jueves, 6 de marzo de 2014

La vida de los objetos - Susanna Moore



Título: La vida de los objetos
Autora: Susanna Moore
Publicación: Editorial Alevosia, 2013
Páginas: 213

En 1938  la vida de Beatrice,  una jovencísima encajera irlandesa, se convierte en un cuento de hadas cuando por un maravilloso azar entra a trabajar en la residencia de Felix y Dorothea Metzenburg en Berlín. Los Metzenburg, coleccionistas de arte y amigos de los hombres y mujeres más fascinantes de Europa, introducen a Beatrice en un mundo en el que la joven encuentra más objetos de deseo de los que jamás había imaginado.
Sin embargo la Alemania nazi ha lanzado su campaña de agresión por toda Europa, y muy pronto el conflicto traspasa el umbral de los Metzenburg. Tras retirarse con Beatrice a su casa de campo, ­Felix y Dorothea hacen todo cuanto está en su mano para preservar las tradiciones del viejo mundo. Pero las realidades del hambre y la enfermedad, así como las amenazas todavía más graves del terror nazi, la deportación y el asesinato de los judíos y las hordas de refugiados que huyen del avance del Ejército Rojo, empiezan a amenazar su existencia.

Mi experiencia con la novela

La vida de los objetos me llamó la atención de forma inmediata. Ya sabéis que con mucha frecuencia acudo a historias ambientadas en la Segunda Guerra Mundial y además el estuviese protagonizada por una mujer es otra de las características que me atraen irremediablemente.

Os anticipo que la novela me ha gustado mucho. Creo que Susanna Moore ha logrado crear una historia de esas que el lector vive desde dentro, sufriendo a la vez que sus personajes y consiguiendo contar una historia difícil de olvidar. A pesar de que es un tema ampliamente tocado en literatura no puedo considerarla como otra obra más.

La historia comienza en un pequeño pueblo de Irlanda llamado Ballycarra en el año 1938. Beatrice es una joven con muchas inquietudes que ha crecido bajo la influencia de Hugh Knox, un viejo clérigo de la iglesia de Irlanda que le da clases y con quien comparte muchas aficiones. En una familia donde impera el silencio, con una madre amargada y un padre que teme a su esposa, Beatrice ha construido su mundo alrededor de los personajes de los libros que el señor Knox le facilita.

Pero Beatrice sueña con escapar de su hogar, donde se siente incomprendida. Le hubiese gustado estudiar pero su madre decidió cuando la joven cumplió los quince años que su formación había concluido y la puso a trabajar en la tienda familiar. Gracias a su innata curiosidad la joven comienza a aprender de forma autodidacta el oficio de elaborar encajes. Desde el comienzo su trabajo llama la atención de los lugareños e incluso de una excéntrica condesa que le propone trasladarse a Berlín y trabajar como encajera en casa de los Metzerburg, dos coleccionistas de arte.

Beatrice no duda en aceptar la oferta y pronto se encuentra instalada junto a Felix y Dorothea en Berlín. Los Metzerburg llevan una vida apasionante, rodeados de lujo, los objetos más exquisitos y las personalidades más distinguidas entre las que se encuentran artistas, diplomáticos, músicos, estrellas del cine y políticos destacados. Pero pronto el régimen de Hitler y la declaración de II Guerra Mundial va a acabar con esa vida de glamur y exquisiteces.

A partir de ese momento Beatrice tendrá que luchar por mantener a salvo tanto su vida como la de todos los que se encuentran a su alrededor. La familia tendrá que huir de la capital y cobijarse en una finca al sur de Berlín donde intentarán por todos los medios continuar su vida tal y como ha sido hasta el momento y aunque los cambios no se perciben de forma inmediata los horrores de la guerra no tardan en hacerse notar. El miedo, la escasez de comida, las barbaridades perpetradas por el ejército, la desaparición de sus conocidos, las bombas y misiles harán que Beatrice comience una nueva vida….

La protagonista indiscutible de esta historia es Beatrice, una joven irlandesa callada y solitaria pero a la vez curiosa, valiente y emprendedora. Pertenece a una familia venida a menos donde el carácter huraño de una madre decepcionada con la vida condicionaba a los demás. Beatrice solo puede encontrar el cariño de un padre que no se atreve a hablar por lo que su figura de referencia es el señor Knox, un clérigo que le da clases y alimenta sus inquietudes. Es un personaje que se ve obligado por las circunstancias a evolucionar mucho a lo largo de la novela. De una joven cándida e impetuosa pasa a ser una mujer con momentos muy duros a espaldas capaz de enfrentarse a las situaciones más comprometidas y aún así salir hacia adelante con dignidad. Beatrice es un personaje muy trabajado que despierta de forma inmediata la simpatía del lector.

A su alrededor existen otros personajes que destacan como Felix Metzerburg, un coleccionista de arte excéntrico al que conoceremos poco al principio pero que irá ganando protagonismo a lo largo de la novela o Elías, un personaje muy a tener en cuenta por su llamativo carácter. En menos medida conocemos a Dorothea, su esposa. Entremezclados con estos personajes ficticios hay una serie de apariciones de otros personajes que fueron reales y vivieron en la Alemania del régimen nazi, bien contribuyendo a la barbarie o incluso quienes sufrieron sus consecuencias tales como Göring, militar nazi, la actriz de los estudios de la UFA María Milde, el periodista Hilde Meisel o Hans Koch, abogado de la resistencia.

La novela está narrada en primera persona por su Beatrice, su protagonista, lo que da lugar a que conozcamos todos los hechos de primera mano y nos introduzca la percepción subjetiva de sus vivencias. Pero además su visión resulta muy interesante porque aunque ella al fin y al cabo lo vive desde dentro tiene menos implicaciones personales que otros de sus personajes. La novela se estructura en ocho capítulos marcados por el año en que se desarrollan los acontecimientos de forma que la información nos llega muy ordenada. El estilo narrativo de Susanna Moore es muy rico en detalles y descripciones muy precisas que consiguen una excelente ambientación. A pesar de ello y de que la prosa es cuidada y pulcra también resulta ágil y muy clara en su lectura. En la misma hay muchas referencias tanto a la literatura como a las aves, dos aficiones que su protagonista mantiene. En cuanto a la primera Beatrice lee a George Eliot, Elisabeth Gaskell o Anthony Trollope entre muchos otros.

La vida de los objetos comienza en el año 1938, un año antes de que produjera la invasión de Alemania a Polonia un acontecimiento clave para la declaración de la II Guerra Mundial y termina en el año 1945 al concluir la misma. Si bien podríamos pensar que la guerra es otro de los protagonistas en realidad la autora la utiliza en momentos claves para situarnos en su evolución y contarnos como afecta a la vida de los protagonistas cada uno de los acontecimientos que se van desarrollando. Algunos de ellos los conocerán de oídas, otros en cambio los vivirán en primera persona.

Al final esta novela tiene en mi opinión un mensaje muy significativo con referencia a su título La vida de los objetos, esa importancia o apego que cada uno de nosotros establecemos con las cosas que nos rodean. No solo por su valor económico o su belleza sino también por el valor sentimental que podemos atribuirles o la seguridad que nos puedan infundir.  

Conclusión

La vida de los objetos es una novela que he disfrutado ampliamente, tanto por su magnífica ambientación como por el carácter de sus personajes. En ella hay escenas verdaderamente duras y muy conmovedoras capaces de estremecernos y hacernos sufrir junto a sus personajes pero que también nos enseñan que hay que seguir hacia adelante. Sin duda, muy recomendable.


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