jueves, 21 de enero de 2016

Max y Mía y los piratas (The Yellow Van 2) - Vita Dickison / Roser Calafell



Título: Max y Mía y los piratas (The Yellow Van 2)
Autora: Vita Dickinson
Ilustración: Roser Calafell
Publicación: La galera, noviembre de 2015
Edad: a partir de 4 años
Tamaño: 24 x 24 cm
Páginas: 48

La Yellow Van ha viajado de noche, mientras la familia duerme. Cuando Max y Mía se despiertan, el olor a sal, el sonido de las olas, las cuerdas y las velas, les hacen sospechar que están en un barco pirata. ¿Qué aventura vivirán mientras surcan los mares?

Mis impresiones

Max y Mía y los piratas es el segundo volumen de una colección titulada The Yellow Van en la que una familia viaja en una furgoneta mágica por el tiempo a lugares escondidos y exóticos de diversas partes del mundo viviendo aventuras inigualables pero sobre todo muy divertidas. El primer título de la colección es Max y Mía en la prehistoria al cual sigue el título que os traigo a la sección infantil.

La familia que protagoniza esta historia es la madre, una mujer alegre y risueña a la que le encanta bailar y cantar. El padre es todo en un manitas siempre dispuesto a poner a punto la caravana para emprender un nuevo viaje. El hermano mayor es un muchacho tranquilo al que habitualmente se puede encontrar con un libro en la mano. Pero las verdaderas estrellas de esta historia son Max y Mía, los más pequeños de la familia. A Max le encanta viajar por todo el planeta mientras cuida de su hermana pequeña, una niña cabezota, curiosa y bastante traviesa.

Todo comienza cuando los padres pretenden comprar un coche pero la vecina termina convenciéndoles y les vende una furgoneta vieja a la que el motor no le funciona demasiado bien (¿cómo se habrán dejado convencer para comprar algo así?). Además huele a sardinas. Pero una vez se ponen en marcha el cacharro se transforma y se eleva viajando mientras sus ocupantes duermen. Cuando llega la mañana es hora de explorar nuevos lugares.

En Max y Mía y los piratas, “The Yellow Van” les ha llevado a un nuevo lugar en el que ven el mar y huele a pescado recién cocinado. Y claro es que la furgoneta ha aparcado en la cubierta de un barco pirata. Cuando estos los ven quieren apresarlos y pedir un rescate por ellos. Y de esta forma comienza una nueva aventura de la familia en que la que comprobarán lo dura que es la vida en un barco, navegarán a la deriva y ¿quién sabe como acabará la historia?


Esta es una historia sencilla que está indicada a los pequeños a partir de cuatro años y que les seducirá por ser un libro donde no faltan las aventuras, con un ritmo trepidante y unos personajes muy simpáticos. La historia, obra de Vita Dickinson, se va contando con sencillez, mucho sentido del humor y a golpe de rima por lo que el texto tiene mucha musicalidad.

Las ilustraciones,  que ocupan la doble página al completo y en las que se sobrepone el texto, son obra de Roser Calafell (que es una ilustradora con mucho éxito que formó parte del equipo que ideó Las tres mellizas) y resultan muy divertidas, con personajes muy expresivos y gran cantidad de detalles y colorido.

Además la edición es muy completa porque al final hay un capítulo dedicado a curiosidades sobre la vida de los piratas que puede responder a algunas de sus preguntas. A menudo los niños cuando conocen historias y personajes se preguntan si son realidad o ficción y en este apartado se aclara su existencia, a qué se didicaban y cuál fue su origen además de algunos nombres de piratas famosos tanto en la ficción como en la realidad.

Como último apartado encontramos juegos basados en encontrar las diferencias entre dos imágenes, en adivinar frases ciertas o erróneas u encontrar objetos que no se corresponden a la época que representa la historia. De esta forma aprenden mientras se divierten.

Por ultimo en la solapa de la contraportada posterior encontrarán una figura construible en cartón de la furgoneta amarilla. Y todo ello a un precio estupendo que no llega a los 7 euros.

En  conclusión, la clave de Max y Mía y los piratas es una historia de aventuras que desborda imaginación y simpatía.