martes, 6 de marzo de 2012

El color del silencio - Indu Sundaresan


Algún lugar cercano a Seattle, 1963. El padre de Olivia ha muerto recientemente y ella intenta hacerse a la idea. Coincidiendo con la fecha de desaparición de su padre, Olivia recibe como regalo para su vigésimo primer cumpleaños un misterioso baúl procedente de la India. Su contenido son saris, fotos, cartas y otros objetos que le van a desvelar una antigua historia relacionada con su nacimiento.

Así  una de las cartas comienza con una historia fechada en Mayo de 1942, cuando su padre, el capitán del ejército estadounidense San Hawthorne, tras salir victorioso de una operación en Birmania viaja en un tren hacia el principado de Rudrakot en la India con el objetivo de encontrar a su hermano Mike, el cual ha desaparecido y se le considera un desertor del ejército.

Allí se alojará en la casa de un alto funcionario indio, Raman quien le abre generosamente las puertas de su casa. Sam solo cuenta con cuatro días que es lo que durará su estancia allí mientras sus anfitriones creen que está allí por otros motivos.
Casi instantáneamente entre Sam y la hija de Raman, surge una atracción desmedida e irrefrenable. Pero su historia es imposible no solo porque la diferencia del color de su piel es insalvable sino porqué Mila esta prometida a un joven príncipe.

¿Podrán Sam y Mila eludir su destino y vivir su amor? ¿Dónde se encuentra Mike? ¿Averiguará Raman las verdaderas intenciones de Sam?

Personajes

La narración arranca con Olivia, hija de un fallecido Sam, aunque no va a ser ella la protagonista de la historia. Es tan solo una chica que tras perder a su padre se encuentra con un regalo procedente de muy lejos. Aunque es estadounidense sabe que por sus venas corre sangre India pero nunca conoció a su madre y quizá en la carta puedan ayudarla a resolver el misterio. En realidad no sabremos nada de Olivia, de cómo es su vida ni ella porque desaparece en las primeras páginas para dar lugar a la otra historia.

Sam Hawthorne es el  verdadero protagonista. En 1942 tiene 25 años y es un capitán del ejército estadounidense aunque esa no es su verdadera identidad sino una que le han asignado para llevar a cabo una misión especial.

Era misión era adentrarse en Birmania y sacar de allí a una misionera que se había quedado atrapada cuando se produjo la invasión por parte de los japoneses.  Después de realizar exitosamente esta misión se decidió a buscar a su hermano Mike con quien había estado muy unido toda su vida. Vivieron junto a su madre, ya que nunca llegaron a conocer a su padre hasta que ambos se alistaron en el ejército voluntariamente.

A Mike se le relacionaba con una bomba y su posterior huida se  tomó como una deserción. En realidad nadie había dudado de esta versión ni puesto en tela de juicio que podría estar metido en algún problema. Aunque para Sam esta opción es más lógica ya que su hermano no es ningún traidor.
Mila es una muchacha India de veintiún años. Hija de Raman, había perdido a su madre cuando era muy pequeña al contraer esta una infección al dar a luz a su hermano menor.

Mila es una muchacha moderna, que le gusta apartar el sari y vestirse con vaqueros y ropa occidental. Está comprometida con Jai, un hombre algo mayor que ella pero quien le ha gustado toda su vida.
Cuando Sam aparece en su vida, ella tiene la certeza de amar a Jai pero poco a poco comienza a sentir algo por el huésped Estadounidense. Los sentimientos que definen su relación con los dos hombres son muy distintos y Mila tendrá que tomar una decisión.

Raman es el padre de Mila. Brahmán de los tamil y sibarita ocupa del puesto de delegado del gobierno en Rudrakot. Su puesto había sido otorgado por el príncipe Jai que también velaba por sus intereses.Este puesto le permite entre otras cosas, ser una de las pocas familias hindúes que puede vivir cerca de los blancos, rodeados de lujo y con ciertos privilegios.

Raman es un hombre justo que ha aprendido a moderarse. Echa de menos a su esposa y sus hijos le dan más de un quebradero de cabeza. Ashok y Kiran son sus dos hijos varones de quien espera que puedan estudiar y dedicarse a trabajar para el gobierno. Para Mila, a quien ha criado en un ambiente relajado y distendido permitiéndole ciertas libertades, espera que su matrimonio sea conveniente.

Jai es hijo del rajá y el príncipe heredero del trono. También ocupaba el puesto de oficial de alto rango al servicio del rey. Había obtenido el cargo máximo al que podía obtener según el color de su piel. Es un tipo honesto y de gran corazón que ama de verdad a Mila.

Para ella casarse con él supone ser una segunda esposa aunque Jai no amaba realmente a la primera.

Pallavi comenzó asistiendo como criada de Lakshmi, la madre de Mila cuando tenía ocho años. Formaba parte de la dote cuando se casó. Al morir la madre se había convertido en alguien más de la familia  y una madre para los niños. Es, sin duda, el personaje más conservador de la novela, que cree que la mujer debe permanecer en casa y aprender todo lo necesario para poder casarse.

Marian Westwood permanecía en Birmania como misionera bautista. Había llegado allí cuando tenía 25 años junto a su marido pero este murió al poco de llegar debido a la malaria. Sam tenía la misión de protegerla y ponerla a salvo de la invasión japonés.

