miércoles, 25 de marzo de 2015

Un otoño en California - Noemí Rivera



Título: Un otoño en California
Autora: Noemí Rivera
Publicación: Carena, septiembre de 2014
Páginas: 301

Irene es una estudiante vasca que aterriza en California para cursar el primer trimestre de su último año de carrera. Desde que pone el pie en ese desconocido país, que irá descubriendo poco a poco, no dejarán de sucederse todo tipo de situaciones divertidas e hilarantes en compañía de su peculiar grupo de amigos europeos.

Fiestas, alcohol, drogas, sexo y estudios serán los pilares del día a día de Irene, una chica con una poderosa capacidad para meterse en líos. Pero ojo, esta no es una típica historia más de jóvenes universitarios, porque Irene no es una chica como las demás.
Numerosas situaciones fantásticas e irreales formarán parte del mundo de Irene: retretes parlantes, apariciones satánicas, vampiresas, alienígenas, brujas… Una vuelta de tuerca al realismo mágico.

Mis impresiones

Me gusta tener a mano ese tipo de novelas que una coge sin demasiadas pretensiones y con el único objetivo de pasar un rato despreocupado y entretenido. Este tipo de historias me relajan cuando tengo en la mente demasiadas cosas. Y para cumplir este objetivo Un otoño en California es una buena novela. Su autora, Noemí Rivera, ha construido una historia ligera, entretenida en la que incluye divertidas ilustraciones, anécdotas reales que ella misma ha vivido (y en las que se inspira esta novela aunque supongo que algo exageradas) y lo combina con una imaginación desbordante.

La historia arranca en el año 2008 cuando Irene, una joven estudiante vasca, llega a California para cursar el último año de la carrera de Comunicación en la Universidad de Santa Clara. Allí, a diez mil kilómetros de su hogar y un viaje de más de diez horas, emprenderá una nueva etapa en su vida y se sumergirá por completo en la cultura norteamericana. Acompañándola en sus aventuras y desventuras encontrará un grupo de estudiantes europeos que serán cómplices de sus travesuras.

Mientras se adapta a su nueva vida comenzará a vivir todo de tipo de situaciones sin renunciar a las fiestas, el alcohol, las drogas y el sexo. Pero Irene tiene una forma muy particular de hacer frente a las circunstancias comprometidas o embarazosas y es que Irene tiene una gran capacidad para mezclar la realidad con la ficción.

La novela no es más que una sucesión de escenas más o menos divertidas y desenfadadas que vive la protagonista. Si en principio están basadas en el proceso de adaptación que debe sufrir Irene cuando llega a un país de costumbres tan distintas en todos los aspectos como las relaciones humanas, el idioma, la alimentación o el propio ambiente universitario con el transcurso de las páginas la novela se va tornando un poco más seria tocando incluso algunos temas más delicados. Y es que Irene, como cualquier otra persona, también ha sufrido por amor. Hay veces que justo cuando una está más tranquila, el destino nos hace enfrentarnos de nuevo a historias que casi teníamos olvidadas.

Si el comienzo de esta novela es muy típico y nos puede recordar a otras del estilo, conforme avanzaba en la lectura me resultó muy agradable ver que la trama abandonada el camino que yo esperaba para sorprenderme con algunos acontecimientos y giros que hacen la historia más atractiva. Noemí Rivera hace gala de humor muy ácido, que a mí en particular no me ha hecho sonreír a carcajadas pero que en muchas ocasiones me ha sacado una sonrisa. Y es que hay situaciones que son algo exageradas pero que en el fondo tampoco distan tanto de la realidad.

Quizás lo mejor del libro es la gran imaginación con la que está construida la historia que hace a la protagonista vivir situaciones completamente surrealistas. Bueno más que una vivencia se trata de sus propias percepciones o la imaginación con que afronta las misma. Sus conversaciones con retretes, con el Fantasma del Adiós o su Caballero blanco se mezclan con la presencia de Cupido, alguna que otra bruja o el mismo Demonio.

La protagonista de esta historia es Irene, una joven vasca de veintiún años que tiene una predisposición especial para meterse en diversos líos. Nunca se había alejado demasiado de su hogar hasta el momento en que decide cruzar el charco para olvidarse de algunos temas pendientes y renacer. Me gusta el optimismo con que afronta los problemas y su capacidad de sacarle punta a todo lo que se va sucediendo. Y ella se deja llevar. Como nos pasa a todos incurre en contracciones y cambios de opinión. Entre las fiestas, el alcohol, las resacas, los estudios también tendrá tiempo de pensar en el sexo contrario pero al final tendrá que tomar una decisión que marcará su vida para siempre.

A su alrededor existen una serie de personajes secundarios que complementan a la protagonista y que irán generando distintas sensaciones en el lector. No hay que esperar en este tipo de historias caracteres muy complejos porque no son necesarios aunque sí que sean fácilmente identificables.

Un otoño en California está narrada con un estilo sencillo, ágil y fluido donde a menudo su autora echa mano de expresiones coloquiales que reflejan bien las características del personaje, una chica joven que utiliza las mismas muletillas que la gente de su edad. La novela se estructura en dos partes divididas en dieciocho capítulos. La historia además resulta muy dinámica porque insertadas en la historia existen viñetas, ilustraciones en blanco y negro muy desenfadadas que representan sobre todo la forma en que la protagonista imagina las situaciones que vive. Tampoco es difícil encontrar correos electrónicos o mensajes de móvil.  La voz narrativa es en primera persona a modo de diario en la que Irene va anotando todo lo que sucede datando con fechas (transcurre en 2008) cada mueva anotación. El final me ha sorprendido un poco.

Conclusión

En mi opinión Un otoño en California es una novela entretenida que va de menos a más. Una novela que desborda imaginación y en la que conoceremos la aventuras de una joven española en California.