lunes, 3 de febrero de 2014

El juego de Ripper - Isabel Allende



Título: El juego de Ripper
Autora: Isabel Allende
Publicación: Plaza & Janés, enero de 2014
Páginas: 475

Tal como predijo la astróloga más reputada de San Francisco, una oleada de crímenes comienza a sacudir la ciudad. En la investigación sobre los asesinatos, el inspector Bob Martín recibirá la ayuda inesperada de un grupo de internautas especializados en juegos de rol, Ripper.

«Mi madre todavía está viva, pero la matará el Viernes Santo a medianoche", le advirtió Amanda Martín al inspector jefe y éste no lo puso en duda, porque la chica había dado pruebas de saber más que él y todos sus colegas del Departamento de Homicidios. La mujer estaba cautiva en algún punto de los dieciocho mil kilómetros cuadrados de la bahía de San Francisco, tenían pocas horas para encontrarla con vida y él no sabía por dónde empezar a buscarla.»

Mi experiencia con la novela

Isabel Allende es de mis autoras favoritas desde que hace ya muchos años me quedé prendada a La casa de los espíritus, su primera novela. Indudablemente en la actualidad es una de las autoras más relevantes del panorama literario seguida por millones de lectores. Una de las cosas que más me gusta de ella es que es una gran narradora de historias que cuenta con una enorme capacidad para conectar con el lector. He leído gustosamente gran parte de su obra y todas las he disfrutado aunque cada una de ellas en distinta medida. A pesar de que ha explorado diversos formatos como la autobiografía, la saga familiar, los relatos cortos o la novela histórica su anterior publicación (El cuaderno de Maya) me hizo notar en mayor medida un cambio en su estilo y cuando vi publicado El juego de Ripper me sorprendió que este fuera una novela de género negro.

Dice Isabel Allende en una nota al final de este libro que la idea surgió de su agente, Carmen Balcells, que les propuso a su marido (William Gordon, habitual del género policial) y a ella escribir la historia de un crimen a cuatro manos. Pero finalmente ante sus diversos puntos de vista y distintos métodos de trabajo decidieron que lo mejor era continuar en solitario. En mi opinión, Isabel Allende solo sabe escribir de una manera muy particular y cada uno de sus libros, independientemente del género al que pertenezcan lleva su sello personal.

La historia transcurre en la ciudad de San Francisco a principios del año 2012. Tal y como ha vaticinado una de las astrólogas más reconocidas de la televisión californiana una oleada de asesinatos va a teñir con un baño de sangre las calles de la ciudad. Pronto diversas muertes en macabras circunstancias pondrán a la policía en jaque.

El encargado de investigarlas es Bob Martín, el jefe del departamento de homicidios, que dirige el caso de forma oficial. Al mismo tiempo un grupo de adolescentes de distintas partes del mundo conectados a través de internet y embarcados en un juego de rol elaborarán su propias teorías de forma paralela. En este caso será Amanda, una joven de diecisiete años, la maestra y líder del juego. Pero el juego se vuelve peligroso cuando la madre de Amanda es secuestrada y ella tiene firmes sospechas de que pronto será asesinada.

He de confesar que comencé El juego de Ripper con algunas reticencias ya que no tenía muy claro lo que iba a encontrar, una sensación que se diluyó por completo al sumergirme en sus primeras páginas y encontrar a la escritora que tan buenos momentos me ha deparado con sus obras. Uno de mis miedos era que este libro prescindiera del realismo mágico que tanto me gusta y aunque en él solo he encontrado algunas breves pinceladas la novela me ha gustado mucho y no la he leído, sino devorado.

El juego de Ripper es una novela coral donde cada uno de sus personajes tiene una importancia definitiva en el historia. Cada uno de ellos construidos y esbozados a la perfección y de forma tan minuciosa que resultan asombrosamente reales e incluso llegan a traspasar el papel, tal y como sucede en todas sus novelas. Allende no presenta sus múltiples caras y facetas, tanto interiores como exteriores, de forma que de todos ellos tenemos un retrato poliédrico y los llegamos a conocer con gran profundidad. A su manera cada uno de ellos carga con sus dramas particulares a sus espaldas. Bien sean como Indiana, una sanadora de corazón generoso y carácter afable, como Amanda, una adolescente que juega con los crímenes, un policía prepotente y mujeriego como es Bob Martín, o Ryan Keller, excombatiente de las fuerzas especiales estadounidenses (navy seal) con heridas de guerra.

La novela, que cuenta con un narrador en tercera persona, vuelve hacer gala de ese estilo tan personal de la autora tremendamente delicioso, envolvente, lirico en muchos momentos que es capaz de trasladarte al relato por completo con una prosa sugerente, exótica y cuidada al máximo. Si comienza con un ritmo pausado, deteniéndose y detallando perfectamente tanto sus personajes como los escenarios, este va aumentando a medida que avanza la historia para llegar a un final de vértigo. La novela se estructura formalmente en una introducción a la que siguen cuatro partes (que se corresponden con los meses de enero a abril en los que se desarrolla la historia) subdivididas en capítulos interiores (que marcan los diferentes días del mes) y cerrada con un epilogo final.

A pesar de que la novela no tiene una división como tal a mí me ha sugerido que existen dos partes diferenciadas en las que la historia va evolucionando en sus características de distinta forma y cuya transición se produce de forma muy sutil. La primera mitad de la novela nos recuerda a sus obras anteriores, a ese estilo tan particular con el Isabel Allende nos introduce y presenta su amplio elenco de personajes, nos cuenta sus vidas y diversas historias que se entrecruzan entre sí y además es el momento en que se nos plantean los crímenes aunque de forma bastante escueta. En esta parte no hay demasiada tensión que nos recuerde al género pero sí que podemos encontrar ese mundo de sensaciones y emociones casi rozando el realismo mágico en ocasiones tan habitual en sus obras.

En la segunda mitad es cuando comienza a abandonar este aspecto para sumergirse en la cruda realidad. Poco a poco va desgranando y concretando las circunstancias que rodean a los crímenes sucedidos, elaborando hipótesis, realizando el seguimiento y otorgando las pistas al lector.  Todo ello nos lleva a un final escalofriante, cargado de tensión y suspense narrativo donde es imposible abandonar la novela y cuyo desenlace es totalmente impredecible pero coherente y bien armado.

Quizás El juego de Ripper no sea una novela tan oscura como otras del mismo género y su propia autora ha confesado que en el fondo pretende “burlarse” de las novelas escandinavas por lo que el lector puede percibir cierta ironía y  un humor manejado de forma muy sutil. E incluso se pueden encontrar bastantes guiños tanto a su vida o su carrera como a la de su marido.

Conclusión

Considero que El juego de Ripper es una magnífica novela en que se reconoce perfectamente la mano de su autora. Una novela que te seduce en sus comienzos, te intriga en su ecuador y te sobrecoge en su desenlace. Una novela que deja patente la gran escritora que es Isabel Allende capaz de aportar algo nuevo incluso al género negro.