martes, 29 de octubre de 2013

No me llames princesa - Connie Jet



Título: No me llames princesa
Autora: Connie Jet
Publicación: Digital, octubre de 2013
Páginas: 93 (aproximación según lector)

Katia es una mujer moderna e independiente, diseñadora de ropa infantil y una apasionada de los tacones. Su vida es perfecta hasta que tiene la mala suerte de enamorarse del hombre equivocado, su jefe, quien le hace perder la cabeza y también el trabajo.

Con la autoestima por los suelos decide tomarse un año sabático, reinventándose en una mujer dispuesta a todo, y aunque sus decisiones no serán del todo acertadas, el destino le brindará una nueva oportunidad... ¿Volverá a confiar en el amor?

Mi experiencia con la novela

A un mismo lector no siempre le apetecen las mismas lecturas por mucho que le entusiasmen ciertos géneros. En ocasiones está bien tener en casa títulos que nos entretengan sin más, que nos hagan relajar la mente y nos hagan pasar un buen rato con una lectura amena por la que pasar sin complicaciones y sin ningún esfuerzo.

En este sentido No me llames princesa es una novela corta, amena y entretenida cuyas páginas van pasando sin que te des cuenta. No hay mucha profundidad en la historia, sus personajes tampoco presentan ninguna complicación psicológica y el argumento es sencillo y lineal.

Connie Jet es el nombre de su autora, una periodista argentina que  ha comenzado a hacer sus primeros trabajos literarios dentro del género Chick lit. No me llames princesa es su segunda publicación.

Aunque me gusta el Chick-lit y comprendo cuáles son sus características creo que no está todo dicho en el género y hay novelas que pueden sorprenderte todavía. En No me llames princesa encontramos todos los estereotipos del género (protagonista femenina cercana a la treintena, preocupaciones románticas, punto de vista humorístico…) sin haber ningún aspecto que la distinga de otras. Creo que el saber que nos vamos a encontrar ayuda a disfrutarla en mayor o menor medida.

La protagonista de la historia es Katia, una mujer moderna y actual que está a punto de cumplir los treinta años. Trabaja como diseñadora de ropa infantil para una reconocida marca francesa y le chiflan los zapatos de  tacón.

Desde hace tres años tiene un medio novio, como dice ella, llamado Mat. Un hombre que se ve obligada a compartir con otra mujer ya que Mat tiene una novia a la que él mismo dice no querer. Para colmo ambos también son compañeros de trabajo. Mat es el director de marketing de la empresa y su novia es la hija del jefe, una mujer rica y con mucho estilo.

Cansada de la situación y de darle ultimátum de forma continua parece que por fin todo va a cambiar. Mat y ella han decidido abandonar la empresa para la que trabajan, olvidarse de todo y darse una oportunidad como una pareja real.

Pero cuando Katia se encuentra fuera de la empresa tras dimitir en su puesto de trabajo, Mat no responde como habían acordado y se encuentra sola, sin empleo y sin saber qué rumbo tomar en su vida. Así que decide liarse la manta a la cabeza y lanzarse a vivir nuevas experiencias que le hagan disfrutar cada momento.

Dado que la extensión de la novela es muy breve (no llega a las cien páginas en el lector) la autora no tiene la oportunidad de profundizar tanto en los personajes como en la historia en sí y este considero que es una de sus principales limitaciones. El argumento es muy sencillo y lineal y se sustenta en la idea de cómo evoluciona Katia ante los reveses que sufre, sobre todo en el plano sentimental.  Dicha evolución no está marcada por un cambio profundo en su forma de ser o concebir el mundo sino más bien en una aptitud ante la vida. Ella es una mujer actual e independiente que decide vivir de un modo distinto al que lo ha hecho hasta el momento atreviéndose a realizar y experimentar algunas cosas que antes ni se le habían ocurrido.  La trama se centra en un momento determinado de la vida de la protagonista de forma que al final la novela transcurre mientras se van sucediendo una serie de situaciones que pretenden ser más o menos divertidas o alocadas siempre tratadas, dentro de lo que cabe, desde un punto de vista realista.

Un aspecto que considero menos positivo es que los primeros capítulos suceden de forma algo brusca. En ellos hay cortes demasiado pronunciados en el tiempo dejando vacíos que se podrían haber aprovechado para acercarnos más a su protagonista la cual a pesar de que nos va narrando en primera persona y conocemos algunos de sus sentimientos no llegamos a comprenderla del todo.

Cuestionándome si la novela me ha gustado o no me inclino a pensar que me ha entretenido, que he pasado un buen momento pero que tampoco me ha dejado algún residuo y sé que dentro de unos meses tendré una imagen bastante difusa de ella. De los personajes me llevo muy poco, no he llegado a conocer realmente a ninguno de ellos. Katia podría haber dado más juego ya que aún siendo un personaje fresco y simpático no llegamos a hacernos completamente con él en parte porque no he podido comprender muy bien las razones que tiene para actuar del modo en que lo hace.

La novela escrita en primera persona por Katia, su protagonista, está narrada con un lenguaje sencillo, ameno y coloquial basado en el humor y con ciertos toques de ironía. Esto junto a una estructura en capítulos cortos  (que son un total de veintisiete) y la amplia presencia de diálogos hacen que su lectura sea cuestión de un par de horas a lo sumo dependiendo de la velocidad del lector.

Conclusión

No me llames princesa me ha pareció un libro fresco, entretenido pero al cual no le puede sacar mucho jugo. Proporciona un rato de entretenimiento sin más aspiraciones orientado a aquellos lectores asiduos del género chik lit.