La exquisita educación de Elsa Redfield, una mujer inglesa formada en el refinado colegio Norland para nannies, contrasta con la laxitud del comportamiento español y las normas sociales. Ella es una mujer recta, competente y sobria que a pesar de su inmensurable sensatez y los esfuerzos para mantenerse al margen se verá envuelta en ciertos asuntos turbios que rodean a la familia Peñalara.
A parte de cuidar al pequeño Jaime, nieto de la duquesa, Elsa pretende contactar con su querida amiga Miss Hibbs, nanny de la familia Martínez-Bordiú, para entregarle un misterioso y valioso anillo que ha llegado a su poder y que se encuentra mancillado con sangre.
El coraje de Miss Redfield es la última novela publicada de la escritora madrileña Ana R. Cañil. Una autora hasta ahora desconocida para mí pero cuyo título era de los que más me llamaban la atención entre los publicados el año pasado por la editorial Espasa.
Esta ha sido mi primera lectura del año que cursamos y sin duda, su lectura me ha proporcionado muy buenos momentos. Ha sido una grata sorpresa descubrir a esta autora y seguiré conociendo el resto de sus obras (Si a los tres años no he vuelto y La mujer del maquis son sus otras publicaciones).
El argumento de la novela nos acerca a la figura de las nannies británicas formadas en el Norland College, una de las mejores y más reputadas instituciones que trabajan en el campo de la educación. Su protagonista, Elsa Redfield es una mujer que llega a España para ejercer de niñera en una conocida casa de aristócratas. Como era común en la época, los Peñalara se unen a numerosas familias de la alta sociedad que apostaban por la educación británica, famosa por su enorme prestigio.
A sus 28 años Elsa, procedente de la isla de Jersey, está ampliamente capacitada y tiene dilatada experiencia en su cometido. Es una mujer con carácter que sabe separar su vida personal de la profesional. Tiene muy claro el respeto y lealtad que le debe a la familia con la que se encuentre pero a la vez sabe que hay que mantener ciertas distancias. Durante el día encarna a Miss Redfield una mujer estricta y educada pero también intransigente y estirada. Pero cuando llega la noche, ya libre de sus ocupaciones y responsabilidades permite que salga Elsa, la mujer coqueta, tierna y sensible que se permite a sí misma soñar y ser libre.
Sus primeras impresiones sobre el que país que la recibe no pueden ser más negativas. Cuando se apea del tren en Atocha se encuentra una ciudad ruidosa, habitada por personas poco educadas, olores desagradables y gentes demasiado efusivas. España está anclada a una dictadura que apenas le permite avanzar en sus costumbres y siente que su educación británica nunca encajará en el lugar.
Una vez asentada junto a la familia Peñalara, Elsa va descubriendo que las cosas son muy diferentes a lo que ella esperaba. En la casa parece que el dinero no abunda, sus miembros parecen olvidarse continuamente de las normas sociales y el servicio no para de chismorrear. Así irá descubriendo algunos de los secretos de la familia que caen sobre ella como una pesada losa.
De cualquier manera, Elsa Redfield debe desempeñar su trabajo de la mejor manera posible y sobre todo deshacerse del molesto anillo que la ha acompañado durante el viaje. Pero ¿Qué secreto esconde esta pieza de valor incalculable?
Una de las cosas que más me han gustado de la novela es la complejidad y la gran cantidad de matices que presentan sus personajes, sobre todo su protagonista. La dualidad que ostenta dicho personaje nos hace comprender el antagonismo que se da entre la estricta educación que ha recibido y sus sentimientos como mujer. Incluso ella misma es consciente. Durante gran parte de la novela se produce una lucha entre ambas facetas de la misma mujer y si al comienzo de la novela, es Miss Redfield quien lleva la voz cantante y consigue callar a Elsa, a lo largo de la novela y con la evolución del personaje la lucha interior se va igualando y cada vez resulta más complicado contener a su parte más humana. Al comienzo de la novela su protagonista no es un personaje con el que empatizar. Se siente lejana, inaccesible y fría pero poco a poco y a medida que vamos entendiéndola y comprendiéndola resulta más factible meterse en su piel.
La novela cuenta con una excelente ambientación espacio-temporal. Precisa, ordenada pero sin apabullar al lector. Introduce datos, situaciones y personajes de forma tan natural que a veces se complica la tarea de discernir y separar lo real de lo inventado. Se desarrolla en Madrid en el año 1962, una época marcada por la dictadura franquista donde se vive un ambiente desconcertarte en el que algo está sucediendo. El joven Juan Carlos de Borbón acaba de casarse en Grecia y la población se pregunta quién será el sucesor de Franco. Muchos desean un cambio, renovar el país y sumarse a los aires modernos que se viven en Europa. Monárquicos, socialistas y conservadores realizan diversas pesquisas y elucubraciones sobre el futuro de España. La población sigue luchando por conseguir sus derechos, por soportar el hambre y adaptarse al presente.
En este contexto se mueven numerosos personajes que fueron conocidos en la época y que la autora sitúa en una historia a caballo entre la ficción y realidad. El personaje de Beryl Hibbs encarna a la mismísima nanny de los nietos de Franco (llamada la nannísima en el selecto círculo) y su pupila Beryl Adams, perteneciente a la élite británica. Otro de los personajes reales que aparecen indirectamente en la novela es el criminal José María Jarabo, muy conocido en su época por el asesinato de una familia entera. Muchos otros personajes reales son nombrados en el libro y conforman la flor y nata de la sociedad del momento, los Alba, los Martínez Bordiú, la familia Coca, los Domecq o los Urquijo.
Muchos de los escenarios también son reales como el Real Club Puerta de Hierro donde se reunían nannies y señoras, la casa del marqués de Cerralbo, los cafés o las mismas calles de Madrid. Todos estos elementos son históricos pero ya nos advierte la autora que se ha tomado ciertas licencias literarias para que todo encaje.
Para contarnos esta historia, su autora sostiene la pluma con mano firme. Una prosa cuidada, fluida y elaborada con descripciones muy precisas tanto de personajes como espacios. La novela cuenta con un buen ritmo donde la información es dosificada creando siempre un ambiente de intriga en los que el lector deberá esperar para conocer el gran secreto que guarda el anillo.
Al contenido histórico y la intriga que el libro contiene hay que sumarle, además, su faceta romántica. Quizá la historia no está demasiado desarrollada o quizás queda eclipsada por la fuerza del argumento principal pero lo cierto es que en mi opinión le ha faltado intensidad. No es una gran historia de amor, de esas que recuerdas durante años y que te hacen suspirar sino más bien un complemento a la historia que va transcurriendo. Aún así merece ser nombrada.
La novela cuenta con un final sorprendente pero consecuente. Aunque me ha costado llegar a la conclusión de que era el más acertado siguiendo la tónica general de la historia. Valiente decisión la de la autora que ha demostrado que es posible ser original en las últimas páginas de una novela y que los finales a veces tienen que ser diferentes.
Se trata de un libro que engancha rápidamente por la construcción de su historia, por la fuerza y complejidad de sus personajes y la impecable prosa con la que nos es narrado.