martes, 13 de enero de 2015

La librería de los finales felices - Katarina Bivald



Título: La librería de los finales felices
Autora: Katarina Bivald
Publicación: Planeta, octubre de 2014
Páginas: 464 páginas

Tras dos años intercambiando cartas y pasión por los libros, Sara decide viajar a un pueblecito de Iowa para conocer a su anciana amiga Amy, pero cuando llega, ésta ha muerto, dejando una vieja casona y miles de libros.

Sola en este alejado rincón, se da cuenta de que gracias a las cartas de Amy conoce bien a los habitantes del pueblo. Así, cuando se embarca en la locura de montar una original librería con los ejemplares de Amy se da cuenta de que hay un libro destinado a cambiar la vida de cada uno de ellos. Pero al hacerlo también cambiará la suya.

Mis impresiones

Para los que nos gustan los libros en general, una librería puede llegar a ser una especie de santuario donde perderse durante horas. El lugar mágico donde una no se cansa de mirar, tocar, observar y sobre todo leer (bueno, y si nadie mira incluso oler). Quizás fue esta la razón por la que el título de La librería de los finales felices, junto a su portada, llamó mi atención de forma inmediata.

Después de leerla quizás no ha resultado ser exactamente lo que yo esperaba y aunque me he decepcionado en cierto modo también he encontrado algunas cosas muy interesantes en ella. Se trata de una novela que relaja, transmite buen rollo y reconforta pero no le hubiese venido mal un poco más de emoción, intriga o movimiento a la historia.

La novela comienza cuando Sara Lindqvist, una joven sueca que acaba de perder su empleo en un librería,  llega hasta un pequeño pueblo de Iowa situado en un rincón casi perdido del mundo llamado Broken Wheel. Después de conocer a través de internet a su amiga Amy Harris y cartearse durante dos años con ella ha aceptado su invitación de pasar un par de meses en su hogar y así poder hablar de libros, una afición que ambas mujeres comparten y gracias a la cual han establecido la relación.

Pero cuando Sara llega a Broken Wheel dispuesta a conocer a su amiga se lleva una extraña y desagradable sorpresa. Amy acaba de morir con lo cual el único vinculo de Sara en ese lugar ha desaparecido. Pero también se da cuenta de que sus escasos habitantes no le resultan del todo ajenos gracias a las historias que su amiga le contaba.

Todos en el pueblo se esmeran en acogerla con afecto y también Sara encontrará la forma  de hacer un homenaje a su amiga perdida y a la vez cambiar la vida de sus habitantes…

La novela tiene un comienzo que me gustó bastante con Sara recién llegada a la casa de su amiga esperando conocerla por fin en persona después de muchos meses afianzando la relación por carta y en cambio llega en el momento justo en que se está celebrando el funeral. La joven se siente tremendamente perdida y fuera de lugar después de un viaje tan largo. Poco a poco irá conociendo a los habitantes del pueblo y estableciendo relaciones con ellos.

La novela no tiene mucha acción pero algunas escenas me han resultado muy evocadoras e ingeniosas y sobre todo destaco las posibilidades que la autora te ofrece para reflexionar sobre la amistad, el amor y la literatura entre otras facetas diversas de la vida. A lo largo de esta historia además nos entraremos con multitud de alusiones y referencias a obras literarias y diversos autores, algo que siempre nos gusta a los lectores. La autora destaca la importancia que tiene la literatura en nuestra vida pero también nos lanza el mensaje de que hay que vivir la realidad.

El personaje central de la historia es Sara una treintañera que acaba de perder el trabajo que siempre ha tenido en una librería. A él se entregó en cuerpo y alma contagiada por el inmenso amor a los libros. Tal ha sido su dedicación a la literatura que solo ha vivido experiencias a través de los libros por lo que ha estado prácticamente ausente del mundo que le rodea. Es una chica del montón, solitaria, tímida y algo rara que nunca ha tenido amigos salvo a Amy, una anciana americana con la que intercambiaba cartas y libros. La primera aventura que Sara va a vivir es viajar hacia Iowa con los ahorros que ha estado guardando durante años. Con respecto a Amy, que también tiene su importancia en la historia me hubiese gustado conocerla más. Me parecieron interesantes muchas de las cosas que contaba en su cartas.

En el pueblo irá relacionándose con diversos personajes de los cuales tanto Amy como  el lector primero conocerá a través de los ojos de Amy (lo que contaban en sus cartas) y después serán ellos los que hablen por sí mismos, mostrando poco a poco su vida. Cada uno de ellos tiene su carácter, sus propias particularidades y sus propios problemas con los que cargar como puede pero lo que todos desean es hacer sentir a Sara como en casa. Esta diversidad en los personajes va dando lugar a que surjan muchas pequeñas historias dentro de la propia historia principal. Y al final junto a la protagonista todos ellos irán evolucionando de una forma u otra, cambiando incluso su forma de ver la vida.

La historia se ambienta en un pequeño pueblo de Iowa llamado Broken Wheel en la actualidad. La autora se hace eco de la crisis económica que asola el mundo entero mostrándonos la decadencia del pueblo en donde los pequeños comerciantes no han podido sobrevivir y han ido cerrando una a una casi todas las tiendas. El lugar cada vez está más desolado y las oportunidades se reducen por lo que la gente ha comenzado a emigrar para buscarse la vida. Los que se han quedado nos muestran la desilusión que la situación genera.

La librería de los finales felices está narrada a través de una voz en tercera persona omnisciente que nos relata de forma cercana, cuidada, tranquila y pausada prestando mucha atención a los detalles y con un marcado carácter reflexivo. A pesar de ello también hay momentos divertidos y ocurrentes.  A lo largo de la narración se insertan algunas de las cartas que Amy, escritas en primera persona, enviaba a Sara y en las que le hablaba del pueblo y sus gentes.

Conclusión

La librería de los finales felices no es la novela perfecta. Quizás le falte algo a la historia pero supone una lectura agradable, con momentos muy buenos y además nos encontramos con ciertos ingredientes que nos harán reflexionar. A pesar de sus pequeños inconvenientes me ha gustado leerla.