viernes, 22 de febrero de 2013

El fruto del baob - Maite Carranza


Cuando a Lola, una joven pediatra, la abandona su pareja se frustran todos sus deseos de ser madre, una cuestión que últimamente le obsesiona. Huyendo del  dolor se traslada a vivir a Mataró, un lugar donde comenzar una nueva vida alejada de los recuerdos y donde emprender una nueva vida.

Una mañana en la consulta conoce a dos inmigrantes gambianas.  Aminata es una madre de familia, analfabeta y con unas costumbres muy arraigadas que no terminan de encajar en nuestro país mientras  su hija Binta es una muchacha muy despierta e inteligente que ha crecido en España y sueña con ir a la universidad y ser como las mujeres occidentales.

A menudo entre madre e hija se producen choques y desencuentros. La diferencia entre la cultura en que ambas ha sido educadas les hace ser muy diferentes y les resulta casi imposible encontrar un punto en común. Cuando definitivamente Binta descubre que nunca llegará a ser como esas mujeres que le rodean se abre una brecha insalvable en su vida.

Estas tres mujeres, Lola, Amita y Binta descubrirán que quizás tengan más cosas en común de las que esperaban y entre ellas nace un vínculo que tiene un objetivo común.

Mi experiencia con la novela

El fruto del baobab es una de las últimas publicaciones de la editorial Espasa. Un libro de los que más me ha llamado la atención entre sus novedades. Cuenta con una bonita portada, sugestiva y sencilla que con la imagen de un baobab, un árbol africano, evoca una historia exótica.

Me gustan mucho los libros que entretienen pero me gustan aún más los libros  que me aportan temas interesantes y me dan el pie para reflexionar. Es el caso de este libro que aún contando una historia de ficción plantea muchas cuestiones interesantes e importantes en la vida así como una realidad tan macabra como peligrosa.

La historia gira en torno a tres mujeres, Lola, Aminata y Binta. Muy distintas entre ellas, educadas en mundos distintos y con distintas visiones de la vida.

Lola está a punto de cumplir los cuarenta años y es pediatra. Acaba de ser abandonada por su pareja y con este adiós definitivo se esfuman sus pocas posibilidades de ser madre. Un tema que le ha hecho cuestionarse el sentido de su vida. Para alejarse de la rutina y los recuerdos dolorosos intenta iniciar una nueva vida en Mataró. Unas nuevas circunstancias que le hacen sentirse extraña y de las que no sabe que esperar. No atina a encontrar el nuevo rumbo que ha de tomar.

Aminta es una inmigrante de Gambia que junto a su familia espera obtener mejor calidad de vida en España. Es una mujer digna, madre de cuatro hijos, analfabeta y muy arraigada en las costumbres de su país. Recuerda con añoranza el poblado donde se crió a la sombra del baobab junto a las mujeres de la familia, figuras de quien aprender y empaparse de su cultura. En su nuevo hogar a penas ha logrado integrarse, casi no entiende el idioma y las mujeres blancas resultan muy extrañas para ella.

Su hija Binta ha pasado la mayor parte de su vida en Mataró y apenas le ha costado hacerse al estilo de vida de la ciudad. A sus catorce años es una chica moderna, como cualquier otra de su edad. Muy despierta e inteligente sueña con ir a la universidad y se enamora de un chico blanco, un gran inconveniente para su familia.

Cuando Lola realiza una exploración rutinaria a Binta, descubre con espanto que los genitales de la joven han sido escindidos, una práctica muy habitual en su país.  Por primera vez su conciencia se remueve y se involucra en el espinoso tema. Además descubre que Fatou, la hermana pequeña de Binta, realizará un viaje con su padre a Gambia en el que quizás también ella pase por el mismo ritual.

Como os decía la novela toca el delicado tema de la ablación en niñas. Ciento cincuenta millones de mujeres en el mundo sufren esta nociva praxis. Esto supone que alrededor de seis mil niñas al día serán brutalmente mutiladas. Sus genitales son cortados por madres, abuelas u otras mujeres del poblado sin anestesia ni analgesia, sin medicación ni ningún tipo de antibióticos. Para arrancar esta parte del cuerpo que les sobra utilizan cuchillas oxidadas, trozos de vidrio o navajas de afeitar viejas. Otra practica mucho más extrema es la infibulación, que consiste en cortar tanto clítoris, como labios y suturar la vagina.

