentro del mismo. Hay algunas que yo creo que se van de las manos y solo aglutinan escenas que pretenden ser divertidas y tan solo vemos encadenar un cliché tras otro. Pero cuando me llegó la oportunidad de leer Respira, Rebecca, respira… me dio buenas vibraciones y no me lo pensé demasiado. Y la verdad es que me alegro porque me he lo he pasado bastante bien leyéndola.

“—Keanu, si vuelves a contestarme, te quedas sin PlayStation. —Se lo digo despacito, susurrando, cerca de su oído, al más puro estilo de El Padrino.
—¡No me quieres, mamá, no me entiendes! ¡Todos vais en mi contra! —Parece que está a punto de llorar, pero yo sé que no, que es teatro; de todas maneras, si sigue mirándome con esa carita de rebelde incomprendido, no tardaré mucho en claudicar.”

Rebecca, la protagonista de esta historia, es una mujer de treinta y ocho años que trabaja como recepcionista en un gimnasio de lujo, una tarea que realiza sin demasiado entusiasmo. Está casada con Diego, un hombre guapísimo por el que está loca y es madre de tres niños ¿adorables?. Su vida es bastante normal hasta que un día, de repente, todo parece complicarse a la vez. Sus amigas parecen estar volviéndose locas, en el trabajo cada vez hay peor ambiente, sus hijos la cansan en exceso y su marido… ¿Dónde narices se habrá metido su Diego?

Respira, Rebecca, respira… es uno de esos libros ideales para coger cuando buscas una lectura ligera que te permita desconectar y no pensar en nada más ya que es una novela divertida, amena y rápida. A mí la historia me enganchó desde el comienzo y me ha gustado leerla. Me ha parecido muy fresca y muy actual con una protagonista muy normal, llena de defectos y con una vida que tampoco es perfecta. Como yo creo que nos ocurre a todos, Rebecca para a pasar por un momento de bajón.

La protagonista es una mujer de treinta y ocho años un tanto peculiar. Es nerviosa, impulsiva, contestona y malhablado entre otros defectos bastante aparentes. Pero es un personaje que me ha caído bien desde el principio por sus ocurrencias y lo descarada que es. Y aunque yo no me he visto reflejada en ella creo que habrá gente que si pueda hacerlo. Es cierto que la autora no renuncia a ciertos clichés pero también es verdad que Rebecca dentro de sus kilos de más, su pelo indomable y su poco estilo para vestir no es una mujer traumatizada con su físico ni obsesionada con los cánones habituales de belleza. Yo incluso diría que se reconoce a sí misma tal como es y se siente a gusto.

Como madre tampoco es perfecta. Sus tres retoños la vuelven loca. Y es que cuidar de un adolescente perdido entre las hormonas, una niña de nueve años que parece tener una inteligencia de un adulto y un bebe de dos años con un carácter muy fuerte puede ser agotador. Por eso de vez en cuando Rebecca intenta escaquearse y se pierde en las redes sociales. El elenco de secundarios son las personas con las que se relaciona en su día a día. Diego, el marido por el que es capaz de perder los papeles y que cada vez pasa más tiempo fuera de casa, Sofi, la estirada de su jefa y a la que Rebecca no le cae del todo bien, su amiga Janet, en busca de la venganza contra la nueva pareja de su ex son solo algunos de ellos.

El tono narrativo de la autora es fresco, con desparpajo, hilarante y con mucha mala leche, lo que también es un punto a su favor. La novela tiene un ritmo muy ágil y se lee con muchísima facilidad. Lo que quizás no me ha gustado tanto es la cantidad de palabras malsonantes que contiene. No es que me hayan molestado hasta el punto de condicionarme en sentido negativo a la hora de la lectura pero hubiera podido prescindir de ellas.

Conclusión

Respira, Rebecca, respira… es una historia que me ha parecido divertida, amena y entretenida. Con una protagonista desastrosa y un punto de mala leche te saca más de una sonrisa.
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