Título: La tierra de las mujeres
Autora: Sandra Barneda
Publicación: Suma de letras, octubre de 2014
Páginas: 552
¿Todo en la tierra está escrito? ¿Podemos cambiar nuestro destino corrompiendo nuestro pasado? ¿Qué harías si descubres que tu vida es una mentira?
Gala Marlborough viaja con sus dos hijas, Kate y Adele, a un pequeño pueblo del Ampurdán con la única intención de cobrar la herencia de un familiar desconocido y retomar cuanto antes su vida en Nueva York. Ignora que esa decisión activará una perfecta, sutil y acompasada maquinaria dispuesta a desempolvar mentiras enterradas, secretos familiares y a sanar almas entregadas a la amargura del dolor.
Mis impresiones
Esta es la segunda novela de la conocida periodista Sandra Barneda. Ya tuve la ocasión de leer
Reír al viento, una novela que considero que tenía puntos positivos, tales como la ambientación o la forma en que hacía que el lector fuera capaz de comprender a los personajes, aunque también encontré en ella algunos puntos menos positivos que en la valoración final tuvieron mucho peso y que llegaron a hacer que no conectara del todo con ella.
La tierra de las mujeres es una novela que aunque conserva el estilo de la autora es bastante diferente a la anterior y en mi opinión ligeramente superior. Más centrada, más definida y con una trama más depurada en la que he encontrado algunos aspectos positivos y otros negativos que como en la ocasión anterior han resultado ser determinantes.
Gala Marlborough es una neoyorkina que acaba de recibir una herencia inesperada tras la muerte de un familiar de cuya existencia no tenía conocimiento. Para hacer posesión de los bienes heredados y gestionarlos viaja con sus dos hijas Kate y Adele, que viven el viaje como un gran martirio, hacia una pequeña localidad situada al este de España donde su padre había nacido. Su intención es venderlo todo, coger el dinero para emprender un negocio y volver a su casa lo antes posible. En principio no pretende plantearse ni cuestionarse nada o investigar sobre esta desconocida parte de su familia. Pero una vez se encuentra en la casa familiar la figura de su tía abuela Amelia Xatart comienza a cobrar identidad y cuando encuentra un diario donde le relata su pasado emprenderá un extraño viaje hacia el interior de sí misma con el que se cuestionará todo en lo que ha creído hasta el momento.
La novela gira en torno a la idea de mantenerse fiel a uno mismo, conservar la identidad y las propias libertades pero también a la importancia de las raíces, de conocer como fueron nuestros antepasados y como la familia resulta fundamental en nuestra existencia. Nos habla también de amor, de respeto, confianza, secretos de familia, la toma de decisiones, el sacrificio o relaciones fraternales y de pareja siempre enfocados desde la perspectiva femenina.
Esperaba que la historia tuviese más intriga, más secretos que me
hicieran disfrutar de una trama que en ciertos momentos se vuelve demasiado
lenta y en la que se ponen las cartas sobre la mesa demasiado pronto. A pesar
de que inicialmente yo me había formado la idea de que la vida de la tía abuela
de Gala tendría más peso o intervención, y a mí me hubiese gustado, la autora la utiliza más como un
revulsivo para la protagonista, para hacerla despertar de la situación en que
se encuentra, que como una trama complementaria propiamente dicha.
Y es que la vida de Gala, la protagonista de esta historia, está regida más por los demás que por su propia iniciativa. Está casada con Don Pluscuamperfecto, el reputado cirujano plástico tan perfecto y prepotente que anula la personalidad de su esposa y la maneja a su antojo. A ella le gustaría tomar las riendas de su propia vida pero no se atreve a romper las costumbres ya adquiridas y enfrentarse a su familia. Eso es debido por un lado a un carácter débil pero en el fondo también por su propia comodidad ya que pertenece a una familia de renombre y siempre ha tenido las cosas muy fáciles. Como personaje aunque no me he visto identificada con ella no me ha costado entender sus circunstancias ni el papel que desempeña en su propia vida.
Todo lo que le ocurre cuando llega a La Muga le hará evolucionar porque allí conocerá otra forma de vivir y a unas mujeres con mucho carácter y muy diferentes a ella. Le enseñarán que hay que enfrentarse a la vida según viene y le mostrarán que no todos los caminos son fáciles pero que hay que tarde o temprano hay que recorrerlos. Las mujeres de La Muga nos irán contando sus historias particulares y su forma de concebir el mundo pero también la fuerza de las raíces, el amor a una tierra y la defensa de las convicciones y las tradiciones. Son estos los personajes que más carisma tienen y más destacan en la novela.
La novela se desarrolla en un pequeño rincón del Ampurdán (Gerona) llamado La Muga que resulta perfecto para contextualizar la novela. Un lugar donde todo el mundo se conoce y relaciona entre sí, donde se guardan secretos y con un estilo de vida y unas costumbres muy marcadas de las que iremos teniendo conocimiento a lo largo de la novela. Es notable la ambientación que consigue Sandra Barneda.
Si la historia en sí y en mensaje que la autora quiere transmitir me ha
gustado quizás he echado en falta algunas cosas y otras me han sobrado
con respecto al estilo narrativo. La tierra de las mujeres está narrada forma
muy ágil, sencilla y dinámica pero en muchos momentos he percibido que la prosa
era demasiado coloquial y con detalles que no resultan relevantes y ralentizan
demasiado (como la letra de una canción que suena en un móvil), una sensación
que ya me acompañó en la novela anterior. Otro elemento común en ambas novelas
es la introducción de frases en diversos idiomas que están traducidas a pie de
página pero que en exceso, como considero que aparecen en esta novela, rompen
el ritmo de la lectura y te llegan a distraer. Otro punto con el que no conecto
es la utilización de anglicismos sin motivo aparente ya que existe en nuestro
idioma una palabra para nombrar los conceptos a los que la autora hace
referencia.
Sandra Barneda imprime a la novela un carácter reflexivo que predomina sobre la acción. Introduce una serie de elementos que en principio aportan cierta intriga que luego no llegan a cuajar en la historia y se vuelven meramente anecdóticos (como el cuadro de autor desconocido que en principio parece tener más peso pero que luego no aporta demasiado). La novela está narrada a través de una tercera persona omnisciente, con un desarrollo lineal y estructurada en doce capítulos extensos.
Conclusión
La tierra de las mujeres es una lectura entretenida que se lee con
facilidad, que resulta entretenida y que encierra un bonito mensaje que hace
referencia a la fuerza y tesón femeninos pero a la que bajo mi punto de vista
le falta limar y depurar algunos aspectos.