jueves, 30 de julio de 2015

Memorias de una suegra - George R. Sims



Título: Memorias de una suegra
Autor: George R. Sims
Publicación: Siruela, 2015
Páginas: 228

En este clásico, George R. Sims retrata con humor y maestría la figura de la suegra y su sempiterna fama, consiguiendo así una joya satírica que merece la pena saborear.

La señora Jane Tressider nunca ha tenido miedo de decir lo que piensa, ni siquiera para reconocer que al hacerlo haya podido ofender a alguien. En cualquier caso, siendo madre de nueve hijos, no puede permitirse el lujo de que esa pequeña flaqueza interfiera en su labor, que no es otra que la de mantener a raya a su irresponsable marido mientras se encarga de llevar no solo su propia casa, sino también las de sus siete hijos e hijas ya casados. Partiendo de la premisa de que las suegras han sido mal entendidas y nadie se ha puesto jamás de su lado, Jane está decidida a poner las cosas en su sitio y a defender al grupo más difamado que existe sobre la faz de la tierra. El resultado es este diario, una hilarante comedia de modales y una sutil sátira de costumbres y actitudes típicamente eduardianas.

Mis impresiones

Siruela ha reeditado un clásico publicado en 1881 cuya traducción viene de la mano de Alejandro Palomas. Se trata de Memorias de una suegra del dramaturgo George R. Sims. A mí esta novela me llamó la atención de forma inmediata y os anticipo que ha sido una lectura realmente deliciosa que he disfrutado en cada página.

“Desde tiempos inmemoriales las suegras han sido constantemente objeto del ridículo y del desprecio. No estoy del todo segura del uso que deber darse a la palabra «inmemorial», porque no soy una autora profesional y, cuando yo era niña, las jovencitas no tenían la cultura que tienen hoy. Me educaron para que aprendiera a escribir, a coser, a cocinar correctamente y, debo añadir sin tardanza, a hablar con corrección, algo que heredé de mi querida madre.”

La señora Jane Tressider es una mujer de mediana edad con nueve hijos de los cuales ocho (cuatro hijas y tres hijos) ya se han casado y tan solo permanecen en el hogar familiar la hija aún soltera y el más pequeño, un niño adorable de once años. Tal y como había aprendido de su madre, la señora Jane Tressider siempre decía lo que pensaba y esto le había sido muy útil con las innumerables preocupaciones y problemas que le han proporcionado todos sus hijos pero también le ha llevado a tener la reputación de “fiera” allí donde quiera que va.

Sea como fuere con un marido “tan inteligente para los negocios pero nulo para los asuntos de la casa” ha sido ella quien se ha tenido que ocupar de todo y llevar la voz cantante. Ahora que se ha convertido en una suegra está dispuesta a hablar claro y defender a todas las mujeres de su condición. Porque las suegras siempre han estado menospreciadas e incomprendidas a pesar de sus esfuerzos y la pasión que ponen en cuidar de sus seres queridos.

Ya la palabra suegra tiene unas connotaciones que nos llevar a pensar inmediatamente en ciertos clichés y tópicos. El papel que tradicionalmente ha desempeñado da mucho juego en cuanto y chistes y bromas por ser una figura omnipresente, indiscreta y metomentodo. La novela se desarrolla en Londres en la segunda mitad del siglo XIX y aunque los conflictos y situaciones tienen un tono diferente al que tendrían si la novela se desarrollase en la actualidad el fondo o la esencia es la misma. No obstante también podemos considerar esta novela como un retrato fiel de la forma de pensar de la época, de ciertas costumbres y el ámbito social del momento. Nos habla de la diferencia de clases, la hipocresía, las apariencias y las normas del decoro a parte de las aspiraciones maritales de cualquier joven del momento.

Y así Memorias de una suegra es una comedia que a golpe de ironía y con muchísimo humor se convierte en el testimonio de su protagonista. En ella nos va narrando las aventuras y desventuras de Jane como suegra y las de sus hijos desde el momento en que se prometen y casan. El autor se centra en los asuntos normales y cotidianos de esta familia para hacernos partícipes de algunos conflictos familiares, de cómo se conocieron los Tressider o algunas anécdotas de cuando los hijos eran pequeños o del propio matrimonio.

Dicen que un hijo es un hijo hasta que encuentra esposa. Con las niñas es distinto: una hija es hija durante toda nuestra vida, y yo siempre he estado empeñada en no permitir que mis hijas se desmarquen del todo de mi influencia, ni se vean desprovistas de mi consejo cuando se casan y fundan sus propios hogares.”
Página 14)

Jane Tressider es una mujer de carácter. Una mujer que no tiene miedo en decir lo que piensa aunque con ello pueda ofender a los demás puesto que ella solo tiene la pretensión de ayudar y ser útil. Y por ello decide participar en todas las decisiones que sus hijos, yernos y nueras van tomando con respecto a su propia vida. Jane a menudo se siente menospreciada y frustrada ya que no se da el suficiente valor a sus sabios consejos. En cambio el señor Tressider es un hombre bondadoso y crédulo que no se mete en nada ni siquiera en aquellos asuntos primordiales para la familia y que requieren la mano del cabeza de familia. Con sus hijos no gana para disgustos. Y encima le traen a casa un novio cuya altura le hace parecer un gigante, un alemán o una muchacha que apenas sabe controlar la economía de la casa. Eso sin contar que alguno de sus hijos se casó en secreto. Cada uno de estos personajes, de cuyas virtudes y defectos nos deja constancia su narradora, me ha resultado muy simpático haciéndome disfrutar con sus extravagancias y ocurrencias.

Leyendo me ha dado la sensación de que la voz de la narradora está muy lograda. Como narradora Jane Tressider no tiene precio por la ironía y el humor que se gasta. Ella es consciente y nos avisa (se dirige al lector constantemente) de que no es una escritora profesional y por ello comienza a contar una historia, se desvía de lo que estaba contando, la enlaza con otra para después volver a tomar el hilo de la anterior. Aun así no resulta caótica sino un estilo cercano con el que no es difícil conectar. Sims narra toda la novela con mucho humor pero utilizando la ironía de forma ingeniosa creando situaciones muy divertidas y algo exageradas pero sin entrar en asuntos lo suficientemente graves que puedan ofender a alguien.

Conclusión

Memorias de una suegra es una novela fresca y divertida, con personajes simpáticos y en la cual lo imprescindible es la ironía y el buen humor. Una comedia que os recomiendo sin reservas.