miércoles, 6 de junio de 2018

El príncipe - Nicolás Maquiavelo


Título: El príncipe
Autor: Nicolás Maquiavelo
Publicación: Navona, febrero de 2018
Páginas: 150

El Príncipe es, sin duda, un clásico en el sentido más literal del término, pero también uno de los libros peor entendidos de la historia de la literatura mundial. Baste pensar en el sentido negativo que en todas las lenguas se da a los términos maquiavelismo y maquiavélico. Con ellos usualmente se designa un uso del poder político carente de prejuicios, en el que el fin justifica cualquier medio.

No ha existido hombre poderoso en la tierra, desde Carlos V a Catalina de Médicis, de Luis XIV a Napoleón, hasta los dictadores de la época contemporánea, que no hayan sido acusados de leer secretamente El Príncipe para obtener consejo e inspiración. Sin embargo, puede decirse que Maquiavelo y el método de investigación que desarrolla significan para el origen del pensamiento político moderno lo que Leonardo da Vinci y el suyo significaron, en la misma época, para la ciencia.

A partir de un vasto inventario de la historia de las épocas pasadas y de la contemporánea, Maquiavelo se esfuerza por extraer las relaciones, las constantes, aquellas leyes, en definitiva, que permiten los a los Estados, sean Repúblicas o Principados, durar o prosperar.

Mis impresiones

Creo que El príncipe, escrito por el escritor, filósofo y consejero Nicolás Maquiavelo y publicado originalmente en 1532, es uno de los clásicos más conocidos de la literatura y sin embargo también es una de las obras de las que todo el mundo ha escuchado hablar, pero pocos han leído. Si se presenta esta obra como un tratado político sobre los reinados o principados seguramente muchos se echarán las manos a la cabeza y se imaginarán una obra ardua y pesada, que es realidad no es.

“Quienes desean conquistar el favor de un príncipe suelen presentarse ante él con las cosas que más aprecian o con las que suponen que a él le complacen más; de ahí que se le regalen a menudo caballos, armas, brocados de oro, piedras preciosas y otros ornamentos similares de su grandeza.”

Así comienza Nicolás Maquiavelo este libro. Como un regalo dirigido a Lorenzo II de Médici, mientras estaba preso acusado por conspiración y con él pretende revocar su situación. Él no tiene grandes ni valiosas pertenencias pero pretende regalar su conocimiento. Ese que ha adquirido a lo largo de los años, a través de la vivencia de sinsabores y situaciones peligrosas. Después de todo ello ha llegado a comprender muchas cosas sobre la naturaleza humana que aplica al poder político. El termino Maquiavelo nos viene a la cabeza asociándolo a un poder maligno o malévola y sin embargo yo no he observado que se llegue a tal término aunque sí que es un libro afilado y contundente.

En el libro, Maquiavelo ofrece las claves para obtener algo por lo que muchos hombres han matado a lo largo de los siglos: el poder. Y habla sobre muchas cosas. Sobre cómo se adquieren los principados, pudiéndose ser bien heredados o bien tomados. Sobre estos últimos hay varias posibilidades puede ser por fuerza, por crímenes, por suerte o por alguna otra gracia. Así mismo ofrece consejos para gobernarlos y conservarlos. Y para ello pone de ejemplos a grandes gobernantes de todas las épocas de la historia que le dan la oportunidad de demostrar sus teorías. Claro está, anteriores a la escritura de esta obra.  Se puede codiciar el poder absoluto o delegar en la nobleza. Destruir un gobierno y alzar uno con nuevas normas o construirlo sobre el anterior. Un rey debe ser astuto y medir muy bien sus movimientos.

Sin embargo lo más interesante que se nos presenta en esta obra es como se reflexiona sobre las relaciones humanas y sobre los errores cometidos. Me parece una obra que quiere ir más allá del tema que trata directamente e que incluso en algunos aspectos bien podría aplicarse hoy en día. Nos habla de príncipes tiranos y crueles a los que aborrecerá el pueblo y contra lo que será fácil sublevarse en contraposición con aquellos honrados y virtuosos que se hacen querer por sus cualidades. Nadie se enfrenta a quien le trata bien. Independientemente de que hayan llegado a ostentar el poder de una forma u otra. Las armas o los ejércitos (que pueden ser de varios tipos) sin duda son una buena forma de control pero no la mejor. Se hace eco de la generosidad y la avaricia, de la crueldad (muy útil en su justa medida y sobre todo al principio del reinado según el autor) y la compasión con todos sus pros y contras. E incluso llega a plantear si es mejor ser amado o ser temido. Al fin y al cabo, un príncipe debe ser sensato, deber saber aplicar la ley, a tomar decisiones convenientes según las circunstancias.

La obra fue escrita en el siglo XV y obviamente nos vamos a encontrar un lenguaje más arcaico que el actual que se nota sobre todo en la construcción de las frases más que en las palabras utilizadas. No por ello esta novela es difícil de comprender sino todo lo contrario. Su autor expone sus ideas con claridad, sencillez y de forma muy directa. Dándonos además ejemplos como se han levantado, caído o funcionado algunos principados. Para terminar con su exposición habla sobre el futuro de Italia, examinando su situación desde un punto crítico incitando a Lorenzo II a liderar el país y liberarlo de la dominación bárbara apostando por nuevos valores y nuevas filosofías que se adapten más al pensamiento renacentista.

Conclusión

El príncipe me ha parecido una obra de interesante lectura que más allá de su aspecto doctrinal es una obra que demuestra gran capacidad del autor en la observación y el conocimiento del ser humano.  Quizás no es una propuesta para recomendar abiertamente a todo el mundo pero si para aquellos que, como yo, sientan curiosidad. Y creo que es de esas novelas que admite muchas interpretaciones. Yo os he dejado la mía particular.