miércoles, 10 de mayo de 2017

Nuestra casa en el árbol - Lea Vélez



Título: Nuestra casa en el árbol
Autora: Lea Vélez
Publicación: Destino, abril de 2017
Páginas: 400

Tras la muerte de su marido, Ana decide que la vida de la ciudad, las mil extraescolares, los problemas educativos, los infinitos deberes repetitivos y la dislexia galopante de su hijo mayor son demasiado para ella. No puede más. No tiene tiempo para vivir y estar con sus hijos, no comulga con el tipo de enseñanza a la que son sometidos, no está de acuerdo con que los niños de hoy en día no tengan voz y voto en su propia vida. Entendiendo que ella es la mejor “profesora de extraescolar” para sus niños, decide romper con todo. Ana escapa de un mundo derruido y lleno de dolor, vende todas sus posesiones en Madrid y se marcha a vivir a Inglaterra, al hostal inglés que ha heredado tras la muerte de su marido.

Allí, en Hamble-le-Rice, un bucólico pueblo de pedernal junto a la desembocadura del río Hamble, Ana crea un mundo de humor, un entorno irreverente y liberal, en una antigua escuela de carpintería situada en el borde mismo del agua.

Sus hijos, Charlie, Richard y María, gracias a su vida en plena libertad, extraerán de sus aventuras y experiencias personales sus propias vocaciones y destinos, demostrando que la excelencia puede alcanzarse…

Mis impresiones

A Lea Vélez la conocí con La cirujana de Palma, una novela que me sorprendió mucho con una ingeniosa mezcla de ingredientes que la hacían una novela interesante y entretenida a la vez. Ese fue el primer trabajo publicado de la autora. Luego fue El jardín de la memoria que no he tenido ocasión de leer aunque me han hablado muy bien de él. Su tercera novela es Nuestra casa en el árbol, por el cual ha apostado el sello editorial Destino.

“Querido Richard:

Te mando los diarios. Son tuyos. Te servirán para viajar al país de la infancia. No sé si recuerdas cierta charla que tuvimos. Os dije: «Niños, quiero que hagáis dos cosas importante en la vida: la primera es que toméis nota de todo. La segunda, que elevéis la mirada, construyendo una casa en un árbol»”

La historia nos narra la infancia de tres niños muy especiales: Richard, María y Michael que son despiertos y curiosos. Y también nos narra las dificultades su madre, Ana, para criarlos, educarlos y sobre todo para enseñarles a mirar la vida con un criterio propio. Todo comienza tras la muerte del padre. Ana agobiada por la soledad, por los problemas de su hijo Michael en el colegio y por los horarios imposibles que la llevan a la carrera decide abandonar España e irse a Inglaterra. Allí ha heredado de la familia de su marido una pequeña casa, Joiners House en Hamble-le-Rice. Es una especie de hostal que le permite mantenerse a ella y a sus hijos.

Este es el argumento a grandes rasgos de Nuestra casa en el árbol que es aparentemente sencillo pero no hay nada simple en esta novela. Ana decide construir una casa en la copa de un roble para que sus hijos la tomen como un refugio desde el que mirar la vida con otra perspectiva. Y mientras tanto Lea Vélez nos irá contando su día a día, sus experiencias y como se adaptan a su nueva situación. Es una novela emocionalmente muy  inteligente, cargada de sentimientos y enseñanzas que te hace reir, llorar y pensar mucho. Una novela en la que su autora ha sido capaz de mezclar la dureza de la vida y el afán de superación, con imaginación y cierto sentido del humor. Una novela que toca muchos otros temas como la soledad o el duelo por una pérdida. Pero sobre todo trata de la maternidad de una forma un tanto diferente. Lea Vélez se aleja de los estereotipos de madres corajes y empalagosas con capacidad para proteger y crear una infancia de ensueño y nos muestra una madre que, con sus debilidades, pretende construir el mundo de sus hijos a través de sus enseñanzas. Los intenta moldear con espíritu crítico, con apego a la realidad, para que vean la vida tal y como es y para que sean capaces de enfrentarse a lo más cruel de la misma sin perder la capacidad de disfrutar de los mejores momentos.

“El colegio sólo les interesa a los adultos porque es la fábrica que se han inventado para hacer más adultos. A los adultos no les interesa que los niños seamos niños”
(Página 73)

He elegido esta frase de las muchas que me ha llevado de la novela porque estoy completamente de acuerdo con ella y creo que refleja perfectamente la tendencia que hay en la actualidad de no dejar a los niños que sean niños. De incitarles a que maduren muy pronto. Con tres años se incorporan al mundo educativo exigiéndoles que adquieran ciertos conocimientos y que se hagan autosuficientes lo antes posible. Y se hace sin respetar sus ritmos. O niños que apenas tienen tiempo para jugar por las tareas y las actividades extraescolares que consumen sus días al completo. Porque es cierto que hay padres que ven en estas cosas una puerta a la libertad propia.

Otro de los temas que sobresale en ella es la crítica al sistema educativo que nos vamos a encontrar. En la novela Michael es un niño de alta capacidad intelectual pero que también tiene dislexia. Es inteligente y curioso y tiene un gran afán por preguntar para aprender. Y no cuestiona cosas sencillas. Pero muchos centros no tienen la capacidad de adaptarse a niños así. Niños que requieren algo más que las normas o reglas establecidas para los demás. Así Ana incomprendida por el sistema se dará cuenta de que ella misma es quien mejor puede enseñar a sus hijos.

Es una mujer que tendrá que lidiar con la soledad, con el duelo, con la sociedad y su propio dolor. Y todo mientras educa a tres niños inteligentes y despiertos intentando que no dejen de ser niños e intentando potenciar su imaginación. Richard, María y Michael son muy pequeños cuando pierden a su padre y cada uno de ellos aceptará su muerte de forma diferente. Lo que tienen en común es su ansia de saber.

Nuestra casa en el árbol está narrada de forma impecable con un estilo cuidado, ingenioso y casi mágico. Lea Vélez utiliza muchas metáforas para transmitir tanto las emociones de los personajes como para que los hijos comprendan las cosas que su madre les explica. Creo que es una novela con muy buen gusto, delicada y muy íntima. Una novela que hay que leer despacio para apreciarla bien aparte de que transcurre todo con tranquilidad. La historia es contada por Richard, el mayor de los hijos, con la perspectiva que le ofrece la edad. Ya es adulto y su relato lo conforman sus recuerdos. Otros párrafos sin embargo, corresponden a un diario de la madre de forma que nos dan otra perspectiva.

Conclusión

Nuestra casa en el árbol ha sido una lectura muy especial. Una novela de formas muy cuidadas, sugerente y envolvente que nos lanza un mensaje que creo que debemos escuchar. Y es que hay que cuidar la infancia para que esos niños en el futuro puedan ser adultos felices y plenos