Una práctica salvaje y cruel con la que pretenden purificar a las mujeres. Una mujer sin “cortar” (solima) que tenga apetito sexual se considera impura y ningún hombre aceptará casarse con ella. A estas la 3sociedad las aparta y las trata como a prostitutas. Muchas de ellas se desangran y no sobreviven, otras contraen infecciones, dolores y problemas urinarios por no hablar del suplicio que resulta el coito para estas mujeres.  Aunque es mucho más común que suceda en África hay otros muchos lugares donde esta tradición sigue vigente.

“El dolor agudo, lacerante que me hacía gritar hasta quedarme ronca, el dolor que mordía, que quemaba, que se hundía en la carne y se quedaba allí, al acecho, como la garra traidora del leopardo, escondido entre los pliegues de mi cuerpo a la espera de que yo fuera a hacer pipí o saltara o corriera, para salir de improviso a atacarme y clavarse a traición en mi sexo” (Página 32)

A través de estas tres mujeres vemos tres posiciones distintas ante esta barbaridad. Lola no puede entenderlo. En su cultura no sólo es un delito sino que es una aberración para la dignidad de la mujer y su salud. Para Aminata, en cambio, es una simple costumbre por la que todas las mujeres del poblado han de pasar. Un ritual que las convierte en mujeres. Ni siquiera llega a cuestionarse si está bien o está mal. Una mujer como ella en el poblado en Gambia no tiene derecho a decidir. En primer lugar está bajo las ordenes del marido y después bajo la tutela de todas las mujeres mayores que ella en la familia. Ni siquiera puede decidir el futuro de sus hijos. Y aunque actualmente vive en España no puede dar la espalda a las creencias que le han inculcado desde su nacimiento. Ni siquiera se plantea si es feliz o no simplemente vive la vida como le toca, aceptando sus obligaciones.

“La mujer, la sangre y el dolor van aparejados. La purificación, la menstruación, la noche de bodas y el parto. El sufrimiento es ley de vida si has nacido en femenino.” (Página 54)

Cuando Binta descubre lo que han robado entiende que nunca podrá ser como esas mujeres occidentales que tanto admira  y sufre un profundo rechazo contra la cultura de la que procede pero también contra su madre, esa mujer que ella cree que no entiende nada y a la que prácticamente ha perdido el respeto.

Pero esta no es sólo una historia que nos habla del choque entre culturas e incluso entre diferentes generaciones porque la maternidad y la relación entre madre e hija ocupa un lugar importante dentro del relato.

En cuanto al estilo de la autora se caracteriza por una prosa fácil, correcta y fluida pero muy emotiva y reflexiva a la vez. Con amplia presencia de diálogos y una estructura en forma de capítulos cortos se imprime cierta velocidad de lectura. Cada capítulo se centra en una de las protagonistas narrándonos su punto de vista. El narrador predominante es la voz de tercera persona para hacerse eco de Lola y Aminata pero en cambio, las partes correspondientes a Binta lo hace en primera persona lo que nos permite acercarnos mucho más y de forma más íntima a este personaje.

Un detalle que he echado en falta durante su lectura en un glosario que aclare las diversas palabras que refieren a términos musulmanes y que, en mi opinión, enriquecen la novela pero sobre las que se hacen necesarias las notas a pie de página. Ni siquiera en la red he podido encontrar el significado de estos términos.

Aunque la novela se desarrollé íntegramente en Mataró y esté situada en la actualidad a través de algunos capítulos viajaremos al poblado en Gambia.  En ellos se nos cuenta la historia de Rama, madre de Aminata, de la que se dice que embrujó a su marido con sus artes sensuales.

La novela no sólo me ha gustado mucho sino que me ha parecido muy interesante aunque considero que la historia personal de Lola es prescindible. Entiendo su presencia en la novela pero la parte dedicada a ella tiene menor atractivo. O quizás la otra me ha resultado tan interesante que ha captado toda mi atención.

Conclusión

A estas alturas seguro que ya os imagináis que recomiendo sin reservas esta novela. Una historia que toca un tema muy duro pero también interesante narrada a través de tres personajes femeninos con mucha sencillez y claridad.
Si queréis ganar un ejemplar de esta novela pinchad aquí.
** Gracias por el ejemplar a Espasa