viernes, 14 de noviembre de 2014

Retrato de familia - Barbara Delinsky



Título: Retrato de familia
Autora: Barbara Delinsky
Publicación: Debolsillo, febrero de 2009
Páginas: 335

Dana y Hugh Clarke, una joven, exitosa y enamorada pareja, esperan su primer hijo. Sin embargo todo su mundo se desmorona cuando nace Lizzie. Es una niña sana y hermosa, pero no es tan “blanca” como ellos.

Ante la sorpresa y la inquietud de Dana, todos clavan su mirada acusadora en ella. Hugh empieza a distanciarse y refugiarse en el trabajo, como si hubiera perdido la inalterable confianza que siempre ha marcado la relación entre ambos. Sus suegros y cuñado rechazan ver a la niña y aceptarla en la familia. Sus amigos ni siquiera se atreven a hacerle preguntas.

Pero Dana quiere, necesita saber. Para descubrir la verdad, emprende un doloroso viaje por la historia de su familia y la de Hugh en el que desenterrará secretos guardados por la hipocresía y el miedo.

Mis impresiones

No siempre una elige bien sus lecturas. Hay libros que irremediablemente nos atraen por su portada, su sinopsis o la temática que tocan y luego no resultan ser lo esperado. Este es el caso de Retrato de familia que llevaba algún tiempo en mis estanterías esperando su turno y ha sido una lectura con la que prácticamente no he conectado desde sus primeras páginas.

En mi opinión la historia parte de una atractiva premisa a pesar de que un tema como es el racismo esta algo visto ya a estas alturas pero página tras página cae en los típicos clichés vistos mil veces y que no aportan nada nuevo. Creo que solo hubiera resultado una historia novedosa de haber sido escrita en los años sesenta o setenta.

Os lo he dicho algunas veces. Que me cuesta escribir reseñas tan negativas en parte porque la mayoría de veces ni siquiera termino el libro. No lo hago al menos que encuentre un punto positivo y Retrato de familia me ha resultado todo un despropósito. No me ha gustado el desarrollo de la historia, el ritmo al que transcurre ni sus personajes. Confiaba algún momento en que más adelante mejoraría y así hasta llegar a un final que he agradecido. Si la he terminado ha sido para conocer como el secreto que sobrevuela en ella.

Nada más pueden pedirle a su idílica vida Dana y Hugh, una pareja que constituye el matrimonio perfecto. A pesar de juventud viven en la casa de sus sueños, con unas excelentes condiciones económicas y para colmo el hijo que ambos tanto deseaban está a punto de venir al mundo.

Pero este acontecimiento muy lejos de ser un nuevo motivo de felicidad para la pareja se convierte en un motivo de desestabilización y preocupación que amenaza con acabar con su matrimonio. Y no porque a la pequeña Lizzie le pase algo tras nacer ya que es un bebé sano y completamente normal. Pero toda la familia se ve sorprendida por su aspecto y es que la niña presenta tanto un color de piel como unos rasgos típicos de la raza africana cuando ningún miembro de la familia pertenece a ella.

Este el punto de partida de una serie de situaciones muy incómodas para la pareja puesto que comienzan a sentir la desconfianza y el reproche de algunos familiares, el asombro de ciertos amigos, y por último las miradas de recelo entre ellos. También es el momento idóneo para que Dana comience a indagar sobre su pasado y averiguar más cosas sobre el padre que no llegó a conocer. Quizás ahí estén todas las respuestas…

En principio me pareció una trama con unos ingredientes muy interesantes. Por un lado el desconcierto que supone en una familia caucásica encontrarse con un bebé negro y la reacción de cada uno de ellos y por otro lado la trama que hace referencia a la identidad del padre de la protagonista que prometía un mundo de secretos familiares y la búsqueda de las raíces. Nada más lejos de la realidad porque todo esto se desinfla pocas páginas después de su comienzo y la autora comienza a planear una y otra vez sobre las mismas ideas repitiendo prácticamente lo mismo en boca de distintos personajes.

Soy plenamente consciente de que el racismo no se ha extinguido por completo en nuestra sociedad pero hay que reconocer que se han eliminado muchas barreras. Las ideas que este libro nos presenta me han parecido algo anticuadas, sobre todo en cuenta que no fue escrito hace tantos años. Si me hubiesen dado este libro sin fechar la publicación hubiese apostado a que fue escrito mucho antes.

Con respecto a sus personajes representan otro punto que no me ha convencido en la novela al estar enfundados en los típicos clichés y ninguno se sale de lo que se espera de ellos. Sin alcanzar demasiada profundidad en sus caracteres, se definen más bien por la posición que adoptan sobre lo que están viviendo. Dana es la madre de la niña y como tal muestra hacia su hija un amor incondicional por lo que es realmente la única a la que no le importa que la niña no se parezca a nadie de la familia. Ella misma, tiene motivos para dudar de si el origen no se encontrará en su familia paterna, ya que nunca llegó a conocerla y su madre murió antes de poder contarle nada.

Hugh es el marido atento y cariñoso que si bien al principio se sorprende tampoco le da mucho importancia. Será su familia, típicos anglosajones con mucho poder adquisitivo y un alto estatus social, los que le infundan ciertas dudas sobre su paternidad. Algo que también queda muy definido en la novela es la línea divisoria entre ricos y podres, es decir, entre los primeros incapaces de tolerar entre su familia a una niña negra por mucho de su sangre que sea y a los segundos que no les importa.

A pesar de todo hay que reconocer que es una novela de fácil lectura si una es capaz de adaptarse a ese ritmo lento (tan lento que hay partes en las que no sucede nada) con el que transcurre la novela de Barbara Delinsky. El estilo claro y sencillo no destaca por nada especial salvo quizás por la alta presencia de diálogos, prácticamente a través de los cuales se desarrolla toda su trama, largas conversaciones que giran en torno a las mismas ideas una y otra vez. Su estructura en treinta capítulos de corta extensión es un alivio porque al menos va generando en el lector la sensación de avance.

Quizás esta reseña no hubiese sido tan negativa si por lo menos el final me hubiese dejado con un buen sabor de boca. Pero yo me he quedado con la sensación de que la autora ha pretendido dar un escarmiento a aquellos personajes que parecen necesitarlo con moralina incluida, por supuesto.

Conclusión

En fin, como veis a mi Retrato de familia no me ha gustado por lo que no recomendaría su lectura (y es de las pocas veces que soy tan clara). Yo esperaba algo más original o algo simplemente diferente y el enfoque que la autora le ha dado no es que a mí me hubiese gustado.
Calificación: