martes, 11 de febrero de 2014

Itahisa - Toti Martínez de Lezea



Título: Itahisa
Autora: Toti Martínez de Lezea
Publicación: Editorial Erein, noviembre de 2013
Páginas: 299
 
Tras más de quince años de ausencia, Julián de Zautuola regresa a su lugar de nacimiento. Convertido en un hombre adinerado, restaura el caserío familiar y se casa con Inexa, una joven de la localidad.

Sin embargo, herido en lo más profundo, obsesionado por el recuerdo de la mujer que amó, y a quien sigue amando, Julián es incapaz de apreciar lo mucho que su esposa le ofrece.

Su vuelta, además, genera el recelo y las consabidas habladurías entre sus convecinos.

¿Por qué no prosiguió viaje a las Indias?
¿Por qué decidió quedarse en el Puerto de la Orotava?
¿Cómo pudo amasar semejante fortuna?
¿Por qué, finalmente, regresó a su lugar de nacimiento?

El valle, Bilbao, la isla de Tenerife son los escenarios de esta narración, una historia de pasiones, desengaños y venganzas, que tiene lugar hacia 1800, una época convulsa en que navieros, corsarios, tratantes de esclavos y comerciantes intentan obtener sus mayores beneficios.

Mi experiencia con la novela

Después de haber leído opiniones muy positivas sobre Toti Martínez de Lezea tenía muchas ganas de experimentar con alguna de sus publicaciones. Si esta autora es habitual del género histórico con incursiones en trabajos dirigidos al público infantil en esta ocasión ha optado por desarrollar en Itahisa una historia de amor y pasión. Tanto la sinopsis como la ambientación de esta última novela me atrajeron de forma inmediata y os puedo adelantar que la historia me ha gustado mucho pero sobre todo me ha encandilado la forma de narrar de la autora por lo que volveré a encontrarme con ella en un futuro.

La historia comienza en el año 1800 cuando Julián de Zautuola regresa al valle en que nació cerca de Bilbao después de quince años de ausencia. En este tiempo los lugareños no han tenido noticias de él y sólo conservan el vago de recuerdo de que se marchó hacia los puertos en busca de fortuna por lo que todo el pueblo vive la novedad como un acontecimiento. Ahora ha regresado convertido en un hombre con fortuna y tras rehabilitar el caserío de la familia pretende establecerse y buscar una esposa que lo acompañe.

La elegida será Inexa, una joven tímida y cándida del pueblo que tras la noche de bodas descubre que su matrimonio no será un mar de rosas. Inexa apenas conoce a su marido y este tampoco le ha contado que nunca llegó a América sino que su viaje terminó de forma prematura en el puerto de Orotava en Tenerife donde conoció al amor de su vida y la mujer a la que no puede olvidar, Itahisa. Ambos tendrán que convivir con su recuerdo y las consecuencias de lo vivido en el pasado.

Son dos los protagonistas alrededor de los cuales gira la historia, Inexa y Julián, que no sólo están perfilados al detalle de forma que podemos llegar a entenderlos por completo sino que ambos evolucionan de forma ostensible a lo largo de la novela. Su autora los va definiendo poco a poco con caracteres sólidos, realistas y llenos de matices.

Julián es un hombre retraído, egoísta, reservado y huraño de quien poco se nos muestra al inicio de la novela pero a quien llegaremos a conocer muy bien. Sabemos que ha conseguido hacerse rico y que tras unos años de ausencia regresa al lugar donde están sus raíces. El objetivo que tiene al casarse con Inexa es tener un hijo que herede sus bienes y el único trato que puede dispensarle a su esposa está marcado por la indiferencia. Poco a poco iremos conociendo a este personaje y adivinando que las razones de este comportamiento no son más que los fantasmas que le persiguen, que le rondan constantemente por la cabeza, le atormentan y le oprimen el corazón.

Si Julián es un personaje con el que seremos incapaces de empatizar desde el principio por su comportamiento, Inexa es una mujer que conquistará nuestro corazón de forma inmediata. Una joven ignorante a la que el matrimonio no le importaba demasiado y que de la noche a la mañana se encuentra casada con un hombre mayor que ella y que no la trata bien. Inexa es un personaje de evolución interesantísima marcada por los acontecimientos que sufre. Si tras la primera noche con su esposo su primer impulso es abandonarle pronto intentará por su propia conveniencia que funcione, dándolo todo de sí misma para conseguirlo y demostrando ser capaz de coger las riendas de su vida.

Alrededor de ambos hay diversos personajes que en plano secundario y aunque definidos lógicamente en menor medida también llegamos a conocerlos y situarlos perfectamente en la historia e incluso nos provocarán distintos sentimientos. Entre ellos encontramos a Itahisa, la mujer que da nombre al libro, y que aunque está muy presente siempre es través de recuerdos.

Itahisa es una historia de amor en el más amplio sentido de la palabra pero también de obligaciones, pérdidas, de venganza y pasión.  Por un lado tenemos la historia de Inexa y Julián que se desarrolla de forma realista, respetando los tiempos lógicos en que evoluciona la relación y resultando en todo momento muy creíble a ojos del lector. También conoceremos la historia de Julián con Itahisa, que desde el principio intuimos que terminó de forma trágica. No hay grandes escenas de romanticismo desmesurado, palabras que deleiten a los enamorados, ni contempla locuras que se hacen por amor sin sentido, Toti Martínez de Lezea nos habla  más de sentimientos que de actos.
                                    
Otro aspecto notable en la novela es la excelente ambientación y contextualización temporal en el periodo en que se transcurre la acción. La trama se desarrolla entre los años 1800 y 1805 en un pequeño pueblo cercano a Bilbao con algunas escenas en dicha ciudad. En esta se nos ofrece una visión muy concreta del estilo de vida, la sociedad y algunas costumbres de la época, un aspecto que he disfrutado mucho. Hay una parte de la novela que se refiere al pasado de Julián y se desarrolla a finales del siglo XVIII en la isla de Tenerife, lugar al que Julián llegó para hacer fortuna. Allí se dedica a la tala de pinos y la producción de pez bajo el amparo de un hombre que se dedicaba al contrabando de licores y esclavos.

Imbuidos en el relato hay una serie de detalles que aportan cierto encanto a la novela. Su autora nos habla de mitología, de brujas, hechizos y supersticiones tanto en el valle como en la isla tinerfeña destacando algunas coincidencias entre ambas culturas.

Como os comentaba al principio no solo me ha gustado la historia en sí y la construcción de los personajes sino que me he quedado atrapada ante la forma de narrar de Toti Martínez de Lezea. Itahisa cuenta con un narrador en tercera persona que de forma lineal va construyendo el relato. Intercalados y distinguidos en cursiva unos fragmentos nos relatan en retrospectiva y llamados por la memoria el pasado de Julián desde que salió del valle. Su etilo narrativo me ha parecido impecable, con sencillez pero imprimiéndole una personalidad propia, con detalles jugosos en su justa medida.

Conclusión

Itahisa, mi primer acercamiento a Toti Martínez de Lezea, me ha parecido una obra meritoria. Entretenida, bien construida, con personajes sólidos y realistas, con cierta intriga que descubrir y un ritmo que se mantiene constante desde principio a fin. Una novela muy recomendable.

Calificación: