martes, 6 de agosto de 2013

Largo haiku para un viaje - Susy Calcina Nagai



Título: Largo haiku para un viaje
Autora: Susy Calcina Nagai
Publicación: Algón Editores (Colección Añil), junio de 2013
Páginas: 330

Lujo, aristocracia, guerra, pasión, hambre, amor, soledad, se unen en este relato de la vida de una mujer extraordinaria. Jaruko, o Anna Rosso, nos invita con la historia de su pasado a una travesía tan apasionante como conmovedora. Un viaje al pasado, recorriendo ciudades como Nagasaki, Shangai, Los Ángeles o Siracusa, ante el horizonte infinito de tres océanos y dos mares, viviendo los contrastes y penalidades en tres continentes, hasta el puerto de la Guaira en Venezuela, que será la puerta de entrada a un destino definitivo. Ese final de una vida en Barquisimeto, la ciudad venezolana de los crepúsculos.

Mi experiencia con la novela

«El primer error que cometí fue dejar de llamarme Jaruko. Cuando la gente se enamora es capaz de perder hasta el nombre, ese fue mi caso. Las personas se casan llevándose consigo dos equipajes: el primero consta de los enseres y pertenencias; el segundo, contiene el modo de ser y pensar… la tradición, las costumbres, los hábitos y sus gustos. En total son cuatro equipajes que deben ajustarse en un solo espacio que se llama matrimonio.»

Este es el comienzo de Largo haiku para un viaje, una saga familiar donde la autora nos narra la historia de sus padres que no es más que el origen de una familia en la que se fusionan distintas culturas y diversas formas de concebir la vida. El resultado del libro me ha parecido muy especial. Es una novela maravillosa y emocionante que resulta tan real y apasionante como la vida misma. 

Jaruko y sus cinco hijas


Jaruko Nakayama es una muchacha japonesa que lleva una vida privilegiada en Nagasaki rodeada de lujos y todas las comodidades posibles ya que la familia cuenta con gran  bienestar económico y una buena posición social.  Jaruko tiene 14 años y está a punto de estudiar Biología en la universidad tras haber acabado de forma satisfactoria la escuela secundaria. Su madre es una mujer hermética, anticuada y sumisa que desempeña el perfecto rol de esposa japonesa y ha procurado que todos sus conocimientos y aptitudes sean transmitidos a su hija. Cuando su padre, un hombre severo, tradicional y nacionalista, recibe un ascenso y se convierte en general del imperio nipón toda la familia abandona su hogar y se traslada a China.

En Shangai la vida no resulta desagradable en absoluto, consiguen adaptarse de forma satisfactoria y ella vive ajena a los acontecimientos que se desarrollan en la ciudad. Japón ha invadido China y  lucha por mantener la hegemonía sobre el país así como frenar el avance del comunismo  por lo que firma un tratado con Alemania al que poco después se unirá Italia. De esta forma, Antonio Rosso, un joven Siciliano es requerido por el gobierno italiano para unirse al ejercito de su país. Con dieciocho años abandona su hogar y termina destinado en Shangai.

Cuando Jaruko y Antonio se conocen en un acto militar, casi de forma inmediata surge algo entre ellos y poco después a pesar de la fuerte oposición de los padres de Jaruko y de verse obligada a distanciarse de ellos, los dos jóvenes terminan casándose y uniendo su vida para siempre. Pero para ello Jaruko deberá bautizarse para convertirse al cristianismo y a la vez adopta el nombre de Anna.
 
Antonio y Jaruko

El resto nos habla de la historia de amor entre Antonio y Jaruko y la vida que los dos comparten. Los problemas económicos, los momentos de cariño, los desencuentros, los celos, los malentendidos entre ambos, las decisiones que uno toma sin que el otro esté de acuerdo.

Hay muchos tipos de amor y a diferencia de otras novelas, que acaban cuando los amantes se reúnen después de innumerables desventuras en esta novela la historia comienza cuando el matrimonio se ha consumado y los amantes, después de enfrentarse a ciertos problemas, comienzan su vida en común. 
Largo haiku para un viaje destaca por su realismo -no en vano es una obra basada en una historia real- por ser capaz de transmitirnos todos los matices, los estados por los que pasa una relación, las pequeñas y cotidianas disputas diarias, la problemática que surge entre los miembros de una pareja de culturas muy distintas, una italiana y una japonesa que no llegan a ser distintas de las de cualquier otra. 


