viernes, 20 de diciembre de 2013

La esperanza del Tíbet - José Vicente Alfaro



Título: La esperanza del Tíbet
Autor: José Vicente Alfaro
Publicación: Círculo Rojo, abril de 2013
Páginas: 234

El Tíbet, siglo XIII. El llamado «País de las Nieves» ha recogido el testigo del legado budista dejado por la India. Los monasterios se multiplican y los lamas ensalzan la meditación y predican una filosofía pacifista que condena la destrucción de la vida.
En semejante contexto, el Imperio mongol comandado por Gengis Kan, el más grande y sanguinario conocido hasta la fecha, alcanza sus fronteras y tras un periodo de tregua se lanza a saquear aldeas, monasterios y todo cuanto se va encontrando a su paso... 

La esperanza del Tíbet conjuga con maestría realidad y ficción para narrar un momento clave en la historia del país en el que se hallaban en juego tanto el futuro del budismo como la identidad de los propios tibetanos, y en el que los líderes espirituales de la época tan solo podían hacer frente al invasor mediante las palabras y a través de la magia de sus creencias.
Una novela vibrante y emotiva que sumerge al lector en un entorno de leyenda donde el fervor de las gentes y la crudeza del paisaje se armonizan para conformar una sola piel.

Mi experiencia con la novela

Tengo que confesar que cuando comencé la lectura de esta novela no tenía muy claro que me iba a encontrar así como si me iba a gustar. La novela catalogada como histórica siempre me produce ciertas reticencias y hay ciertos periodos históricos que llaman menos mi atención o que me parecen más complejos de entender en principio.

La esperanza del Tíbet me ha parecido una novela sencilla tanto en su forma como en argumento pero de contenido muy interesante e instructivo. Me ha gustado como José Vicente Alfaro, su autor, recrea el contexto histórico con precisión y naturalidad. Aunque  creo que es una novela a la que la sinopsis de su contraportada no le hace justicia algún e incluso podría distraer a potenciales lectores.

La historia se desarrolla en el Tíbet en el siglo XIII. El Karmapa, líder de la escuela espiritual budista Kagyu, acaba de morir en el monasterio de Tsurpu, donde se encuentra su sede. En el país el budismo ha cobrado mucha importancia durante los últimos años y, mientras los monasterios y lamas se asientan el territorio predicando la filosofía de Buda, resulta vital la elección de un nuevo líder que sustituya al anterior. Este sólo podrá ser elegido en la reencarnación del karmapa anterior que deberá ser encontrado a través de la intuición y la interpretación de los sueños y visiones e los monjes.

Tras seis años sin encontrar al niño que lo sucederá la preocupación aumenta ya que el nuevo emperador mogol, nieto de Gengis Khan, desea conocer al líder espiritual de los budistas. Su acercamiento a esta religión puede resultar esencial para el futuro del país.

En este contexto el abad Lobsang llega al monasterio de Batang del cual es el líder. Después de pasar algunos meses recorriendo la región transmitiendo los principios del budismo a la población y captando adeptos se encuentra con que algunas cosas no funcionan como deberían en el monasterio.

Mientras el imperio Mongol arrasa aldeas y monasterios. Hechos que provocan que dos hermanos sean separados por el destino tras perder a sus padres en un aparatoso accidente mientras atraviesan las montañas cuando huían de su hogar después de ser saqueado. El pequeño Chögyam de cinco años es rescatado por un asceta que vive en un cueva en las montañas, aislado desde hace años mientras su hermano Thupten, un año mayor, es recogido por un proscrito que le obliga a trabajar para pagar su afición al alcohol.

La historia se desarrolla a través de varios hilos temporales que se desenvuelven de forma paralela hasta fusionarse en una trama de desenlace común. En cada una de ellas encontramos distintos personajes que se enfrentan en unas situaciones particulares. Es una trama que destaca por su sencillez pero a la que se le puede sacar mucho partido por los numerosos detalles que el autor introduce en ella. Además esta novela cuenta con cierta emotividad en momentos concretos que le proporcionan un valor añadido.

En La esperanza del Tíbet existe un gran abanico de personajes de muy diferentes perfiles y correctamente dibujados. Cada uno cumple su función y despierta algún sentimiento en el lector.  Muchos de estos personajes me han resultado figuras amables y cercanas en contraposición con otros que me transmitían mucha negatividad. Me gustaría destacar algunos como el lama Lobsang, un hombre juicioso y sereno o los hermanos Thupten y Chögyam muy diferentes entre sí.

Una de las cosas que más me han gustado de esta novela ha sido la forma en que José Vicente Alfaro nos acerca a los principios que rigen la vida de los monjes tibetanos a la vez que nos ofrece un acercamiento a los principios de esta religión. La vida monacal está regulada por el Vinaya Pitaka, cuyos preceptos se originan en el propio buda. Así vamos conociendo las obligaciones de ayuno de estos monjes que comían una sola vez al día y siempre lo que obtenían de la mendicidad, la meditación, las ofrendas o los rituales que realizaban así como otras normas del código disciplinario. Este aspecto me ha resultado especialmente interesante y muy ameno ya que está totalmente imbuido en la  trama de la novela y apenas destacan los datos sobre la ficción de la trama.

Un aspecto muy logrado en la novela es su ambientación. Desde el monasterio de Tsurpu que compone una ciudad monástica formada por diversos templos, escuelas y residencias que acogen a un millar de monjes tibetanos hasta las cuevas en las montañas donde vivían los ascetas. Sin describir cada escenario al milímetro ni complicarnos con tediosas y largas retahílas de adjetivos consigue que los imaginemos perfectamente y visualicemos lo mismo que sus personajes.

Atendiendo al contexto socio-económico su autor nos habla del momento en que el imperio mongol siembra el terror en la población. Su emperador Kublai Kan, nieto de Gengis Kan, busca una nueva orientación religiosa para su pueblo y se encuentra dudando entre el budismo y el cristianismo, cuyos lideres se lo disputan.

La esperanza del Tíbet se estructura en seis capítulos con divisiones interiores que alternan las narraciones de las distintas líneas argumentales, precedidos de una introducción y coronados por un epílogo final. Su autor hace gala de un estilo muy cuidado pero marcado por la sencillez y la claridad en sus exposiciones. Además resulta una novela fluida, amena y muy agradable de leer. Sin llegar a encontrar un ritmo trepidante en ella mantiene un buen compás y mucho dinamismo.

Lo único que he echado de menos son las notas a pie de página, necesarias en mi opinión en una novela donde se utilizan términos que hacen referencias a aspectos, costumbres u objetos de la cultura propia del budismo y que cuentan con sus propios vocablos para hacerlo. No es que existan fragmentos que dejen de comprenderse por ello porque el autor de alguna forma nos revela parte de su significado en el mismo pero a mí me hubiese gustado una explicación más concreta.

Conclusión

La esperanza del Tíbet resulta una lectura agradable, amena y entretenida narrada en su justa medida y tras la cual se encierra una excelente recreación de un momento concreto de la historia. En mi opinión el gran acierto de José Vicente Alfaro es coger un tema interesante pero que puede resultar árido o complicado y convertirlo en una lectura al alcance de cualquiera.