viernes, 6 de marzo de 2015

La máscara robada - Wilkie Collins



Título: La máscara robada
Autor: Wilkie Collins
Publicación: Funambulista, noviembre de 2014
Páginas: 168

Reuben Wray, actor retirado de los escenarios, es un fanático estudioso de las obras de Shakespeare que se gana la vida dando lecciones de oratoria. Al llegar con su familia a un nuevo hogar en Tidbury-on-the-Marsh, Reuben atrae la atención de algunos de los nuevos vecinos  a causa de una caja de caudales que ven oculta bajo su capa. Los lugareños suponen que Wray y su familia son ricos, aunque  la caja contenga solo la «máscara robada», réplica en yeso del busto de Shakespeare que se encuentra en la iglesia de Stratford-upon-Avon y que para su dueño vale más que cualquier tesoro en el mundo.

El secreto que late tras la máscara abocará al viejo actor y a su familia a un desenlace totalmente inesperado durante la víspera de las Navidades.

Mis impresiones

Tras ver el éxito que su íntimo amigo Charles Dickens había obtenido con algunas de sus obras como Cuento de Navidad, Wilkie Collins escribió esta novela corta en diciembre de 1851 para regalar a sus lectores algo diferente, con misterio e intriga, en las señalas fechas que se avecinaban. Como él mismo nos confiesa en una nota introductoria a la novela, se inspiró en una anécdota protagonizada por un cantero, gran admirador de Shakespeare, que fue contratado para realizar unos arreglos en la iglesia de Stratford-upon-Avon donde se encuentra el busto del famoso autor.

De Wilkie Collins ya leí La mujer de blanco, después de que esta me fuera recomendada en varias ocasiones y me gustó tanto que sabía que no tardaría en acercarme de nuevo al autor aunque La máscara robada, mi propuesta de hoy, es una novela completamente diferente, tanto en extensión como temática y estructura.

Reuben Wray llega con su familia a Tidbury-on-the-Marsh, un pequeño pueblo donde pretende ganarse la vida dando clases de oratoria, un talento que ha conseguido desarrollar gracias a que ha trabajado como actor y que ha tenido la suerte de aprender de uno de los mejores interpretadores.

Junto a sus enseres personales lleva una gran caja de caudales que esconde bajo su capa y que llama inmediatamente la atención de los vecinos del pueblo. Todos piensan que dentro de ella se esconde la fortuna de la familia. Aunque nada más lejos de la realidad ya que en ella Reuben Wray guarda lo que para él es un gran tesoro mayor que cualquier fortuna: una réplica en yeso del busto de Shakespeare que descansa en la iglesia de Stratford-upon-Avon, el lugar del que la familia ha tenido que huir precipitadamente.

Pero ¿Porqué se vieron obligados a huir de su anterior hogar?¿Quién es capaz de obtener un busto de forma ilegal? ¿Qué consecuencias puede tener para Wray estar en posesión del mismo? ¿Y qué hay de los vecinos interesados en la caja de caudales?

La máscara robada es una lectura más que agradable y entretenida que por su extensión no nos ocupará mucho tiempo pero nos dejará un buenísimo sabor de boca. Al comienzo el autor nos irá presentando los personajes y situándolos en la historia para luego hablarnos de la máscara robada de Shakespeare y como el viejo Gray se hizo con ella. Una parte que me ha gustado muchísimo y que tiene algunos tintes góticos. En el último tercio conoceremos las consecuencias que tiene este objeto  para la familia con un desenlace que se desarrolla el día que precede al día de Navidad y en el que la historia se torna algo disparatada. Como veis una estructura clásica con su introducción, nudo y desenlace.

Prácticamente son solo tres los personajes que protagonizan esta novela corta. Uno de ellos es Reuben Wray, un actor sin talento que se dedicó a los trabajos más pobres dentro del mundo del teatro y pasó muchas penurias económicas. A sus sesenta años no ha encontrado otra opción que la de ofrecerse para dar clases de oratoria lo que le ha llevado a encaminarse en un largo peregrinaje en distintas ciudades buscando alumnos interesados. En cambio Martin Blunt, a quien todo el mundo llama Julio César, solo tuvo una gran experiencia en el escenario y con ella se ganó el sobrenombre. Annie es la hija del anciano Wray y de quien tuvo que ocuparse en soledad tras la muerte de su esposa.  Son personajes sencillos, amables, de los que conoceremos a grandes rasgos sus vidas y los dilemas a los que se enfrentan.

Cuando leí La mujer de blanco me llamó mucho el estilo narrativo del autor. Wilkie Collins tiene una forma muy particular y atractiva de abordar sus obras con una prosa muy estilizada, diálogos muy vivos, con cierta ironía y algunos guiños o llamadas de atención al lector a través de los cuales se dirige directamente a él o incluso propone sus propias ideas sobre la historia como si esta tuviese una entidad propia y él fuera un mero narrador que nos la hace llegar. Establece una especie de juego con el lector por lo que creo que es fácil acoplarse a la historia, conectar con ellas y disfrutarla. Además sabe cómo crear tensión en el lector a través de las descripciones tanto de acciones como de los escenarios en que se desarrolla e infundir la intriga.

Por último me gustaría comentar la edición con que la editorial Funambulista ha sacado la novela al mercado que pertenece a la colección Grandes Clásicos. Me ha parecido muy cuidada en detalles y diferente al las ediciones que actualmente se están sacando de este tamaño (similar al de bolsillo) que son mucho menos meritorias que esta.

Conclusión

La máscara robada es una novela corta narrada de una forma cercana y original que tiene cierto toque de intriga, algo de exageración y un poco de humor. Un cuento de navidad diferente.