Jaruko es una joven japonesa educada de forma exquisita con el objetivo de formar una esposa tradicional de alto nivel intelectual. A pesar de haber asimilado todos estos conocimientos Jaruko tiene sus propias aspiraciones, desea trabajar, ser independiente y  odia el machismo que ve en el entorno que le rodea. La última cosa que quiere es un matrimonio como el de su madre en el cual se muestra sumisa frente al padre y que vive en la soledad de una jaula de oro que es su hogar. Oponiéndose a sus padres decide estudiar derecho internacional y posteriormente vuelve a contradecirlos casándose sin su beneplácito, una decisión que la aleja para siempre de ellos.

Antonio, en cambio, es un joven italiano muy conservador, con mucho apego a la familia y los seres queridos y que espera que su esposa se quede en el interior de la casa mientras él trae el dinero. Es un hombre trabajador y emprendedor que al final tiene muy mala suerte y los negocios que inicia no salen como cabe esperar. No tiene maldad ninguna en sus actos y siempre es movido por el deseo de proporcionar lo mejor a su familia.

Ambos personajes están detallados al máximo de forma que aunque no nos sintamos muy identificados con ellos, los entendemos en todo momento. No son figuras que caigan en el maniqueísmo. En esta historia no hay buenos ni malos, sus personajes no son todo bondad pero tampoco se ve gran maldad en ellos. Simplemente actúan según  les dicte el corazón, en ocasiones se aman, otras veces se enfadan entre ellos, con el mundo o consigo mismos. Son tan reales que llegan a traspasar sin duda el papel. Quizás Jaruko me ha resultado un personaje muchísimo más complejo psicológicamente que su marido. A veces se contradice a sí misma. Si en un principio parece una muchacha fuerte, occidentalizada, que se va a comer el mundo, poco a poco vemos una mujer que acepta su destino, que se queda en casa cuidando de sus cinco hijas y que otorga más importancia a su círculo social y el bienestar económico que a sentirse independiente o cambiar aquello que no acepta.

Me ha encantado la forma tan sutil con que la autora nos relata cómo estos dos personajes unidos en principio por un fuerte amor se van distanciando debido a la incomunicación, los gestos que sin palabras el otro interpreta de forma ajena a la realidad, como van frustrándose cuando ven que sus sueños están muy lejos de cumplirse y como van alejándose y acercándose una y mil veces.  

En la novela además de narrarnos la historia de Jaruko (Anna) y Antonio supone un excelente relato histórico. Comienza en Japón en los años 30 cuando el gobierno nipón trataba de expandirse hacia el Pacífico y en los intentos de frenar el comunismo naciente en China firma el pacto Antikomitern con la Alemania nazi liderada por Hitler al que se unieron después países como Italia, España o Hungría y a través del cual se alían contra la URRS y reconocen Manchukuo como estado.

Barquisimeto, su útlimo hogar
El puerto de Shangai en aquella época era uno de los puntos más importantes para el comercio internacional. Una ciudad con edificaciones modernas estratégicamente situadas a orillas del río donde la invasión japonesa trajo un periodo de incertidumbre e inestabilidad social que terminó ahogando el país en la miseria.

Pero aparte de Shangai la historia también nos lleva a las ciudades de Nueva York, Pekín Siracusa (Sicilia), Los Ángeles y Barquisimeto en Venezuela donde sus personajes buscan constantemente nuevas opciones para salir hacia adelante, prosperar y conseguir la vida que siempre han querido de forma que conocemos distintas culturas a las que sus personajes deben adaptarse.

La prosa de Susy Calcina es clara y pulcra, narra con sencillez y delicadeza pero a la vez alcanzando gran profundidad en sus palabras y concretando muy bien los hechos. Quizás más que narrar sugiere al lector para que el mismo saque sus propias conclusiones y entienda lo que ocurre entre la pareja. Ella, como narradora en tercera persona, se muestra objetiva y no da la razón en ninguna ocasión a ninguno de sus personajes y no inclina al lector a ninguna posición.

La novela se estructura a través de 29 capítulos en los que el ritmo no decae ni un solo momento. Cada etapa va siendo igual de interesante que la anterior y abarca desde los años 30 hasta los 90.  No sabría decir que partes de la novela son reales y cuales aderezadas con una buena de dosis de ficción porque hay fragmentos que realmente cuesta creer que sucedieran en la realidad y en los cuales el lector no puede dejar de sorprenderse.

En la novela se tocan muchísimos temas como la lealtad al país, el compromiso social, el racismo, el machismo, la crueldad de la guerra, la dificultad para comunicarse o la familia.

Conclusión

Os recomiendo sin duda Largo haiku para un viaje, una novela con la que la autora rinde un maravilloso homenaje a sus padres y la historia de su familia a través de una viaje que además de llevar a sus personajes por distintas partes del mundo les lleva a conocer la miseria, el amor, la lealtad, la soberbia, las victorias y las derrotas. Una gran historia de amor durante de más de 50 años.