domingo, 24 de febrero de 2013

La rastreadora - Antonio Lagares


La mente es un laberinto sin salida para cualquier elemento perturbador que intente profanarla. Para Élyran, la rastreadora no lo es. Ella consigue extraer de lo más profundo lo que nunca queremos recordar… Todo lo que tratamos de ocultar a nuestra conciencia.

Élyran tiene una nueva misión: rastrear la mente de Miguel, un vagabundo que permanece aferrado a estar siempre cerca de una iglesia ¿Lo logrará?

** Sinopsis oficial

Mi experiencia con la novela 

En esta ocasión me enfrento a una novela complicada de reseñar. Y digo esto porque es necesario andarse con pies de plomo para no descubrir ningún dato relevante al lector que pueda estropear su trama. Normalmente elaboro mi propia sinopsis (salvo en contadas ocasiones) pero en esta ocasión he preferido ofreceros la que el autor propone porque me parece muy justa. Da una idea muy acertada del contenido de la novela sin desvelar nada.  

El gaditano Antonio Lagares ha publicado en Amazon, La rastreadora, una novela cuanto menos desconcertante que ocupa un lugar privilegiado en la lista de los más vendidos en su correspondiente categoría. Se trata de un thriller psicológico capaz de provocar angustia en el lector a través de una historia truculenta.  

Había leído muchas reseñas sobre esta novela y me había convencido de que esta era una historia distinta. Así que cuando Antonio se puso en contacto conmigo y me facilitó su lectura no lo dudé y me puse con ella casi inmediatamente. Su inquietante portada me producía mucha curiosidad.  

El punto de partida de esta novela es un capítulo que a modo de prólogo nos da a conocer un terrible suceso ocurrido en un familia aparentemente normal. Miguel, un niño de extraordinaria inteligencia pero también mirada fría, penetrante y oscura observa impasible la muerte de su hermano. Después de este penoso ¿accidente? la familia se desgaja. Cada miembro asume su parte de culpa y comienza una nueva vida alejado de los demás siempre marcada por los remordimientos y el pesar. 

Treinta años después Miguel se ha convertido en un vagabundo que pasa sus días en la puerta de la iglesia mayor de un pueblo sin saber que una presencia merodea el lugar observando cada uno de sus movimientos y estudiándole con detenimiento.

Ella es Élyran, una rastreadora de mentes. Una mujer disciplinada y rápida que efectúa sus misiones de forma impecable y que por ello está a punto de conseguir un ascenso. Su objetivo primordial es identificar las mentes especiales, acceder y preparar el terreno para realizar un ajuste a través de un control mental. 

Pero la mente de Miguel no es tan accesible como ella había pensando en un principio y cuando se dispone a actuar entre ellos surge un combate a muerte. ¿Quién ganará la contienda? 

Como podéis comprobar el argumento de esta novela es muy original. Nos plantea una idea totalmente diferente elaborada con mucha imaginación e ideas innovadoras. Quizás en el comienzo de la novela el lector se sienta un tanto desorientado y desconcertado. Es difícil asumir la información que Antonio Lagares nos aporta construyendo un mundo extraño alrededor de sus personajes y que llega a nuestros ojos de forma muy dosificada. Una de las cuestiones que más intriga al lector es la naturaleza de esa misión. En qué consiste exactamente el trabajo de la protagonista, porque actúa sobre Miguel y qué pretende conseguir pero no tendremos esta información hasta bien avanzada la novela. 

Es una lectura que hay que tomarse con paciencia y no impacientarse por conocer la información que necesitamos porque ello vendrá a su debido tiempo. Será poco a poco la manera en que iremos encajando la información y ordenándola en nuestra mente para poder comprender de forma global la historia.

En la novela son dos los personajes los que trabajan y soportan todo el peso argumental. Ambos se nos presentan dotados de una gran profundidad psicológica. Perfilados con una claridad asombrosa, Élyran y Miguel son dos mentes poderosas que luchan entre sí pero que también tienen puntos débiles. De forma que entre ellos hay un constante tira y afloja. En ocasiones gana uno y otras veces tiene que ceder.

En ella se explora la naturaleza de la mente humana. Y lo hace a través de una mente enferma, marcada por la culpa y la desesperación analizando los métodos de defensa que usamos para evadirnos de una realidad dolorosa marcada por nuestros actos.

Habitualmente al realizar una lectura valoro la ambientación espacio-temporal. En este caso os diré que es inexistente. La historia no está situada en ningún lugar determinado ni en una fecha concreta (a menos que me haya despistado). Los escenarios ni siquiera importan porque es tal la fuerza psicológica que presentan sus personajes que simplemente a través de su comportamiento logra una atmosfera inquietante, con momentos de tensión absoluta que llega a provocar la asfixia del lector.

La novela se estructura en diecisiete capítulos cortos más un epílogo que a modo introductorio nos propone en cada uno de ellos citas de otras obras literarias de personajes tan celebres como George Steiner, Marcel Proust, Charles Baudelaire o Henry Miller entre otros. 

La prosa es sencilla, directa y fluida donde toman especial relevancia los diálogos. Es principalmente a través de ellos que la historia se conforma y desarrolla. Es a través de la comunicación entre sus dos personajes la manera en que obtenemos la información y sucede toda la acción. No es una novela en que la acción sea referida a actos sino que se basa en una lucha mental donde los personajes llegan en ocasiones a situaciones extremas y desagradables. Existen en ella momentos de especial tensión que el autor sabe escenificar a la perfección. Después de un primer capítulo narrado en tercera persona el resto del relato nos llegará mediante la voz de su protagonista, la Rastreadora, un detalle que nos posiciona en un lado subjetivo de la historia.

Quizás en algunos momentos, la historia me ha parecido algo densa y con ciertas situaciones que se alargan demasiado pues ya os digo que casi todo su desarrollo es a través de las conversaciones que se dan en los protagonistas. Este es el único punto negativo, por decirlo de alguna manera, que he encontrado. Quizá no sea una obra dirigida para cualquier lector y sí para aquellos que les gusten los rompecabezas, los comeduras de coco y los retos.

Conclusión

La Rastreadora es una novela original, compleja que atrapa al lector en un mundo inquietante y lleno de tensión. Una historia adictiva en la que todo cobra sentido una vez finalizada su lectura.

Recomendada para aquellos que busquen una lectura diferente, intensa y sean amantes del género.

 ** Gracias a Antonio por facilitarme su lectura