martes, 13 de noviembre de 2018

Jaque al psicoanalista - John Katzenbach


Título: Jaque al psicoanalista
Autor: John Katzenbach
Publicación: Ediciones B, octubre de 2018
Páginas: 434

En 2002 se publicó El psicoanalista, un thriller de ritmo vertiginoso que fue un completo éxito de ventas. Para mí fue la primera incursión en el género y quedé encantada con su lectura. Por su ritmo, por su argumento totalmente adictivo y porque me resultó un soplo de aire fresco como a muchos otros lectores porque en aquel momento fue algo novedoso y diferente.

Lo que me ha sorprendido es que tantos años después Katzenbach nos traiga una segunda parte que en mi opinión está a la altura de la primera, una cosa que me parecía difícil. Y lo hace con personajes que ya conocemos.

No se puede contar mucho de la novela anterior y como lo que ocurre en esta nueva obra está muy ligado intentaré tener cuidado de desvelar nada de ninguna de las dos. Jaque al psicoanalista ocurre cinco años después de lo que sucedió en la precedente. El doctor Starks logró salir del peligroso aprieto en que se encontraba pero su vida no ha vuelto a ser la misma. Ya no es el reputado psicoanalista que atendía a gente con dinero sino que ahora ayuda a jóvenes con problemas causados por situaciones traumáticas.

Cuando parecía haber encontrado algo de paz y estabilidad una noche se encuentra a alguien sentado en su despacho apuntándole con una pistola. Un viejo ya conocido e indeseado que vuelve a trastocar su mundo y con el que creía que nunca más se iba a tropezar.

A partir de ese momento comienza una historia que con el paso de las páginas te va a sorprender y mucho. Una novela cargada de misterio, suspense, giros y sorpresas que se vuelve adictiva. La tensión va creciendo por momentos hasta un final a la altura de lo esperado.

Al protagonista de la novela, Ricky o el doctor Starks, le conocimos ya en su anterior aventura. Un psicoanalista que un día se encontró en una difícil tesitura. Tendría que elegir entre suicidarse o permitir la muerte de sus seres queridos. Solo le quedaba una posibilidad para evitar ambas situaciones.  Ahora es un hombre distinto. Todo lo vivido le ha hecho ver el mundo de otra forma. Ha conocido el lado más malvado del ser humano y lo ha venció momentáneamente. Salió victorioso pero pensaba que nunca tendría que volver a enfrentarse a la violencia y sin embargo tendrá que volver a luchar contra la oscuridad.

El autor se centra y trabaja mucho este personaje y hace un excelente retrato interior del mismo. En casi todo momento sabemos lo que piensa y porque sus reacciones son tales. Un personaje que evoluciona muchísimo en la novela y que experimenta unos cambios muy interesantes de cara al lector. Vemos sus reflexiones, sus dilemas y sus razonamientos. A este le acompañan unos secundarios que no tienen desperdicio ya que el autor los ha trabajo también a conciencia y que tienen su razón de ser en la historia.

La novela está narrada a través de una voz en tercera persona omnisciente, un estilo directo y fluido y un ritmo que se va acentuando a medida que avanzamos en ella hasta volverse de infarto. Su trama está muy bien pensada y construida y el final te deja con una sensación de que no podía acabar de otra forma. El autor crea una novela de atmosfera opresiva que envuelve y atrapa al lector de forma que al igual que a sus protagonistas llega a inquietarle y angustiarle.

Las referencias a la novela anterior son bastantes por lo que mi recomendación es que las leáis en orden. Es cierto que esta se entiende bien sin haber leído El psicoanalista (el autor te da las claves de forma muy directa) pero creo que ganan si has leído ambas. Yo creo que a este tipo de novelas es mejor llegar con la menor información posible así que si estáis pensando en leer una u otra tened cuidado con la información que hay por ahí de ellas, que para mí es excesiva.

En definitiva, no pensé que con Jaque al psicoanalista su autor pudiese crear una segunda parte tan buena y equiparable a la primera y sin embargo lo ha logrado. No puedo hacer otra cosa que recomendarla.