viernes, 26 de octubre de 2018

Diccionario de nombres propios - Amélie Nothomb



Título: Diccionario de nombres propios
Autora: Amélie Nothomb
Publicación: Anagrama, 2004
Páginas: 136

Cuando terminé de leer Ácido Sulfúrico, la primera novela con la que me adentré en el universo Nothomb, ya tenía la completa certeza de que serían otros los títulos de esta peculiar escritora los que pasarían por mis manos. Diccionario de nombres propios, el título que hoy os traigo a mi pequeño espacio, es una novela algo distinta a la anterior. Quizás no hay en ella una carga tan crítica y mordaz como la anterior ni nos presenta tantas situaciones que se presten a la reflexión pero sí que conserva ese aire de rareza que tanto me atrae hacia esta autora.  Los incondicionales de Amèlie Nothomb coinciden en que ninguna de estas dos se pueden encuadrar bajo sus mejores trabajos pero la disponibilidad manda y poco a poco iré conociendo el resto de sus obras.

La  novela nos cuenta la historia de una niña llamada Plectrude. Un curioso nombre para una niña elegido por su madre con la intención de hacerla destacar sobre el resto. La niña nace en la cárcel porque es el lugar donde su jovencísima madre cumple condena después de haber asesinado a su padre disparándole a bocajarro hasta terminar con su vida. Poco después su madre también se suicida y Plectrude se queda definitivamente huérfana.

Entonces su cuidado quedará en manos de una tía que siente una autentica devoción y fascinación por la niña (casi rozando la obsesión) en quien no escatima ni mimos ni cuidados. Muy pronto Plectrude se declara como una niña distinta. Muy hermosa, inteligente, con una habilidad especial para la música y la danza y dotada de un don excepcional para la seducción que arroja a sus pies a todo aquel con el que se cruza. Menos el chico al que ella ama….

Diccionario de nombres propios no es más que una novela corta muy entretenida que una puede coger y disfrutar durante una tarde. A pesar de que el argumento en sí no parece tener nada especial sino la vida de la propia Plectrude, Nothomb consigue enganchar al lector e implicarle en ella.  Realmente no sabía muy bien hasta donde quería llevarme la autora durante la mayor parte de la misma incluso bordeando ya el propio final. Esta sensación de leer a la deriva y sentirme incapaz de poder definir un argumento claro no me ha disgustado de forma especial incluso creo que este alarde de originalidad es lo genera una lectura en la que la intriga no se pierde en ningún momento y que me ha resultado muy agradable y especial.

A pesar de parecerme una novela de puro entretenimiento, que no llega a complicarte la vida, la historia no deja de tener cierta carga dramática y momentos agridulces en el que sufrimos por el personaje central y eso que debido a su construcción, tan extravagante y peculiar, es complicado que el lector se sienta identificado con alguno de ellos incluso llegan a dejarte un poco fría. Su forma de pensar y actuar no está en ninguna manera normalizada y es mejor aceptarlos tal y como son. Esta novela gira en torno a la niña Plectrude quien ya desde su mismo nacimiento en un entorno catastrófico  (su madre asesina a su padre antes de suicidarse) desarrolla una vida que roza constantemente la tragedia generando la sensación en el lector de cualquier acontecimiento puede derivar en consecuencias peligrosas. Mientras leemos vamos viendo como esta niña crece y como desarrolla una inteligencia diferente a los demás. No es muy buena en los estudios pero sin embargo tiene un don especial para la danza. Al elegir su nombre antes de morir su madre quiso dejar algo especial en la pequeña y finalmente lo consiguió.

En mi opinión en esta novela Amelie Nothomb no pretende, como en otras de su bibliografía, plantear ningún dilema moral, remover al lector o crear puntos que inciten a la reflexión. No obstante toca algunos temas de cierta complejidad o delicadeza con un tono ciertamente critico. Un buen ejemplo son los desordenes alimenticios que sufren las bailarinas de ballet quienes deben mantenerse en un peso determinado y que con frecuencia está muy por debajo de lo recomendado por salud. Otro tema que planea sobre toda la novela es la muerte (por lo visto habitual de la autora en sus libros) creando entorno a ella escenas muy significativas y de cierta tensión.

La novela cuenta con un estilo narrativo lineal y muy sencillo, con un vocabulario claro y poco complejo sin presentar ninguna característica especial y destacable. Es por ello que Diccionario de nombres propios es una novela que prácticamente se lee del tirón si además contamos con que su extensión no supera las ciento cuarenta páginas.

Si uno de los puntos más débiles de Ácido sulfúrico fue su resolución final que en mi opinión no es adecuada al tono general de la obra, en esta ocasión tampoco me ha convencido o gustado el punto final en el que la propia autora se da el gusto de aparecer.  Después de terminarla me he quedado tal cual y con la sensación de contemplar un remate que no está a la altura del libro. No es que me haya chafado la historia pero sí que esperaba algo más depurado o incluso lógico.

Conclusión

Dicen que no es su mejor obra y por ahora yo no estoy en disposición de poder rebatir o asegurar esta premisa. Lo que si se es que Diccionario de nombres propios es una historia extraña y extravagante, construida con sencillez en su base, que interesa al lector y en la que cada página invita a la lectura de la siguiente pero a la cual, según mi punto de vista, le falla el remate final.