martes, 11 de agosto de 2015

Matar a un ruiseñor - Harper Lee


Título: Matar a un ruiseñor
Autora: Harper Lee
Publicación: Ediciones B, julio de 2015
Páginas: 416

Un clásico de la literatura del siglo XX,  ahora en un formato de bolsillo de verdadero lujo.
Harper Lee está de plena actualidad por el redescubrimiento de la novela original, rechazada por sus editores en su momento y una de cuyas tramas secundarias es la que dio origen a la novela Matar a un ruiseñor y a la película homónima ganadora de varios Oscar.

Jean Louise Finch evoca una época de su infancia en Alabama, cuando su padre, Atticus, decidió defender ante los tribunales a un hombre negro acusado de violar a una mujer blanca. Novela de iniciación, Matar a un ruiseñor muestra una comunidad, la del sur de Estados Unidos durante la década de 1930, dominada por los prejuicios raciales, la desconfianza hacia lo diferente, la rigidez de los vínculos familiares y vecinales, así como por un sistema judicial sin apenas garantías para la población de color.

Mis impresiones

Durante más de cincuenta años desde que en 1960 se publicara Matar a un ruiseñor ha sido la única novela conocida en la trayectoria de Harper Lee hasta que tan solo hace unas semanas viera la luz Ve y pon un centinela, una segunda novela que sale a la venta rodeada de controversia y que según parece sus editores rechazaron en su momento. Sea como fuere la opera prima de la autora ha sido todo un éxito de ventas durante estos años con la que obtuvo incluso el Premio Pulitzer. Llevada al cine se ha convertido en una historia conocida por todos y por la que no pasa el tiempo. En mi caso a pesar de que vi la película hace muchos años, el libro siempre ha estado entre esos clásicos que uno sabe que tarde o temprano tiene que leer. Y el resultado no ha podido ser mejor porque me ha parecido una novela de diez.

Jean Louise Finch,  a quien todo el mundo llama Scout, es un niña de seis años que vive en un pequeño pueblo llamado Maycomb en Alabama junto a Jem, su hermano mayor de diez años, y su padre Atticus, un abogado viudo de carácter noble y afable a quien se dirigen por su nombre. Los jóvenes se divierten contando historias e imaginando que ocurre en la misteriosa y terrorífica mansión Radley que se encuentra en la misma calle y en la que vive Boo, alguien a quien nunca han llegado a ver pero de quien se habla mucho en la zona.

Mientras, Atticus acepta defender ante los tribunales a un hombre negro que ha sido acusado de violar a una joven blanca. Dicha situación le pone contra las cuerdas y le enfrenta a todos los habitantes del pueblo. Nadie entiende como el abogado puede confiar en la palabra de un negro que contradice lo que una familia blanca cuenta. Ante esto, las cosas se pondrán difíciles para los Finch.

Leer Matar a un ruiseñor ha sido para mí una experiencia fantástica. La novela ha superado con creces mis expectativas y me ha resultado una obra meritoria. La historia, sus personajes, la temática y el tono con el que está narrada me han hecho disfrutar muchísimo y convencido por completo siendo además una historia que se lee con auténtico placer.  

Son tres personajes los que voy a destacar en esta historia. Scout es la narradora de la misma y es bajo su punto de vista la forma en que conoceremos a los demás. Al comienzo de la historia tiene seis años y es una niña inteligente, despierta, curiosa y valiente que cuestiona todo lo que sucede a su alrededor. Una niña a quien no le van los vestidos ni los juegos de su condición sino trastear y vivir aventuras. Durante la novela, que abarca unos tres años en el tiempo, iremos viendo como la niña pierde la inocencia y descubre el mundo de los adultos, en el que las cosas no resultan sencillas. Atticus es un modelo de comportamiento intachable. Un hombre de valores morales férreos y un gran sentido de la justicia que intenta transmitirles a sus hijos todos sus conocimientos y su forma de ver el mundo. Me ha resultado muy especial este personaje por toda la bondad que transmite, la forma de hacer bien las cosas, como es fiel a sí mismo aunque ello le cree más de un problema. Jem quizás es el personaje que más lejano se siente en la novela. Es algo mayor que Scout y se nota que quiere dar el paso hacia la adolescencia aunque aún le falta un poco para comprender el mundo de los mayores.

La novela se desarrolla en una pequeña comunidad del estado de Alabama, al sur de Estados Unidos, llamada Maycomb. Nos encontramos a principios de los años treinta y la sociedad vive dominada por los prejuicios raciales de forma que los negros, considerados como el escalafón más bajo de la sociedad, crean desconfianza y el recelo del resto de sus habitantes. Su palabra tiene poca credibilidad y la palabra justicia no tiene ningún valor para ellos.  Pero no es lo único que importa en la comunidad y que determina el papel que se desempeña uno porque el dinero y la forma de vida son primordiales. El país se encuentra de pleno sumergido en la gran depresión y muchos no tienen donde caerse muertos. Los prejuicios, las desigualdades, las alianzas entre vecinos marcan el día a día.

Matar a un ruiseñor está muy bien escrita pero además Harper Lee emplea el tono justo. A pesar de los temas tan graves que se tocan la novela está narrada con cierto sentido del humor e ironía y desde el punto de vista de una niña que está descubriendo el mundo pero contándonos en retrospectiva la historia desde su voz adulta por lo que el lenguaje es mucho más maduro y cuidado. Una voz con la que no cuesta nada conectar y que te introduce de lleno en la historia desde la primera palabra. Esto le da a la autora mucho juego a la hora de contraponer opiniones o puntos de vista, marcando por ejemplo las diferencias del mismo hecho visto desde los ojos de un adulto a y desde la consideración de un niño, la inocencia frente a la experiencia. A la vez le sirve para exponer muchas ideas interesantes sobre la temática que toca la novela y exponer ciertos principios.

Aunque la novela se divide solo en capítulos yo destacaría dos partes en ella. La primera para ambientar, contextualizar y narrar la vida de los personajes. En la segunda parte cobra más protagonismo el juicio de Tom Robinson que como ya he dicho es acusado de violación. Un juicio que se desarrolla según lo esperado por los personajes pero no para el lector.

Dicen que la novela tiene cierto tono autobiográfico, que mucho de lo aquí relatado lo vivió la propia Harper Lee. Su título hace referencia a la perdida de la inocencia simbolizando este concepto con el ruiseñor. En un pasaje de la novela Atticus dice que es un pecado matar a un ser que no hace daño a nadie y que alegra el día con sus canciones.

Conclusión

A estas alturas ya habéis podido ver que he disfrutado leyendo Matar a un ruiseñor y que por supuesto os la recomiendo. Es un libro que entretiene y gusta y que mezcla con mucho ingenio profundidad y sentido del humor.