viernes, 17 de febrero de 2012

Las cosas que no nos dijimos - Marc Levy

A tan solo cuatro días de su boda, Julia aun no tiene decido que vestido va a llevar al enlace. Ese mismo día un poco después de comprarlo junto a su gran amigo Stanley, recibe una llamada telefónica donde le informan que su padre ha muerto repentinamente.
A Julia la noticia no le hubiera sentado especialmente mal si no fuera porque el día del entierro coincide con la de la boda. Hace años que no tiene ningún tipo de relación con su padre pero aun así decide cancelar la boda y asistir al entierro.
Tras enterrar a su padre Julia regresa al trabajo y se queda estupefacta al descubrir que ha recibido una réplica a tamaño real y de cera de la figura paterna que acaba de perder. Se trata de un androide diseñado a imagen y semejanza del fallecido capaz de memorizar toda su vida y absorber toda su esencia. El muñeco en cuestión, que puede moverse, hablar y comportarse como un ser humano es un prototipo creado para concederles una segunda oportunidad, que puedan despedirse debidamente y pasar seis días recuperando todo aquello que no han tenido durante años.
Julia no solo recibe este regalo de su padre sino que  además este le entrega una carta donde desvela que su primer amor, al que creía muerto, sigue vivo.

Personajes
Julia, la protagonista de la historia, es una mujer de treinta y tantos años que se dedica a diseñar personajes de dibujos y fantasía a través de una aplicación informática.
Toda su vida está marcada por la pérdida prematura de su madre y las constantes ausencias de su padre, quien viajaba sin parar por motivos labores.
La constante soledad en que creció provocó que se revelara al mundo,  su juventud fue de lo más alocada y sin tener claros sus objetivos cambiaba cada por tres de estudios y solo buscaba aventura.
El afán de su padre por querer controlar su vida ha hecho que entre los dos exista una barrera de desconfianza infranqueable y hace años que dejaron de hablarse.
Anthony Walsh, el padre fallecido de Julia. Un hombre rico que se ha hecho a sí mismo empezando desde lo más bajo. Ha pasado su vida viajando y atendiendo sus negocios por lo que no ha podido ocuparse de su hija. Su relación se fue enfriando con el tiempo hasta el punto de ni siquiera hablarse porque además Anthony era muy controlador en todo lo que a Julia se refería y se entrometía constantemente en su vida.
En sus últimos años de vida había estado trabajando en la creación de androides capaces de absorber todos los recuerdos de los humanos para que una vez muertos los familiares pudiesen dar el ultimo adiós y despedirse debidamente.
Stanley es el mejor amigo de Julia y como no podía ser de otra manera es gay. Trabaja en una tienda de antigüedades y perdió a su marido a causa del sida. Este es el principal referente de Julia, en quien más confía y a quien le cuenta sus secretos.
Adam es el prometido de Julia. Un hombre que a lo mejor no tiene demasiada sensibilidad pero que la quiere mucho. Aunque este sentimiento no es del todo correspondido porque aunque Julia le tiene cariño no está enamorada de él, es más bien el no querer estar sola lo que le hace decidir casarse con él. Una prueba de ello es que tan solo a cuatro días aun no ha buscado el vestido.
Tomas Meyer, el primer amor de Julia y a quien conoció cuando tenía dieciocho años. Julia lo conoció en Berlín justo cuando se abrió el paso entre el este y el oeste en la ciudad al caer el muro.
Es un intrépido periodista a quien Julia daba por muerto después de que un convoy en el que viajaba saltase por los aires.
Opinión
El argumento de esta novela en realidad no nos descubre nada nuevo, no aporta nada al género comedia romántica ni es una historia de la que no exista ninguna similar pero esta novela tiene algo que me ha gustado.
Para Julia la muerte de su padre no hubiera sido un gran inconveniente si no fuese porque ha arruinado sus planes de boda. Es que su padre, a quien no ve desde hace años, una vez más decide interponerse en su camino y fastidiar sus planes pero esta vez, al menos la excusa es mejor, porque está muerto.
