domingo, 15 de julio de 2012

En la tierra de fuego - Carla Federico


La historia comienza en 1852 en el puerto de Hamburgo donde cientos de familias europeas esperan la ocasión de embarcar en un buque que les llevará hasta Chile. La mayoría de ellos son artesanos y campesinos que se alejan de su país con la esperanza de encontrar una nueva patria donde asentarse, prosperar y enriquecerse.  

Entre ellos se encuentran los Von Graberg, la familia Steiner, los Mielhahm, Jule Eidertsette y los Suchow. Distintas familias unidas por un mismo destino  y cuyos caminos comenzarán a cruzarse en el barco.
Elisa Von Graberg, una muchacha fuerte y decidida que viaja con su padre y su madrasta espera impaciente el viaje sin sospechar que en ese barco va a encontrar al amor de su vida. Se trata de Cornelius un joven soñador y educado que acompaña a su tío en el viaje. Ambos descubrirán que están hechos el uno para el otro.

La travesía no resultará nada  fácil pues aparte de aguantar los mareos que produce  la inestabilidad del barco, el calor, el frio y la comida de mala calidad pasarán por una tormenta que pone en peligro sus vidas y que acabará por dejarles sin las pocas pertenencias que tienen.

Después de un viaje complicado lleno de contratiempos a bordo del barco cuando llegan a su destino las cosas no son tan fáciles como se les habían contado. Se encontraran sin tener a donde ir, sin infraestructuras, ni las semillas y animales que les habían prometido ni siquiera se encuentra el hombre que debía recibirles.

En cambio encuentran un hombre que les promete estabilidad y confort si deciden seguirle y trabajar en su hacienda. El grupo decide ir con él pero Cornelius debe tomar otro camino y se aleja del grupo. No sin antes prometer a Elisa que volverán a verse y que la convertirá en su esposa.

A partir de este momento todos tendrán que trabajar duramente para sobrevivir en la isla. ¿Serán capaces de alcanzar su sueño? ¿Volverán a encontrarse Elisa y Cornelius?

Mi experiencia con la novela

“En la tierra del fuego” el argumento nos cuenta como un grupo de familias alemanas parten desde el puerto en Hamburgo hasta Chile con el fin de mejorar su vida y encontrar un lugar donde prosperar.

Pero una vez allí ninguno encontrará el paraíso esperado y se encuentran en unas condiciones deplorables. El viaje ha resultado ser solo el comienzo de una larga lucha en la que se verán envueltos.
Nadie les va a poner las cosas fáciles ni regalar nada. Y tendrán que salir adelante con los recursos mínimos. Tendrán que aprender a conocer esa tierra para conseguir cosechas, cuidar de sus animales y construir sus propias viviendas. Sin lujos y sin poder cubrir apenas sus necesidades básicas.

El argumento me parece muy atractivo y sobre todo lo que me ha enganchado completamente a la novela es que a lo largo de sus casi ochocientas páginas no dejan de ocurrir cosas y el interés no decae en ningún momento. Constantemente se van abriendo y cerrando nuevas tramas.

Hay situaciones dolorosas, desgracias, malas cosechas y hambrunas y todo tipo de dificultades a lo que se suman los enredos entre las familias que protagonizan la historia. Encontraremos celos, envidias, odios eternos, redecillas entre vecinos, mentiras pero también descubriremos amor, amistad, lealtad y compañerismo.

Si hay algo que destaca en esta novela son los personajes. Todos ellos, aún contando con poco peso en la historia, están asombrosamente desarrollados y perfectamente definidos. Después de leer un par de capítulos una se mueve con mucha familiaridad entre ellos y los imagina perfectamente. Resultan muy cercanos.

Aunque se centra más en Elisa y Cornelius, que se pueden considerar los protagonistas, el resto ocupa un lugar muy importante en la historia. Todos tienen el mismo objetivo pero cada uno de ellos se enfrenta a su situación de forma distinta y las redecillas y rivalidades entre vecinos no tardarán en aflorar.

Elisa Von Graberg es la protagonista de la historia. Una muchacha muy fuerte y decidida a tomar las riendas de su vida. Sabe lo que quiere y no le importa esforzarse para conseguirlo. Su madre murió un año atrás aproximadamente.  Viaja con Richard, su padre y el fastidio de su madrastra, una mujer a quien no tolera y le gustaría hacer desaparecer de inmediato. En la isla será una trabajadora incansable capaz de hacer el trabajo de muchos hombres y sin esperar que nada le sea regalado.

