martes, 7 de octubre de 2014

El amo del fuego - Enrique Osuna



Título: El amo del fuego
Autor: Enrique Osuna
Publicación: Amazon Kindle, 2014
Páginas: 259

Daniel Salgado es un joven universitario, de familia acomodada y acostumbrado a una existencia plácida. Sin saber muy bien cómo, un día retrocede en el tiempo cientos de miles de años. Angustiado por la situación y aferrándose a la pesadilla como única explicación posible, se ve indefenso, perdido en un paraje inhóspito y obligado a sobrevivir sin más ayuda que su inteligencia. Pero ¿es tan poderosa la elogiada mente del Homo sapiens? ¿Sería el hombre actual capaz de fabricar útiles, encender el fuego, enfrentarse con éxito a las fieras con armas rudimentarias, guarecerse del frío y procurarse alimentos? Con su mayor capacidad craneal y su ingente arsenal de conocimientos, ¿lograría usted sobrevivir como lo hacían nuestros primitivos ancestros? "El amo del fuego" es una historia de lucha, de solidaridad, de sacrificio y de amor en un mundo mucho más cercano de lo que parece.

Mis impresiones

Este ha sido mi primer acercamiento a Enrique Osuna y aunque en principio me sentía más atraída por El eterno olvido, su primera novela publicada en 2010, por la cantidad de reseñas muy positivas que he ido leyendo a lo largo de estos años ha sido finalmente la organización de una lectura conjunta por parte de Laky la que puso esta novela entre mis manos.

En general, El amo del fuego, me ha gustado. Es una novela muy dinámica, en la que van ocurriendo muchísimas aventuras a su protagonista, con decisiones arriesgadas por parte del autor, con muchos aciertos, un toque de humor y otros aspectos en mi opinión, por supuesto siempre subjetiva, algo más descompensados. Durante su lectura yo he tenido algunos altibajos que más tarde explicaré de forma detallada.

La novela comienza cuando Daniel Salgado, el joven protagonista de esta historia, se encuentra realizando un improvisado viaje junto a su novia Elena y dos amigos centrado en el turismo gastronómico por la comunidad de Castilla y León.  Sin nada planeado y la intención de ir siguiendo las rutas que vaya pidiendo el cuerpo terminan visitando el yacimiento arqueológico de Atapuerca situado en Ibeas de Juarros en la provincia de Burgos.

Allí el protagonista vivirá una de las experiencias más sobrecogedoras de su vida. Sin darse cuenta cae en un agujero y sin saber cómo acaba retrocediendo algunos miles de años en tiempo y repentinamente se encuentra perdido en medio de la nada, en un paraje inhóspito y frente a un grupo de seres, no muy simpáticos, que parecen vivir en la prehistoria. Si al principio Daniel cree que aún se encuentra en el complejo arqueológico y que son figurantes del mismo pronto se dará cuenta de su error y percibe que ya no está en su época.

Es a partir de este momento en que tendrá que enfrentarse a multitud de peligros y situaciones al límite para sobrevivir…

Ya hasta aquí puedo contar. Creo que es una de esas novelas en que mientras menos reveles al potencial lector es mejor para él porque la novela tiene muchos ingredientes para sorprender. La historia comienza completamente a bocajarro. Enrique Osuna apenas nos prepara para la acción que es abordada de forma inmediata desde la primera página de la novela. Con esto tiene dos cosas aseguradas. Una de ellas es que capta al instante la atención del lector y por otro lado impide que se produzca un solo segundo de aburrimiento.

Pero también es verdad que tras algunos capítulos leídos iba generándome la sensación de que la historia sucedía de forma demasiado precipitada sin apenas darme la oportunidad de asentar toda la información que me llegaba. Es por ello que tras el primer tercio la novela se me hizo algo cuesta arriba. Tantos sucesos encadenados y de forma tan acelerada se me hacía demasiado provocándome la sensación de haber demasiadas cosas condensadas en tan poco espacio. No sé si acabo de explicarme bien. En el último tramo de la novela se produce un cambio asombroso que me pilló totalmente desprevenida y tras recolocarme en la historia y asumir el nuevo rumbo volví a engancharme a la misma y es que la novela da un giro inesperado y se torna en un relato completamente distinto.

El amo del fuego es una novela en que su argumento da pie para muchísimas reflexiones y muy interesantes. En su lucha por la supervivencia Daniel se enfrenta a unas condiciones ambientales muy duras ya que no tiene nada, ningún objeto al que aferrarse para sobrevivir. Tendrá que buscar la manera de cobijarse, protegerse del frío, buscar alimentos y defenderse de las fieras que habitan la Sierra de Atapuerca. Además se encontrará con un clan de personas en principio menos evolucionadas con el que las interacciones resultan complejas. Les separan años de evolución y ni siquiera hablan el mismo idioma.

Esto le da a Enrique Osuna la oportunidad de reflexionar, como ya he dicho, sobre numerosas cuestiones. ¿Cómo puede desenvolverse un hombre del siglo XXI en una época como la prehistoria? ¿Sirven para algo sus conocimientos? ¿Conservamos algo del instinto que un día nos permitió sobrevivir? ¿Sirve para algo la inteligencia que ostentamos? Pero también otras cuestiones interesantes sobre el modelo de sociedad que hemos creado en la actualidad, nuestras prioridades, nuestras necesidades, el modo en que nos relacionamos unos con otros y en general el modelo de vida que hemos asumido.

Daniel es un joven como otro cualquiera que estudia derecho en la universidad de Salamanca. Tiene una novia y le gusta pasar tiempo con sus amigos. Es un tipo simpático, hablador y algo socarrón que va a experimentar un terrible cambio a medida que va sufriendo todas esas aventuras y asumiendo riesgos. Me parece muy valiente por parte del autor mostrarnos su instinto de forma tan cruda. Para sobrevivir tendrá que llevar a cabo ciertas acciones que nosotros bajo nuestro punto de vista no podemos aprobar e incluso algún lector podría rechazar pero que en el contexto en que se desarrolla la historia tienen mucho sentido.

El amo del fuego está narrado a modo de diario o testimonio con el cual su protagonista desea dejar constancia de sus vivencias por lo que las llamadas de atención o las referencias al lector ocurren con mucha frecuencia. Es por ello que una parte de la narración se produce en primera persona lo que da lugar a que tengamos acceso a todas esas ideas, percepciones y sensaciones que el protagonista va sintiendo y algunas de ellas no tienen desperdicio. En algunas ocasiones esta voz me ha parecido demasiado impostada o formal para una estructura que no me lo parece tanto.

Conclusión

El amo del fuegome ha parecido una novela distinta, original, muy dinámica, con un toque de humor, con interesantes reflexiones pero cuyo ritmo es tan trepidante que en ciertos momentos yo no lo he sabido encajar. A pesar de ello creo que cosechará muchos éxito.  


Calificación: