miércoles, 6 de febrero de 2013

La canción del silencio - Leara Martell


La vida de Aída Lizaro da un repentino vuelco cuando un día se despierta encerrada en una celda, aislada del mundo y acusada de asesinar a su marido a sangre fría. En un par de horas se celebrará el juicio contra ella y su memoria sigue desorientada e incapaz de recordar. En su cabeza sólo hay una cosa que se presenta con claridad: su amada ópera de Verdi.

Parece ser que todas las pruebas contra ella son claras y determinantes y su abogado, el joven Fran Dávalos encuentra pocas opciones para su defensa. La única vía de escape que se presenta en el juicio son tres testimonios de tres personas que conocen muy bien a Aída.

A través de las palabras de Violeta Cerezo, una prostituta, del enfermero Bruno y de un niño, Canio, llegaremos a comprender quién y cómo es realmente Aida.

Mi experiencia con la novela

Bajo el pseudónimo de Leara Martell se esconde una jovencísima y precoz escritora (su novela se publicó cuando contaba con 21 años y ya había ganado algún premio con otros trabajos), muy activa en las redes sociales que tras ver hace un par de años su novela publicada sin mucha cobertura mediatica ha decidido darle un pequeño impulso a través de la web Amazon.    

Después de leer este libro he necesitado cierto tiempo para rumiar y asimilar las sensaciones que  me ha producido su lectura. No puedo negar que la novela me ha gustado y que la sensación final ha sido buena pero ha habido momentos en que su lectura me ha desconcertado.

Son muchas las ocasiones en las que resalto la importancia que tiene la presentación de un libro. No sólo es importante encontrar una buena historia en su interior sino que se aprecia un exterior atractivo. Aunque sea como en este caso una edición digital lo primero que percibimos de cualquier publicación es su portada. Un elemento que fija y atrae nuestra atención y que se supone nos genera o deshace el impulso de conocer la sinopsis, el primer paso para decidir su adquisición o no hacerlo. También creo que es importante que la portada se adecue a su contenido para que al abrirlo no nos sintamos decepcionados. Muchas son las novelas con portadas o títulos que inducen a error y que resultan no ser lo esperado.

Cuando Leara se puso en contacto conmigo para que reseñara la novela me llevé una impresión muy equivocada sobre el contenido de la misma. Creo que su portada, y esto es una valoración personal, no refleja correctamente la historia que encierra. A simple vista se diría que la novela está orientada a un público mucho más joven cuando en realidad es una historia adulta y bastante cruda. No es que la portada no me parezca bonita, que lo es, sino que inspira otro tipo de contenido.

La historia gira en torno al juicio que su protagonista, Aída Lizaro, está sufriendo acusada de asesinar a su marido. Las pruebas son más que evidentes y mientras la fiscal lucha porque Aída termine en la cárcel tres declaraciones de tres testigos muy cercanos serán vitales para su defensa. A través de sus testimonios conoceremos como la protagonista era salvajemente maltratada y vejada por Carlo, su marido, un hombre influyente y poderoso muy respetado en la sociedad pero cruel y sádico en la intimidad de su hogar.

Como veis, el tema de la novela es bastante duro, así como muchas de las escenas que se describen en él. Representa una realidad de la sociedad que nos asusta, nos conmueve y nos hace cuestionarnos el porqué la naturaleza crea semejantes seres. Muchas mujeres son las que siguen sufriendo este tipo de maltrato, que no se atreven a hablar por miedo y que terminan asesinadas sus maridos.

La canción del silencio tiene una clara inspiración musical basada en la ópera Aída de Verdi. No sólo nos lo indica su título o el homónimo nombre de la protagonista si no que las notas de esta melodía están presentes a lo largo de toda la novela.

 A pesar de que la novela es de corta extensión (unas 100 páginas en el lector), su autora aprovecha este espacio al máximo para volcarse en la descripción de los personajes. Aída, su protagonista es el eje central alrededor del cual gira toda la historia. Una mujer que de repente se descubre encerrada y aislada. No recuerda nada de lo sucedido ni porque se encuentra ahí. Su abogado le repite una y otra vez lo ocurrido pero ella es incapaz de retener la información. Si recuerda, en cambio, como era su vida; era una mujer hermosa y enamorada de su marido, a pesar de todo, con una vida aparentemente perfecta.

Fran Dávalos, es el abogado embarcado en un caso que más de uno descartaría sin pensar ante la evidencia de las pruebas. A pesar de su poca experiencia está empeñado en  ayudar a la protagonista. Violeta es una mujer despampanante que ejerce la prostitución y conoce mejor que nadie los maltratos y vejaciones que sufrió Aída en su matrimonio. Bruno es el enfermero que la cuidó fue testigo de sus heridas y su convalecencia. Un hombre sensible y tierno capaz de cuidarla y mimarla. Y Canio, un niño pequeño cuyo testimonio dará un giro sorprendente a la historia.

La canción del silencio tiene una estructura bastante compleja.  Y, en mi opinión, tras ciertos altibajos en su construcción la autora consigue desarrollarla adecuadamente. Desde su comienzo la información que tenemos de la historia es muy limitada. Es cierto que Leara Martell consigue mantener la intriga desde el principio hasta el final de la novela y para ello utiliza el recurso de omitir muchos datos y detalles a los que sólo podremos ir accediendo de forma paulatina y muy lenta. Es por esta razón que en ciertos tramos el argumento se presenta confuso. Además la aparición de los  personajes se lleva a cabo casi sin presentación y sin ubicarlos previamente en el contexto y esto hace que se dificulte la comprensión del hilo argumental. Aunque si tenemos paciencia todo quedará debidamente resuelto.

Todo este secretismo a la hora de narrar desemboca en un final al que es casi imposible de predecir hasta no estar prácticamente finalizando la novela. Después todo encaja y echando la vista atrás hay numerosos detalles que cobran significado y que sólo en este momento llegaremos a entender.

En cuanto al estilo narrativo me ha parecido que la autora utiliza un estilo muy correcto. En ella vamos a encontrar una prosa accesible, fluida y con amplia presencia de diálogos. La autora no se detiene mucho en descripciones de escenarios pero si se recrea en los personajes, cosa que se agradece.

La novela no cuenta con un ritmo rápido y audaz, más bien es un relato que trata de imprimir mayor importancia a los sentimientos que a la acción creando a la vez la intriga por saber si realmente Aída terminó con la vida de su marido. La autora se centra en hacernos comprender el infierno por el que pasó Aida, cómo intentó protegerse del maltrato de su marido y las consecuencias que tuvo en ella.

La novela se estructura en cinco actos más un epílogo emulando a un libreto de ópera, un tema muy presente en la novela. Cada uno de los capítulos está dedicado a uno de los protagonistas, Aída, Fran, Violeta, Bruno y Canio que expondrán sus puntos de vista para hacernos comprender la terrible vida de la acusada.

Conclusión

Me ha sorprendido la madurez que presenta esta autora a la hora de construir una historia amarga, triste y complicada que dejará al lector con una sensación desconcertante.  Escrita de forma muy correcta, con personajes muy bien definidos y cierta dosis de intriga supone una lectura que prácticamente se lee del tirón.

** Gracias por el ejemplar a Leara Martell