Cuando recibe un enorme paquete que contiene una réplica de su padre a tamaño natural solo puede sorprenderse aún más cuando es un muñeco con capacidad para hablar y que contiene toda la memoria de su difunto padre.
Este proyecto está pensado para las familias de los fallecidos para que se puedan despedir correctamente aunque a mí esto me parece más una putada que otra cosa porque bastante duro es tener que despedirse una vez como para hacerlo otra más por muy muñeco que sea uno. Además quien no caería en la tentación de quedárselo para siempre.
La idea de Anthony es darse una segunda oportunidad en su malograda relación y poder reconciliarse. Para ello, le entrega una carta que lleva años esperando a ser leída y es que un antiguo amor de Julia, al que ella creía muerto sigue con vida.
Padre e hija se embarcaran en la complicada peripecia para encontrar al que fue el primer y único amor de Julia (si digo bien el primer y único porque lo que tiene con Adam es otra cosa a pesar de estar a punto de casarse con él). Mientras tendrán la oportunidad de conocerse, hablar, contarse sus vidas y estrechar el vinculo padre e hija.
Como veis el argumento es típico de película y muy adecuado. Como os decía no aporta nada nuevo porque hay muchas historias similares pululando por ahí.
La verdad es que al principio me chocaba un poco la historia porque de repente ver como aparece un androide capaz de moverse, hablar, razonar y recordar, que hay echarle imaginación a la cosa, me pareció de lo más extraño. Pero poco a poco una vez te haces a la idea y, cosas más raras se han visto, me iba sintiendo más cómoda en la historia.
El que exista una trama paralela a la cuestión padre-hija aporta mucho interés a la novela, esta historia les sirve a ellos para tener algo en común que es la búsqueda del mismo hombre y al lector para engancharse a la novela. La historia quedaría muy pobre sin este punto adicional.
Los personajes me da la sensación de que son el punto más flojo de la novela. Están completamente estereotipados y representan figuras muy comunes como el padre que por cuestiones laborales siempre está ausente, el amigo gay con quien llorar a gusto pero que no es más que un mero adorno en la historia, el novio que no se entera de nada y más bien parece tonto y alguno que otro más. De todas formas le falta profundidad a la hora de tratar y perfilar los personajes. Muchos de ellos no tienen gran peso en la historia.
La novela se desarrolla en diferentes escenarios. Los protagonistas parten de Nueva York, pasan por Montreal para llegar hasta Berlín, donde Julia conoció a Tomas coincidiendo con la caída del muro de la vergüenza en 1989. Otros escenarios que también aparecen en el libro son Roma y Paris.
En cuanto al estilo de Marc Levy la novela se caracteriza por una prosa fresca, amena  y fluida. La historia está cargada de sentido del humor e ironía a pesar de que en ocasiones trata temas serios. El hecho de estar repleta de diálogos hacen que la lectura sea muy rápida, ligera y entretenida. Se podría decir que esta historia es una mezcla de realidad y fantasía con elementos increíbles que hay que hacer un pequeño esfuerzo para creerse.
Por si en la historia no hay suficientes elementos sorprendentes el final también te deja descolada porque es tan rocambolesco e imposible como el comienzo de la novela. El autor te va dando pistas falsas para desorientarte completamente del desenlace pero si tras conocer el final te acuerdas de algunos detalles es posible que no parezca un giro tan imposible.
 Conclusión
Para finalizar solo decir que es una historia muy amena y entretenida que mezcla fantasía y realidad, donde se mezclan pasado y presente de los personajes.
Como telón de fondo encontramos el tema de las relaciones entre padre e hijos, como puede el comportamiento de los padres incidir en su vida y modificarla cambiando su destino. También es una historia que nos habla de segundas oportunidades y como no hay que perder la esperanza porque aunque no se puede recuperar el tiempo perdido si se puede comenzar una nueva etapa.