jueves, 19 de marzo de 2015

Alana tiene un secreto - Manuel Arduino Pavón



Título: Alana tiene un secreto
Autor: Manuel Arduino Pavón
Publicación: Triskel Ediciones, julio de 2013
Páginas: 98 (versión digital)

Alana pasa su día a día en un gran piso, rodeada de un servicio que le sigue en su devenir diario, sin salir nunca de un edificio muy particular. Su pulcritud y sus modales de mujer refinada no impiden a Alana conocer el secreto que todos los inquilinos de este inmueble trasnochado, tienen en común.

Los vecinos que alberga este singular bloque, se dan cita en el piso de Alana todos los días para una taza de té y unas pastas, único esparcimiento en sus vidas repetitivas y enclaustradas en la rutina. Solo Alana destaca sobre ellos, solo Alana sabe sus secretos, solo ella sabe que todos viven muertos.

Mis impresiones

Alana tiene un secreto es la primera novela que cae en mis manos Triskel, una editorial independiente que ha sido creada recientemente y lleva poco tiempo publicando. De ella me atrajo mucho su sinopsis y su misteriosa portada pero tras su lectura tengo que decir que la he disfrutado pero no por los motivos evidentes. La verdad es que me he encontrado con una novela muy diferente a lo que esperaba y aunque al principio me descolocó un poco cuando comprendí ante qué tipo de obra me encontraba comencé a disfrutarla.
“Alana está muerta. Se da cuenta de que está muerta porque cada vez que se pone los zapatos de tacones altos le aprietan y nunca antes en su vida le apretaron esos zapatos
Se da cuenta que algo anómalo y por completo desagradable le está ocurriendo porque las palomas que visitaban el balcón de su piso junto al gran parque, ahora pasan de largo y se detienen junto a la fuente seca y llena de hojarasca, a la entrada del edificio, junto a las puertas de rejas.”

Al comenzar la historia conocemos a Alana, una mujer refinada, cuidadosa y de exquisitos modales que dice totalmente convencida que está muerta. Desde hace tiempo vive recluida en un antiguo y lujoso piso junto a un parque en donde cuenta con un servicio formado por un ama de llaves y una cocinera que perciben en la señora algo extraño. Ninguna se atreve a preguntar ni a decirlo en voz alta pero saben que algo no marcha bien.

Cada día Alana recibe en su hogar de seis a once de la tarde a los vecinos de este bloque para, aparte de la compañía, disfrutar de un té acompañado de scones.  Cada día tiene lugar una nueva y agradable velada en la que Alana calla los secretos que conoce, los suyos propios y los de los demás.

Es una novela de corta extensión y sencilla en la que quizás su línea argumental sea lo de menos. De hecho prácticamente no hay y se puede resumir en un par de líneas. Es más bien una novela de personajes en la que estos van configurando su historia. Se trata de adentrarnos en un mundo de imágenes, se sensaciones y vivencias. El gesto pequeño, la forma de vivir, la actitud con que cada uno de los personajes se enfrentan a sus circunstancias son las bases de esta historia.

Poco a poco conoceremos a Andrés, un pianista, y a su amante llamada Delfina que viven en la planta baja de este extraño edificio. En el primer piso vive Diana Lis, una artesana que pasa la vida tejiendo con sus propias manos con una laboriosidad única. Isis y Osiris ocupan el segundo piso y su vida es un remanso de paz marcada por los rituales y sin que medie una palabra entre ellos. Arsenio, el ocupante del piso superior, conoce muy bien la muerte ya que durante la mayor parte de su vida ha trabajo como taxidermista. Y Úrsula es una bailarina que se mueve sin música. Todos ellos tienen vidas diferentes pero todos comparten la reunión diaria en el piso de Alana, el lugar donde intercambian su tiempo, sus opiniones y callan sus propios secretos.

Alana, la anfitriona, es una mujer remilgada, llena de prejuicios, amante del protocolo y para quien las apariencias son fundamentales, conocedora de sus secretos guarda escrupuloso silencio. Su intención es mantener y salvaguardar todo como está. Todos realizan cada día las mismas acciones, casi de forma obsesiva son esclavos de sus rutinas, manías u obsesiones, como si estuviesen atrapados en un bucle.

El estilo narrativo con que Alana tiene un secreto esta relatada es muy refinado y en el que encontraremos mucho lirismo. El autor se esmera en formar bucólicas imágenes en la mente del lector a través de la descripción de estados y sensaciones, de repeticiones, empleando metáforas y adjetivos con mucha frecuencia. Su autor se centra en describirnos sus personajes y los escenarios en los que se desenvuelven, los cuales se corresponden con el lugar que habita cada uno.

La novela tiene un aire de extrañeza, oscuridad, magia y misterio que inquieta al lector desde el primer momento y le hace preguntarse cuáles de las cosas que está leyendo es real y cual no.  No sabía muy bien hacia donde quería llevarme el autor y tras acabarla en mi opinión está sujeta a diversas interpretaciones que cada lector podrá aportar ya que su autor va dando vueltas de tuerca a lo que cuenta, cambiando el sentido y jugando con un espejo de verdades y mentiras.

Conclusión

Alana tiene un secreto no es la típica novela que suelo elegir entre mis lecturas y a pesar de ello me ha resultado una grata experiencia. Yo la recomiendo para aquellos lectores que puedan prescindir de un argumento marcado y deseen una lectura apacible y poética.