Contexto y estilo

La novela se desarrolla en mayo de 1942. La india dependía de Inglaterra y ambos pueblos vivían ocupando el mismo territorio pero sin apenas mezclarse. Rudrakot, el escenario de nuestra historia, es un pequeño estado principesco que aunque estaba gobernado por Gran Bretaña también tenía su propio regente el príncipe o Raj.

La sociedad india esta  jerarquizada por las castas. Este sistema social es el que otorga distintos derechos a los habitantes según el color de su piel. Los hindús de piel más oscura tenían por ello menos derecho.
Aunque la india estaba cambiando y se estaban unificando algunos derechos. Los hindús ya podían viajar en primera clase, ocupar puestos del gobierno o entrar a determinados clubes donde antes tenían prohibida la entrada.

Tampoco puede faltar el machismo. Las mujeres no podían tener sus propias ambiciones porque su misión, como en tantas otras culturas, es ocuparse de la casa, el marido y los hijos. Por ejemplo la esposa debía despertarse antes que el marido para atenderle y que comenzara la mañana colmado de cuidados.

Si hay algo que llama la atención en esta novela es que podemos conocer algunas de sus  costumbre. Existía una que ha llamado especialmente la atención. Y que en el suelo de la entrada de las casas se coloca un kolam. Esto es un dibujo realizado con harina de arroz. Esta para que las visitas lo pisen al entrar y cuando mas desdibujado esté mejor porque eso significa que la familia es muy visitada y muy querida, signos de que se preocupan por ellos.

En cuanto al estilo se caracteriza por ser muy rico en descripciones tanto de lugares como de personajes. A la vez aporta muchos datos sobre política, sobre racismo, machismo e incluso tolerancia. A través de sus palabras se nota el amor que Indu Sundaresan siente por su país. La forma de criticar las injusticias, de hablarnos de la India o expresar el dolor del pueblo hindú nos dan muestra de todo ello.

Antes de cada capítulo hay un breve fragmento de otras tantas novelas que recogen pensamientos o situaciones referentes a la india. Estas en ocasiones me han resultado bastante interesantes.

Mi opinión

“El color del silencio” es una novela que me ha dejado un regusto amargo. Porque por un lado la historia me ha parecido interesante, lo dejamos ahí, y por otro el técnica narrativa de la autora no me parece la más acertada de forma que en algunas partes se me ha hecho cuesta arriba. No hasta el punto de plantearme abandonar su lectura pero si mirando cuantas páginas más me quedaban.

El argumento es de lo más sencillo y no demasiado original. Una joven mitad Estadounidense, mitad hindú que justo el día en que muere su padre recibe un baúl cuyo contenido está relacionado con sus raíces. En una de las cartas que contiene conoceremos la historia de cómo se conocieron su padre y su madre.

Hasta el final no conocemos la identidad de la persona que escribe la carta y aunque en principio parece que este punto pueda tener importancia después la pierde.

El resto de la novela se centra en tres pilares. La búsqueda de Mike por parte de su hermano Sam, el amor en principio imposible entre Mila y Sam e intercalados entre estos dos la historia de Sam cuando rescata a la misionera.

Al final las tres líneas carecen de desarrollo. La autora se centra prácticamente mas en hablarlos de la situación socio-política de la india, el racismo y el machismo además de hacernos largas y tediosas descripciones que en algún momento llegan a desesperar.

La historia de amor no es muy intensa y no se profundiza demasiado en ella. Unas breves frases nos cuentan lo que van sintiendo el uno por el otro pero no se llega a sentir de forma clara ni los protagonistas actúan como tal.

Un tanto de lo mismo ocurre con el desaparecido Mike que solo le incluye en un capítulo y nos deja con ganas de conocer más sobre su historia. La tercera es la que me ha parecido menos interesante y que podría haberse prescindido fácilmente de ella.

La prosa, como ya he dicho es densa, detallada y de ritmo muy lento. La autora puede llevarse páginas y páginas hablando del viaje de Sam en el tren para dedicar solo unas cuantas líneas, por ejemplo, a donde está el hermano de Sam.

Había capítulos en que la historia comenzaba a engancharme, cogía del ritmo en la lectura pero cuando terminaba el capitulo y empezaba otro que hablaba de otra cosa todo el interés se había esfumado.
Y es que creo que lo que le falta a la novela al final es conseguir una coherencia general en toda su estructura. Una vez leída da la sensación de que está compuesta con fragmentos de subtramas  unidos por la necesidad de hablar de la India.

Una de las cosas que más me ha gustado, ha sido el desarrollo de los personajes. Están muy bien perfilados y son atractivos. Por ejemplo, Raman me ha inspirado mucha confianza y Kirán, su hijo, todo lo contrario. Pero les podía haber sacado mucho mas partido.

El final de la novela es muy acertado. Porque no es el típico a esperar y con esto no quiero decir que sea negativo sino que deja la sensación de que es lo que tenía que pasar.

A parte de todo eso es un excelente retrato de la sociedad india que puede resultar interesante si os gustan conocer detalles y pensamientos de otras culturas.

En resumen

Es una novela con argumento, personajes y ambientación interesante pero que falla en la técnica y el desarrollo de forma que se hace en bastantes ocasiones algo tediosa.