Cornelius Suchow es el protagonista masculino de la historia. Un hombre considerado y romántico pero débil. Viaja con su tío el pastor Zacharías que aunque deberá predicar el catolicismo en la isla prefiere dejarse llevar por el alcohol. Al igual que su tío, Cornelius deseaba ser pastor pero su condición de bastardo le impidió estudiar.

Cuando Elisa y Cornelius se conocen enseguida se dan cuenta de que conectan de una forma especial y que están hechos el uno por el otro. Pero una vez en la isla sus caminos no siguen la misma dirección y tendrán que separarse con una promesa y sin la certeza de que volverán a reunirse. El destino les tendrá preparados muchos inconvenientes que les impedirán reunirse.

En el libro también nos encontraremos con Richard, el padre de Elisa con quien la relación se ha vuelto tensa y distinte. Ella no acaba de asimilar que su padre se ha vuelto a casar con la joven Anneline tras la reciente muerte de su padre y la siente como una extraña.

Jacob y Chrisitne Steiner junto a sus siete hijos también se dirigen a Chile. Se encuentran en el barco con Lambert Milhahm un hombre agresivo y rudo que viaja con su mujer y sus dos hijos y con quien la enemistad queda patente desde el principio.

Otro personaje de mucho peso es Jule una mujer que ha decidido  comenzar una nueva vida tras abandonar a su marido e hijas. Me ha gustado mucho este personaje. Es una mujer muy fuerte independiente cuyo matrimonio la tenía destruida como persona. Siempre quiso ser médico y no la dejaron estudiar por ser mujer. Decidió comenzar su vida de nuevo porque no era capaz de adaptarse a la vida familiar un aspecto de ella que algún otro personaje aprovechara para recriminarle.

Otro punto a resaltar en la novela en la excelente ambientación. Cuando uno empieza a leer puede imaginar perfectamente el ambiente del barco. El hedor, la suciedad y la sensación de movimiento por las descripciones que la autora ofrece. En la isla ocurre lo mismo. Se puede sentir perfectamente como los personajes atraviesan la selva, densa y húmeda. Las lluvias incesantes, la sensación de asfixia que en ocasiones sufren los personajes y esa desolación de no tener nada alrededor. Casi parece que vas pisando el mismo  fango pesado que ellos e incluso los olores que perciben están bien definidos. También cuando comienzan a construir las casas se pueden imaginar claramente.

Muchos fueron los campesinos y artesanos europeos que  a mediados del siglo XIX y principios del XX sucumbieron ante la llamada del gobierno Chileno que necesitaba personas para repoblar los lagos del sur y se aventuraron a probar fortuna en este país. Les prometían tierras, semillas y animales pero lo que encontraron  fue un tierra cubierta de selva virgen donde no existían ni infraestructuras ni las condiciones adecuadas. Los primeros grupos que llegaron a la isla tuvieron que construirlo todo desde sus casas hasta carreteras y más de uno no pudo llegar a ver sus sueños cumplidos.

Existen unas muy leves pinceladas sobre los nativos de la zona. Los mapuches, un pueblo en constante conflicto con los europeos. Me hubiese gustado conocer algo más de ellos pero en la novela no cobran ningún protagonismo.

En cuanto al estilo, la novela es muy amena y no aburre en ningún momento. Ocurren muchas cosas y el argumento no decae de forma que tiene mucho ritmo. La prosa es muy cercana y llana. Las descripciones son maravillosas para ambientar y marcar el contexto en el que se desarrollan los acontecimientos.

Un punto negativo que he encontrado es el vocabulario que usa. Prefiero las novelas que aunque ambientadas en tiempos anteriores conservan unos diálogos actuales pero en la novela lo son en exceso. La aventura se desarrolla entre 1852 y 1880 y no creo que en esta época se usaran palabras como “largarse” y otras del estilo que se han acuñado mucho después.

Aunque el final queda cerrado es posible que exista una continuación a la novela con las siguientes generaciones. La autora lo da a entender en un apunte que hace al final donde nos explica el contexto histórico de la novela.

La novela me ha recordado a las de Sara Lark tanto en el contenido como en el formato. Ambas tratan sobre la inmigración a distintas colonias y abarcan la misma época. En una de ellas las protagonistas viajan a Nueva Zelanda y en otra terminan en Chile. Y aunque las historias son muy diferentes tienen muchos puntos en común.

Conclusión

En la tierra del fuego” es una novela muy atractiva que seduce desde las primeras páginas y sorprende con un argumento inesperado en cada momento.

Sus personajes son cercanos y están tan bien trazados que no cuesta imaginarlo. Todo ello con una ambientación excelente que nos sumergirá en la selva virgen del sur de Chile.

Un libro muy recomendable.