lunes, 14 de julio de 2014

La noche soñada - Máxim Huerta



Título: La noche soñada
Autor: Máxim Huerta
Publicación: Espasa, marzo de 2014
Páginas: 350

En la víspera de San Juan de 1980, los habitantes de Calabella, en la Costa Brava, esperan a la mítica Ava Gardner, que va a inaugurar el cine de verano del pueblo. Todo el mundo está pendiente de la actriz, salvo Justo, el benjamín de la peculiar familia Brightman. En el día más mágico del año, el muchacho ha decidido que, en vez de pedir un deseo, va a hacer todo lo que esté en su mano por cambiar el destino de los suyos.
La noche soñada es una historia sobre la búsqueda de la felicidad.

De la mano de Màxim Huerta, el lector descubrirá que el viaje más arriesgado es el que se emprende hacia el amor, tantas veces doloroso e imposible, pero con el que nunca deberíamos dejar de soñar.

Mis impresiones

Muchas veces hablamos en la blogosfera de lo peligroso que resulta tener altas expectativas a la hora de afrontar cualquier lectura y puede que estos sean los motivos por los que no haya terminado de encajar con La noche soñada del periodista Máxim Huerta que se ha hecho con el Premio Primavera este mismo año.

Con anterioridad leí del mismo autor Una tienda en París, novela en la que me costó entrar aunque disfruté al final. Prácticamente me ha pasado lo mismo con La noche soñada cuya lectura afronté tras leer excelentes opiniones de ella en la red y que me ha dejado algo fría. Esperaba más, algo que la novela no me ha dado. A pesar de ello tengo que reconocer que este autor cuenta con algunas características que me gustan.

La historia comienza el 23 de junio de 1980, la víspera de San Juan. Mientras los habitantes de un pequeño pueblo de la Costa Brava llamado Calabella esperan ilusionados la visita de una de las actrices más famosas del momento el pequeño Justo, a sus doce años, ha encontrado el momento perfecto para cambiar el destino de su familia. La oportunidad que se presenta esa noche es la idónea para llevar a cabo un plan para el que necesitará armarse de mucho valor.

Treinta años después ese mismo niño llamado Justo (pero a quien todo el mundo conocía como el hijo del irlandés) se encuentra en Roma y en pocas horas se producirá un reencuentro con su madre para celebrar el cumpleaños de ella. Pero decidido a  confesar lo que ocurrió aquella noche, un acontecimiento que lleva años taladrando su conciencia, intenta retrasar el encuentro lo máximo posible.

El principal problema que le he encontrado a La noche soñada es el ritmo, excesivamente lento en mi opinión con que comienza la novela e incluso se torna demasiado repetitiva en muchos momentos. Durante casi toda la primera mitad de la novela su autor nos va presentando a sus personajes, acotando sus circunstancias y describiendo detalladamente su mundo pero no ocurre mucho más por lo que hay que armarse de paciencia hasta ver coger forma a su argumento. También tengo que reconocer que la segunda mitad del libro si me ha gustado y considero es realmente el alma de la novela. Es en ella donde diversas cuestiones que se nos plantean al principio serán retomadas y desveladas. ¿Qué hizo Justo durante esa noche para arrastrar la culpa durante treinta años? ¿Por qué va a encontrarse con su madre en Roma? Esta última pregunta hace referencia a una trama que no voy a mencionar.

Aún así lo que más me gusta de Máxim Huerta es la sensibilidad, delicadeza y buen gusto que tiene a la hora de narrar. Además se nota que es capaz de comprender y recrear perfectamente el mundo femenino en sus novelas transmitiéndonos con exactitud y realismo las emociones de sus personajes, las preocupaciones y  las formas de afrontar las diversas situaciones a las que se enfrentan. Aunque en La noche soñada su protagonista sea del género masculino está muy influenciado por su entorno familiar en donde su madre y su tía Visitación ocupan un papel esencial en su vida. Todo lo que Justo hace es por amor a ellas, para que estas mujeres que  comparten su día a día sean felices porque sabe que merecen algo mejor.

Quizás es por ello que junto a Justo sean los personajes mejor trazados en la historia siendo el resto meros acompañantes ligeramente delineados. A Justo lo conocemos a sus doce años, momento en el que vive en un pequeño pueblo costero con su madre y un padre de origen irlandés que con un carácter rudo y malhumorado y una gran afición al Whisky procura un ambiente familiar muy tenso y opresivo. También conocemos al adulto solitario, que se dedica a la fotografía y que se ha pasado media vida guardando un secreto que muerde su conciencia.  Teodora es su madre, una mujer guapa e inteligente que vive anulada por el difícil carácter de su marido. Es sumamente amorosa y su prioridad absoluta es defender a sus hijos. En el otro vértice se encuentra la tía Visitación, uno de los mejores personajes de la novela y a quien quizás el resto de las ocho hermanas no toma en serio por su carácter alocado, sus extravagantes ideas y su extraño sentido del humor.

Al final La noche soñada nos habla del amor a la familia, inmenso, del enamoramiento, del sacrificio, de la búsqueda de la felicidad, de la ingenuidad de la niñez pero también del paso del tiempo, los secretos, la culpa y la expiación de los pecados.

Otro aspecto positivo en la novela es lo lograda que está la ambientación y que consigue fácilmente arrastrar al lector durante el verano a un pequeño pueblo de la Costa Brava durante los años ochenta. Más que en escenarios concretos, Huerta hace hincapié en la atmosfera que viven sus personajes. El ambiente previo a la noche de San Juan, con el entusiasmo que vive todo el pueblo la llegada de una gran actriz y las mujeres trajinando en la cocina pendientes de acudir a la misa diaria. Sin embargo la parte ubicada en Roma no me ha transmitido la misma sensación a pesar de las muchas descripciones de la cuidad.

La novela se desarrolla a través de dos líneas argumentales que se alternan a lo largo de los treinta y ocho capítulos en que se estructura la novela y que transcurren con treinta años de diferencia. Narrado en primera persona por su protagonista  en ambas ocasiones y distintos tiempos verbales su autor hace gala de un estilo muy cuidado que sin abandonar la sencillez tiene un carácter marcadamente emotivo que predomina sobre la acción.

Conclusión

Yo ya he puesto sobre la mesa mis impresiones sobre La noche soñada y ahora os toca a cada uno decidir qué hacer con ella. Una novela con la que no he conectado durante la primera mitad pero que mejora mucho en la segunda. Su principal hándicap es la ausencia de acción y la repetición de las mismas ideas pero como os he dicho este autor tiene cosas que me gustan.