miércoles, 3 de agosto de 2016

El noviembre de Kate - Mónica Gutierrez



Título: El noviembre de Kate
Autora: Mónica Gutiérrez
Publicación: Roca editorial, julio de 2016
Páginas: 310

En vísperas de una tormenta de nieve, un viernes tras las barra de galeón pirata de un bar escondido, un barman procedente del Loira espera la llegada de Kate, la chica del extraordinario cabello flotante y de larguísimas bufandas. Kate vive en un edificio antiguo como su propia tristeza y hace tanto tiempo que se ha dejado llevar por la rutina que ya no recuerda el sentido de los pequeños detalles, la aventura escondida en las sorprendentes pistas cotidianas, la sal de la vida. Un extraño jardín y una emisora de radio colgada del cielo en una buhardilla de madera constituyen su refugio para ese otoño. Y, sin embargo, aunque en la pequeña ciudad de Coleridge todos ignoren las advertencias de un excéntrico meteorólogo, el tiempo está a punto de cambiar el noviembre de Kate de la mano de un hombre bueno con planes de venganza, un sábado de tortitas y la risa de los argonautas.

Mis impresiones

A Mónica Gutiérrez (o Mónica-Serepindia) la conozco desde hace tiempo a través de su blog al que soy asidua. Hace unos años publicó Cuéntame una noctalia, su primera novela y una historia llena de magia y sutilidades. Aunque más tarde publicó Un hotel a ninguna parte aún no he tenido la ocasión de leerla por falta de tiempo a pesar de está en el kindle. Con todos estos precedentes no es extraño que ya tenga una opinión formada de ella como escritora.

“Podría decir que soy el autor de esta historia. Pero os estaría mintiendo.
Cuando les pedí a Kate y a Don que pusieran por escrito los recuerdos de aquellos días, no tardeé en ser consciente del valor de sus palabras.”

Esta es la historia de Kate y Don. Ella lleva una vida solitaria en el antiguo edificio donde vive y trabaja desde hace siete años como secretaria para un alto ejecutivo dentro de una importante consultoría. No es el trabajo de su vida, tiene un jefe que no para de gritarle y la molesta a horas intempestivas para solicitarle asuntos laborales pero al menos le sirve para vivir mientras espera encontrar algo como periodista, que es para lo que se ha formación. Don es un policía de la UDIF (la unidad de Delitos Informáticos Federal) que está obsesionado desde hace años con llevar a cabo una venganza que por fin libere su alma.

Algunas cosas tendrán que pasar para que estos dos personajes se encuentren: un misterioso jardín, un programa de radio en una emisora local situada en un viejo edificio de Longfellow, un bar escondido entre las paredes de un hotel de lujo y una gran tormenta de nieve harán que estos dos personajes cambien su forma de ver el mundo.

El noviembre de Kate ha resultado ser justo la novela que esperaba conociendo a su autora. Una lectura deliciosa impregnada de una ambientación mágica, unos personajes adorables y un aire romántico que flota en el ambiente. Y no solo porque en la novela nos vayamos a encontrar una historia de amor, que la hay, sino porque Mónica lo impregna todo como de un aire nostálgico y muy dulce (que no llega a empachar al lector). Pero además de este ingrediente nos vamos a encontrar una segunda trama que aporta mayor misterio a la novela. Pero de esta nos os voy a hablar ya que es mejor que cada uno la descubra por sí mismo.

Los dos protagonistas tienen sus propias deudas con sus vidas. Kate está sumida en la rutina, la tristeza y la soledad. Su familia se marchó desde Coleridge a Barcelona y ella se quedó bastante sola. Y en el amor tampoco ha tenido mucho éxito desde que su última pareja la abandonara poco antes de casarse. Tampoco ha logrado conseguir un trabajo que la satisfaga y con el paso del tiempo se ha visto anclada, por voluntad propia, a un trabajo que le causa tedio y en el que no es valorada como se merece. Don en cambio vive muy apegado a su acogedora familia. Es un buen hombre y un policía honrado pero arrastra una carga demasiado pesada del pasado. Algo que le obsesiona y que quiere vengar. Todos los viernes se reúne con un grupo de amigos, los mejores hackers informáticos, en el bar del Hotel Ambassador con la tecnología más puntera para intentar traspasar la barrera que por fin de alas a su proyecto. Un personaje que me ha encantado y al que la autora pone en una situación difícil. Puede llevar a cabo su venganza delinquiendo o puede dejarlo correr y seguir con esa espina que lleva dentro.

Son dos personajes que enseguida consiguen la complicidad del lector. No son complejos y sus problemas resultan muy reales porque lo que resulta muy fácil comprenderlos. Pero no son los únicos que figurarán en esta historia ya que también nos encontraremos con simpáticos personajes como Norman y Charlie, el padre y el hermano de Don, los argonautas, que son dos vecinos muy revoltosos, Pierre, el apoyo incondicional de Kate, un meteorólogo en paro llamado William Dorner, Punisher y Sierra, que apoyan a Don en su investigación entre algún notro más.

Y no es muy como lo hace pero Mónica consigue que algo especial flote en el pueblo de Coleridge, un algo nostálgico que impregna la historia y que se transmite al lector. Además las referencias a la literatura del romanticismo (que no es lo mismo que la novela rosa) tienen un espacio en la novela que no podía ser de otra manera. Con personajes apasionados capaces de hacer cualquier cosa por amor, edificios antiguos, un jardín enigmático o un gran temporal que pondrá en peligro la vida de los habitantes de Coleridge se establece una especie de paralelismo con esta corriente literaria.

Y Mónica Gutiérrez nos relata esta historia de una forma muy especial. Su estilo es depurado, elegante y acogedor a la par. Serán tres los narradores que pongan voz a la historia. Dos de ellos son los propios protagonistas de la misma que nos van dando sus impresiones en primera persona y hacen que los entendamos por dentro y la tercera voz narrativa es otro de los personajes que a través de su diario nos da otros datos aunque sus incursiones son puntuales y no demasiado extensas.

Conclusión

El noviembre de Kate es una novela que te hace sentir muy bien durante su lectura. Tanto su trama como la forma en que se nos transmite son muy agradables y te impregnan de emociones muy positivas. Por supuesto, la recomiendo.